Guemes... el procer ¿olvidado?

Güemes… el prócer que la Patria necesitaba

El 17 de junio de 1821 murió el general Martín Miguel de Güemes. Toda Salta lo recuerda con admiración y orgullo. Es héroe nacional por ley 26125 desde 2006, sin embargo, aún no tiene el reconocimiento que se merece.[/i]

“Aquí donde el libro se abre,
debió estar, como se impone,
con el negror de sus barbas
y el oro de sus galones.
No está porque su figura
entró con él a la noche.
Partió sin dejar retrato,
por lo cual no es menos prócer…
Trajinante como el río,
que hasta duerme en el galope,
la guerra no le dio tiempo
de posar ante pintores”.

Cuesta saber que ese hombre “de talla esbelta, cabellera negra de largos bucles, barba entera, larga y rizada, brillantes ojos pardos, tez de color blanco pálido”, que vemos en las figuritas y cuadros, no es el Gemes original, sino su sobrino nieto Carlos Murúa, quien mucho se le parecía fisonómicamente a nuestro máximo referente de la historia.
Cuesta saberlo porque nos siembra la duda sobre su imagen real y es tanto el fuego que provoca en los corazones este prócer, que uno se sumerge en la incertidumbre de conocerlo y no conocerlo. Hay que aceptar que no tuvo tiempo de posar para retratos y asumir como legítima su poblada barba, su mirada profunda, su frente amplia, su cabellera negra, su gesto adusto de guerrero indomable, cuyo amor por la patria rayaba en el delirio.
Sin embargo, no es el Gemes de los retratos de Chartón, Schiaffino, Alice, Usandivaras, Papi y otros grandes artistas el que perdurará hasta el fin de los tiempos, sino el retrato que Martín Miguel dibujó con su propia sangre el 17 de junio de 1821, cuando con el último suspiro dijo: “Morir por la patria es gloria”, dejando en esa frase su última lección de dignidad y patriotismo.
“Lo han herido por la espalda
para llamarlo cobarde…
Camino del Chamical
el héroe va desangrándose…
El corazón del caudillo
y su moro infatigable,
con latidos y pisadas
dialogan su último viaje…”

Los que saben cuentan que era jueves aquel 7 de junio de 1821. Gemes y un grupo de infernales ingresaron a la ciudad de Salta desde el sur, por la calle de la Concordia (hoy Zuviría). Nunca imaginó que el enemigo se había colado por los Yacones. Querían emboscarlo y secuestrarlo. Mejor si lo mataban. Decenas de mercenarios realistas abonados por la oligarquía salteña, al mando del “Barbarucho” Valdés, se apostaron en las cuatro esquinas de las calles La Caridad y La Victoria (Mitre y España). Gemes entró por La Amargura (hoy Balcarce) a la casona de Macacha, cuyo fondo daba con el Tagarete del Tineo (hoy Belgrano). Gemes, al darse cuenta de la emboscada salió al galope por La Amargura para huir con los infernales. Tomaron la calle El Comercio (hoy Caseros) y cientos de disparos los obligaron a volver sobre sus pasos hacia el Tagarete del Tineo. El tiro fatal lo alcanzó ahí. Igual atravesó el puente de Tejada y se internó en la oscuridad del campo de la Tablada. Bordeó la Zanja Vieja (canal de la actual avenida Yrigoyen) para llegar a la Pedrera.
El general soltaba las riendas debilitado por el dolor. Sus gauchos lo internaron en la impenetrable cañada de la Horqueta para protegerlo. La herida se infectó rápidamente. Era el principio de diez días de agonía. Aprovechando la terrible situación, el virrey La Serna mandó emisarios a ofrecer dinero, atención y títulos a Gemes, a cambio de que abandonara la lucha por la independencia. El salteño contestó: “Decid al virrey que, rico y noble por nacimiento, todo lo he sacrificado a la Patria, y que no hay para mí títulos de nobleza más gloriosos que el amor de mis soldados y la estimación de mis consiudadanos”.
El domingo 17 de junio de 1821, bajo un cebil colorado, la traición se cobró la vida del héroe salteño que protagonizó la emancipación americana.
“El único general
que en aquella guerra cae,
treinta y seis años tenía,
pero más de cien combates…”
(Julio Cesar Luzzato)

Güemes… el prócer que la Patria necesitaba | El Tribuno Salta

Increible que el unico lugar donde se lo reconoce y recuerda como merece es Salta… mientras que Rivadavia tiene la calle mas larga del país… así estamos

Güemes… el prócer que la Patria necesitaba

El 17 de junio de 1821 murió el general Martín Miguel de Güemes. Toda Salta lo recuerda con admiración y orgullo. Es héroe nacional por ley 26125 desde 2006, sin embargo, aún no tiene el reconocimiento que se merece.[/i]

“Aquí donde el libro se abre,
debió estar, como se impone,
con el negror de sus barbas
y el oro de sus galones.
No está porque su figura
entró con él a la noche.
Partió sin dejar retrato,
por lo cual no es menos prócer…
Trajinante como el río,
que hasta duerme en el galope,
la guerra no le dio tiempo
de posar ante pintores”.

Cuesta saber que ese hombre “de talla esbelta, cabellera negra de largos bucles, barba entera, larga y rizada, brillantes ojos pardos, tez de color blanco pálido”, que vemos en las figuritas y cuadros, no es el Gemes original, sino su sobrino nieto Carlos Murúa, quien mucho se le parecía fisonómicamente a nuestro máximo referente de la historia.
Cuesta saberlo porque nos siembra la duda sobre su imagen real y es tanto el fuego que provoca en los corazones este prócer, que uno se sumerge en la incertidumbre de conocerlo y no conocerlo. Hay que aceptar que no tuvo tiempo de posar para retratos y asumir como legítima su poblada barba, su mirada profunda, su frente amplia, su cabellera negra, su gesto adusto de guerrero indomable, cuyo amor por la patria rayaba en el delirio.
Sin embargo, no es el Gemes de los retratos de Chartón, Schiaffino, Alice, Usandivaras, Papi y otros grandes artistas el que perdurará hasta el fin de los tiempos, sino el retrato que Martín Miguel dibujó con su propia sangre el 17 de junio de 1821, cuando con el último suspiro dijo: “Morir por la patria es gloria”, dejando en esa frase su última lección de dignidad y patriotismo.
“Lo han herido por la espalda
para llamarlo cobarde…
Camino del Chamical
el héroe va desangrándose…
El corazón del caudillo
y su moro infatigable,
con latidos y pisadas
dialogan su último viaje…”

Los que saben cuentan que era jueves aquel 7 de junio de 1821. Gemes y un grupo de infernales ingresaron a la ciudad de Salta desde el sur, por la calle de la Concordia (hoy Zuviría). Nunca imaginó que el enemigo se había colado por los Yacones. Querían emboscarlo y secuestrarlo. Mejor si lo mataban. Decenas de mercenarios realistas abonados por la oligarquía salteña, al mando del “Barbarucho” Valdés, se apostaron en las cuatro esquinas de las calles La Caridad y La Victoria (Mitre y España). Gemes entró por La Amargura (hoy Balcarce) a la casona de Macacha, cuyo fondo daba con el Tagarete del Tineo (hoy Belgrano). Gemes, al darse cuenta de la emboscada salió al galope por La Amargura para huir con los infernales. Tomaron la calle El Comercio (hoy Caseros) y cientos de disparos los obligaron a volver sobre sus pasos hacia el Tagarete del Tineo. El tiro fatal lo alcanzó ahí. Igual atravesó el puente de Tejada y se internó en la oscuridad del campo de la Tablada. Bordeó la Zanja Vieja (canal de la actual avenida Yrigoyen) para llegar a la Pedrera.
El general soltaba las riendas debilitado por el dolor. Sus gauchos lo internaron en la impenetrable cañada de la Horqueta para protegerlo. La herida se infectó rápidamente. Era el principio de diez días de agonía. Aprovechando la terrible situación, el virrey La Serna mandó emisarios a ofrecer dinero, atención y títulos a Gemes, a cambio de que abandonara la lucha por la independencia. El salteño contestó: “Decid al virrey que, rico y noble por nacimiento, todo lo he sacrificado a la Patria, y que no hay para mí títulos de nobleza más gloriosos que el amor de mis soldados y la estimación de mis consiudadanos”.
El domingo 17 de junio de 1821, bajo un cebil colorado, la traición se cobró la vida del héroe salteño que protagonizó la emancipación americana.
“El único general
que en aquella guerra cae,
treinta y seis años tenía,
pero más de cien combates…”
(Julio Cesar Luzzato)

Güemes… el prócer que la Patria necesitaba | El Tribuno Salta

Increible que el unico lugar donde se lo reconoce y recuerda como merece es Salta… mientras que Rivadavia tiene la calle mas larga del país… así estamos

El tema pasa por el tipo de historia que se escribio. Mitre escribio la historia nacional y desde ahi, la historiografia tradicional se baso en su relato como una fuente fundamental a la hora de entender los sucesos historicos que nos marcaron como Estado. Desde el punto de vista de Mitre, y teniendo en cuenta el contexto en el cual escribio, los conflictos provincia-interior, rescatar la tarea de personajes no vinculados a Buenos Aires no era lo mejor que podia hacer.
Esto se puede ver si analizamos la relacion que tenian Guemes y San Martin con Buenos Aires. Guemes no tuvo apoyo en su frente belico, termino formando una milicia con los gauchos locales y con recursos propios, mientras que San Martin obtuvo el apoyo oficial para formar un ejercito profesional con los mejores instrumentos que podian tener para cruzar los Andes. Por otro lado, la autonomia de Guemes, su llegada al pueblo y su rechazo a la subordinacion plena a Buenos Aires no caian bien en la posterior Capital y se lo intentaba mantener al margen, no como enemigo, pero tampoco como pieza clave del entramado politico-militar nacional.
Entonces es logico que en la coyuntura en la cual se escribio lo que fue la Historia Nacional, a aquellas figuras que tuvieron un papel mas polemico con respecto a Buenos Aires, no se las distinga como se lo merecen.
Ojala esto cambie, es necesario que asi sea.

Siempre digo que lo quiero en los billetes de 20 o de 100, porque me parece mucho más digno que los que están

No murio por una emboscada, murio cuando fue a la casa de su amante, llego el marido de la mina, se escapo, el tipo le disparo y le dio en el culo y se murio por infeccion, porque tambien sufria de hemofilia.
Pero es cierto, es un procer olvidado. Merece estar en los billetes nuevos.

adhiero. algo similar tambien ocurre con artigas. con este aún peor ya que se lo trata como extranjero. y se ningunea totalmente el 29 de junio como dia de la primer independencia nacional.

Pasa que no gano, ese es el principal problema de este gran caudillo, un antiheroe.

Jajaja, tenia razon con lo de que está practicamente olvidado… si ni acá en el foro le dan bola :expressionless: