Concuerdo que no es viale ni en el mediano ni en el largo plazo poseer un portaaviones, no solo por el costo de su adquisición, sino también por el costo de mantenimiento que ello conlleva. Ni brasil que tiene un presupuesto para sus fuerzas armadas más grande de toda latinoamérica puede tenerlo.
Lo más vieble para un país como el nuestro con una litoral marítimo de los más grandes del planeta, es tener un flota de submarinos, acompañada por naves de superficia que sean disuasivas, multipropósito y con capacidades antiaéreas y submarinas. Porque la dejadez que se ha tenido en estos cuarenta años de democracia en la falta de interés en las propias fuerzas armadas de nuestro país, raya la idiotez, sobre todo de quienes dicen que NO hay hipótesis de conflicto, con una zona del territorio ocupada por una potencia extra contiental que contínuamente esta ampliando su radio de interés sobre la zona y que, junto con Chile son factores de conflicto a futuro, cuando finalice el tratado antártico, amen de que los chilenos siempre han sido un factor de conflicto latente en el sur.
Después decir que son celosos de la Fuerza Aérea, es desconocer la realidad, porque es al revez. Y he hablado con gente que conoce muy bien el tema, la fuerza aérea no quiere la existencia ni en el ejército ni en la Armada de nada que vuele, ellos creen que todo lo que vuela debe ser de su fuerza, idea que empezó a impulsar en el gobierno de Alfonsín el Brigadier Crespo. Incluso tienen la peregrina idea de que solo están para operaciones de nivel estratégico, y sus medios NO deben involucrarse para apoyo naval, ni para apoyo a las operaciones terrestres, con lo cual, ya se remiten a ideas primarias “de la primer guerra mundial”, donde ni se sabía cual era el real apoyo a las operaciones que debía realizar esta nueva fuerza en un teatro de operaciones.
Las guerras modernas han evidenciado que las fuerzas aéreas deben obtener la superioridad aérea en la zona de conflicto, apoyndo a su vez las operaciones terrestres y/o navales en desarrollo y no desentenderse de las mismas, ya que dejarían sino ese campo abierto a la fuerza aérea oponente. Desconocer esto es no saber un pito de lo que pasa en una guerra, más después de las enseñanzas que se iniciaron con la blitzkieg alemana en la segunda guerra mundial y luego aplicadas en sus guerras por las fuerzas armadas israelíes. Ahora se le suman otros medios aéreos no tripulados, sensores de reonocimientos varios, satélites militares, etc.
Igual, en cuando al PBI que tenemos, deja una manta corta para poder revertir tantos años de dejadez institucional en las tres fuerzas, llevado en parte por la negligencia y encono de quienes gobernaron sobre las propias fuerzas armadas de la nación, no entendiendo que son parte del brazo diplomático que todo país tiene para hacerse respetar, sino también por parte de uniformados que fueron cómplices de esas políticas de desmantelamiento y dejadez, con tal de poder ostentar altos cargos y vivir bien.
Ningún país serio hace lo que se ha hecho acá y para que esto cambie, no solo se va a necesitar tener una economía pujante, sino hasta fábricas, que las supimos tener, que puedan fabricar nuestros propios desarrollos de armamentos, sean estos navales, terrestres o aéreos. Países que en los cincuenta eran solo agrícolos, y no tenían ni una fábrica de tornillos, en este siglo han logrado ser industrializados con una política directa a su desarrollo y hasta han logrado invertir también en el área de defensa con productos que ahora exportan con éxito.