Artime, el “Luisito” goleador
[i]Luis Artime uno de los máximos goleadores de todos los tiempos, se destacó en la década del 60 siendo un centrodelantero distinto para su época. Jugador de River y de Selección, con la que jugó el mundial de 1966.
“Luisito” como lo llamaban, nació en Mendoza un 02 de diciembre de 1938, sin embargo en su provincia natal nunca pudieron verlo jugar al fútbol. Es que a los 13 años de edad se fue a vivir con su familia a Junín de Buenos Aires porque su papá, don Luis, que entonces era empleado de la sección de hojalatería del ferrocarril había sido trasladado a la estación de trenes de esa ciudad.
Muchos lo acusaban de ser desgarbado, o incluso llegaban a decir que era torpe. Decían que no divertía al espectador y que la técnica nunca fue amiga suya. Él, sabía todo eso pero se reía de quienes decían aquellas cosas. “Siempre acabo siendo la solución en todos los equipos”. Así se reconocía Luis Artime, una fábrica inacabable de goles. ‘La Fiera’ o ‘El diente’ eran algunos de sus apodos.
Su mejor momento lo vivió durante la década del 60 cuando jugó en River, sin embargo su carrera futbolística había comenzado un tiempo antes. Su primer club fue Atlanta aunque de chico se desempeñó como delantero de club Independiente de la Liga del Oeste de Junín.
Su debut con la camiseta de Atlanta fue en 1959, club en el que marcó 50 goles en 67 partidos. Su capacidad goleadora hizo que despertara el interese de los grandes clubes, siendo River su destino.
Llegó a Núñez luego de que la dirigencia Millonaria desembolsara 15 millones de pesos más los pases de Luna, Puntorero y Jorge Fernández, a los que luego volvería a transferir. En River anotaría, entre 1962-1965, 70 goles en 80 partidos. Durante esa época, le tocó compartir el vestuario con grandes glorias como Amadeo Carrizo, Martín Esteban Pando, los brasileños Delem (Vladem Lázaro Ruiz) y Roberto Frojuelo, Ermindo Onega, Roberto Matosas, Luis Cubillas, “Pinino” Más y otros.
Como jugador puede decirse de él que era muy veloz y encarador. Con mucha astucia iba a espaldas de los defensores centrales y en River, tuvo un compañero de lujo como Ermindo Onega. Otro crack que supo ser uno de los principales asistidores para marcar goles.
En 1965 tuvo un paso fugaz por el fútbol europeo. Se fue al Real Jaén, de España, donde disputó tan sólo quince partidos. Rápidamente volvió a la Argentina para jugar en Independiente. Así, llegarían más éxitos para su carrera: goleador en dos oportunidades y campeón del Nacional 67. Posteriormente seguiría su carrera por Brasil y Uruguay.
También, fue jugador de la selección Argentina. Siempre era convocado, tanto en su etapa como jugador de River como en Independiente. Vistiendo la albiceleste, se destacó en el Mundial de Inglaterra 66 marcando 3 de los 4 goles argentinos. Al año siguiente fue el goleador del Sudamericano disputado en Montevideo, con 5 tantos. Además, dejó una huella difícil de igualar con la camiseta nacional: 24 goles en 25 partidos internacionales.[/i]