00:00 | NEWELL’S: CRISTIAN FABBIANI"Me preguntan por qué como tan poco"El Ogro no se come ninguna: el mito de su peso, el llamado de Diego, su éxito en Rumania, sus ganas de jugar en River, Newell’s y, sí, la noche: “Soy otro. Ya no vivo de joda”. ANDRES GOMEZ FRANCO | afranco@ole.com.ar
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“Quiero salir campeón con Newell’s y después jugar en River”, dijo.
Lee la nota de Olé en la que salió disfrazado de Shrek. La susurra atentamente, de la línea 1 a la 295. De vez en cuando se ríe. Y también se pone serio cuando advierte una foto suya posando con el Ratón Ayala tras un entrenamiento de la Selección. “Esto es de cuando era sparring, qué bárbaro, pensar que en ese momento no tomaba conciencia, no sabía ni dónde estaba parado. Ahora que ya no tengo 17 años me doy cuenta de lo hermoso que era”, se reta Cristian Fabbiani. Y acota: “Hoy, en cambio, mi motivación es la Selección. Es mi objetivo principal”.
-¿Y te da para ser el 9 de Maradona?
-Estoy haciendo las cosas bien. No sé si la estoy rompiendo. Pero me puse el propósito de estar en la Selección. Y si bien estoy contento con el presente de Newell’s, mi felicidad será plena cuando consiga ser el 9 de la Selección. Para eso trabajo: no quiero que, cuando sea grande, el día de mañana, me pueda reprochar algo.
-Dijiste “cuando sea grande”. ¿Seguís inmaduro, acaso?
-Por lo pronto, ahora estoy mucho más maduro que hace cuatro años, cuando salió la nota de Shrek. En ese tiempo no sabía lo que estaba haciendo con mi vida. Me pongo a pensar en el agua que pasó por debajo del puente… Cuatro años. Yo era otro.
-¿Por qué decís que no sabías lo qué estabas haciendo con tu vida?
-Uno, cuando es chico, no se da cuenta de lo que tiene en sus manos. Yo era pendejo, estaba cómodo, no tenía las aspiraciones que tengo ahora. Hoy soy mucho más profesional. Cuando era chico no me cuidaba. Andaba con mis amigos de acá para allá. Ya no salgo de joda. Y mi hija me cambió la vida.
-Igual, hubo bastante lío mediático alrededor de ese tema, con Amalia Granata saliendo en todos los medios, hablando de mensualidades, ausencias de padre…
–Me jugó en contra todo eso, pero por suerte lo saqué adelante, sobre todo gracias a los partidos que jugué. Y eso que estaba muy serio adentro de la cancha… Mucha gente que hacía daño, pensé que me iba a golpear peor, pero junté a mi familia y enfrenté a todo ese mundo que hablaba mal de mí. No me ayudaba en nada estar metido en todo eso. Ahora, a mi hija la veo todos los fines de semana. Y eso me pone contento, porque gracias a Dios tengo todo.
-Salvo el llamado de Maradona, claro.
-No me llamó, es cierto, pero habló con Fernando y me dijo que siga así porque tenía grandes chances de ser convocado. Lo mismo con el Colo Ré.
-Epa.
-A Maradona lo conozco, es un fenómeno. Y el respeto que se le tiene que tener… No hay palabras de agradecimiento por todo lo que hizo por los argentinos. Ojalá le vaya bien.
-¿Le irá bien?
-Jugadores hay, así que creo que sí. Además, imaginate lo que va a ser su plantel: va a haber que matarse para jugar en la Selección. No puede venir uno a decirle me duele esto o aquello, porque él te va a decir: “Pibe, yo jugué con un tobillo a la miseria en el Mundial 90”. Y ahí se acaban las excusas. Va a haber que salir con un tiro en la cabeza de la cancha.
-No hay muchos 9.
-Yo voy a trabajar para tener mi oportunidad. Y el día que esté ahí, no voy a querer salir más. La Selección es más que jugar un partido bien. Es otra cosa, va más allá. No hay amistosos. Aunque juegues contra un equipo desconocido hay que ganar, matarse. Diego va a bajar esa línea.
-Por lo pronto, te metiste a la gente de Newell’s en el bolsillo. Hasta en el clásico fuiste figura.
