Dejo una serie de cartas, un diálogo comenzado por el Subcomandante Marcos, seguido de una respuesta de ETA, y por último la respuesta de Marcos, nuevamente.
Ayuda a entender un poco la lucha de los vascos, que si bien utilizaron métodos más que cuestionables, tienen motivos atendibles y justos para ser escuchados. El que le interese, está invitado a leer.
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
A la organización político-militar vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA). País Vasco.
De: Subcomandante Insurgente Marcos. México.
Señoras y señores:
Les escribo a nombre de los niños, ancianos, mujeres y hombres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de México.
Como ustedes tal vez sepan, en fechas pasadas y en una misiva leída en territorio español nos referimos a la lucha del pueblo vasco por su soberanía. A pesar de que claramente el texto hacía referencia a la lucha política vasca y no a la militar, las palabras fueron propositivamente ambiguas en lo que se refiere al actuar de su organización ETA.
El objetivo de la ambigüedad fue provocar lo que provocamos de por sí. No ignoramos que pusimos en riesgo el capital moral que los zapatistas hemos conquistado en todo el mundo, en particular en la península ibérica, pero fue necesario… entonces.
Ustedes y nosotros sabemos bien que el EZLN no sólo no ha realizado ni realizará acción militar alguna en contra de civiles. También saben que condenamos ese tipo de ataques, que suelen cobrar el mayor número de víctimas entre personas que ni siquiera saben de qué va el asunto.
No son pocas las víctimas civiles que sus acciones han provocado. Entre ellas se encuentran personas que simpatizaban con nuestra causa y que, como el resto de las víctimas civiles, murieron con la angustia de no saber por qué.
Consideramos justa y legítima la lucha del pueblo vasco por su soberanía, pero esa noble causa, ni ninguna, justifica que se sacrifique la vida de civiles. No sólo no produce ganancia política alguna, y aunque la produjera, el costo humano es impagable. Condenamos las acciones militares que dañan a civiles. Y las condenamos por igual, provengan de ETA o del Estado Español, de Al Qaeda o de George W. Bush, de israelíes o palestinos, o de cualquiera que, bajo nombres o siglas diferentes, aduciendo a no razones de Estado, ideológicas o religiosas, cobre sus víctimas entre niños, mujeres, ancianos y hombres que nada tienen qué ver en el asunto.
Sé también que en la cuenta de muertos y heridos que hace el gobierno español no están incluidos los miles de vascos que han sido ejecutados, torturados y desaparecidos por las fuerzas del Estado. Sin embargo, no les escribo para comparar cuentas de muertos. En eso nosotros superamos a unos y a otros, pues son millones los indígenas mexicanos que, desde la conquista española, han caído. Y a nuestros muertos no los ponemos a competir con nadie.
No, no es para hablar de lo que ha pasado antes que me dirijo a ustedes.
Hace unos días, el juez español Fernando Baltasar Garzón Real me retó a un debate. Yo le he respondido afirmativamente y he puesto como una condición, entre otras, que se realice un encuentro entre todas las fuerzas políticas, sociales y culturales implicadas o interesada en la problemática del País Vasco, para que hablen y escuchen sobre los caminos vascos.
Por lo mismo, a nombre de todos mis compañeros y compañeras, les pido que decreten una tregua unilateral por un período de 177 días, iniciando la madrugada del día 24 de diciembre de 2002. También les pido que públicamente se comprometan a no realizar ningún operativo militar ofensivo durante ese período y contribuyan así a crear un ambiente propicio para dicho encuentro, es decir, para darle una oportunidad a la palabra.
Sería bueno que Euskadi Ta Askatasuna enviara uno o varios delegados a hablar y a escuchar, no a negociar o a pactar nada, el encuentro El País Vasco: caminos. Sé que correrían riesgos, pero si están dispuestos a morir o a ser tomados presos en las acciones militares que realizan, no veo por qué no estarían dispuestos a sufrir lo mismo en una acción política.
Eso les pido, no que se rindan, no que abandonen las armas o sus convicciones. Sólo les pido que le den una oportunidad a la palabra y honren así el gran riesgo que los zapatistas hubimos y habremos de correr. En caso de que no acepten, me ofrezco personalmente como víctima propicia en su próximo ataque. Ustedes podrán acusarme de “colaboracionista” con el Estado español (lo que no dejará de ser paradójico, pues las autoridades españolas me acusan de ser “apologista del terrorismo”. El argumento será lo de menos. No habrá reproches ni represalias de parte nuestra, pues al menos yo sí sabré por qué muero. Espero su respuesta.
Vale. Salud y una oportunidad a la palabra.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
Comunicado íntegro
Euskadi Ta Askatasuna al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Euskadi Ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad) al Ejército Zapatista de
Liberación Nacional. Dignidad. Respeto. Solidaridad. Agur t’erdi!
Les escribimos estas líneas en respuesta a la que ustedes nos hicieron
llegar por medios públicos en el periódico mexicano “La Jornada” el pasado 9
de diciembre.
A los niños del ezln
Un idioma puede ser sólo un medio para comunicarse. También es un medio para
hacer daño y humillar. Hay golpes que duelen y hay palabras que duelen más.
Hay golpes que hieren y palabras que matan.
Nuestro idioma (no éste que utilizamos para comunicar con ustedes, que ya
les leerán esta misiva) es el euskara, el vascuence, la lingua navarrorum.
Es un idioma viejo y joven. Cuando el latín y el griego, ahora lenguas
muertas, eran las lenguas poderosas, como ahora lo son el inglés y el
castellano, nuestro idioma el euskara ya servía desde tiempo inmemorial para
decir “Monte” y “Río”: “Mendia”, “Ibaia”.
“Agua” se dice “Ur”
“Tierra” se dice “Lur”
“Nieve” se dice “Elur”
Y cuando nos encontramos con alguien decimos “Kaixo”, “Agur” (y, paradojas,
esta última palabra sirve igualmente para decir “Adiós”).
Por cierto, pueden poner en su diccionario zapatista que “Dignidad” se
traduce “Duintasuna” en vascuence.
Y “Euskal Herria” es el Pueblo de los vascos. