Víctima de un cáncer que la tenía a maltraer hacía varios meses, en las últimas horas murió la mujer del titular de la Asociación del Fútbol Argentino. Nélida Pariani, que estaba casada con Don Julio desde hace más de 50 años, permanecía conectada a un respirador artificial que le ayudaba a mantenerse con vida, pero en las últimas horas su cuerpo dijo “basta”
Por causa de un cáncer que sufría desde hace tiempo, Nélida Pariani, mujer de Julio Humberto Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, falleció hace algunas horas. La esposa de Don Julio estaba internada en una clínica y conectada a un respirador artificial cuando llegó la peor noticia. A la edad de 76 años, dejó de existir.
Hace algunos meses y en medio de un hermetismo total de parte de su familia, ya había sido operada en el Sanatorio Agote de Recoleta. Y a pesar de que en las últimas horas se habían registrado dadores de sangre para ella en la Fundación Fundosol, los médicos no encontraron remedios a la situación.
En las próximas horas, sus restos serán velados en la calle Castelli 30, en la ciudad de Avellaneda. Allí estará acompañada por Julio Grondona, sus hijos Humberto y Julito y el resto de sus familiares.
Víctima de un cáncer que la tenía a maltraer hacía varios meses, en las últimas horas murió la mujer del titular de la Asociación del Fútbol Argentino. Nélida Pariani, que estaba casada con Don Julio desde hace más de 50 años, permanecía conectada a un respirador artificial que le ayudaba a mantenerse con vida, pero en las últimas horas su cuerpo dijo “basta”
Por causa de un cáncer que sufría desde hace tiempo, Nélida Pariani, mujer de Julio Humberto Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, falleció hace algunas horas. La esposa de Don Julio estaba internada en una clínica y conectada a un respirador artificial cuando llegó la peor noticia. A la edad de 76 años, dejó de existir.
Hace algunos meses y en medio de un hermetismo total de parte de su familia, ya había sido operada en el Sanatorio Agote de Recoleta. Y a pesar de que en las últimas horas se habían registrado dadores de sangre para ella en la Fundación Fundosol, los médicos no encontraron remedios a la situación.
En las próximas horas, sus restos serán velados en la calle Castelli 30, en la ciudad de Avellaneda. Allí estará acompañada por Julio Grondona, sus hijos Humberto y Julito y el resto de sus familiares.