-Decían “la rompe o lo echan a los 10 minutos”. Lo leí en un diario y me molestó mucho. Un partido malo lo puede tener cualquiera. Por suerte estoy rindiendo y ese partido no fue la excepción. Fue lindo tener una buena tarde en un clásico, pero yo busco ser regular, de a poquito encontrar lo que sé que tengo adentro. Lástima la jugada famosa que me mandé. Fue maradoniana hasta que definí: ahí volví a ser Fabbiani.
-Y mañana, ante San Lorenzo, ¿habrá Fabbiani?
-Yo siempre digo que sí cuando me preguntan si estoy para jugar. Veremos… Ojalá pueda estar, porque Newell’s está para pelear bien arriba. Además, contra San Lorenzo, en Rosario, se va a decidir el campeonato.
-¿Qué tal Gamboa?
-Es lo que me faltaba en mi carrera, el técnico que necesitaba. Y Newell’s también. Fernando es como nosotros, no te pide nada raro, sabe cuándo un jugador está mal. Técnicos como él hay pocos. Trata a los 40 jugadores igual. Ojalá pueda dirigir al club de sus amores.
-¿Cuál?
-No voy a decir cuál es.
-¿Y el tuyo?
-River. Quiero salir campeón con Newell’s y después jugar en River.
-¿Y volver a Lanús?
-¿Por qué no? Lo que viví ahí fue muy fuerte. Crecí ahí. Dios me sacó el campeonato con Lanús pero me dio el de Rumania, donde gané un título local y la Liga.
-¿Y por qué volviste?
-Porque en Rumania me faltaron el respeto. Yo había jugado 32 de 34 fechas y en la final el DT decide no llevarme ni al banco…
-¿Por qué?
-Hubo algo raro. Como me quería el Steaua Bucarest, el técnico decía que iba a ir para atrás. ¿¡Cómo voy a ir para atrás si estaba por ser campeón?! Imposible. Yo era el goleador del equipo, me habían entregado el premio al mejor extranjero… Estaba tranquilo, porque como me cuidé en Rumania no me cuidé en ningún lado. Lo que hice por ese club no lo hice en ningún lugar.
-¿Ni en tu mejor momento de Lanús o Newell’s?
-Allá rendía mejor que acá, porque jugaba igual, pero hacía más goles. Fue una linda experiencia, dejé muchos amigos rumanos.
-¿Y algo más?
-Nah, era peligroso, los tipos son jodidos. Aparte, estaba con Amalia a full. Y vivía concentrado. Jugabas un domingo y te guardaban un viernes a la mañana. Apenas salía con los argentinos cada tanto.
-¿Y por qué tenés fama de trasnochador?
-Me molesta que digan que vivo de joda. Salgo lo normal para un pibe de 25 años que no le debe nada a nadie, que se entrena… Ahora estoy más tranquilo igual. Estando en Lanús, como tenía un montón de amigos, agarraba el auto y pum, nunca una siesta. Allá en Rosario, en cambio, tomo mate con Monsalvo, Pinto, duermo la siesta… Y a la noche, 12 como mucho, estoy durmiendo. Algo que en Buenos Aires no hacía ni en pedo.
-También tenés fama (o no tanto) de gordo.
-El profe y otros, cuando como en el hotel, me preguntan por qué como tan poco. Yo les digo que me siento bien así. Lo que pasa es que mi familia es así, de este tipo de contextura. No sé si perdiendo tres kilos mejoraría mi rendimiento. Igual, es algo que vamos a ver con el Profe. El quiere que baje tres kilos, de 93 a 90. En diciembre probaremos. El dice que quiere que me sienta más rápido, nomás. No es que me vea mal ahora. Yo igual le expliqué que justamente ahora no quiero adelgazar porque estoy rindiendo muy bien. Mañana veremos. Pero tengo miedo de perder potencia.
-¿Ya te pasó?
-Cuando salimos subcampeones con Lanús, que fue mi mejor torneo acá, pesaba 96 kilos. Vos decís, entonces, cómo podía jugar con seis kilos de más… OK, pero yo me sentía bien. Es mi cuerpo, me sentía seguro yendo al choque, ganaba… Pero, cuando pasé a pesar 90, chocaba y me tiraban a la mierda, me sentía impotente. Ahí fue cuando vinieron las expulsiones, por mi impotencia de no pasar un jugador. Ya le advertí eso al Profe…
Qué les parece el Ogro?? a mi me encanta como aguanta la pelota, tiene condiciones, se lo imaginan haciendole un triplete a boca?? :twisted: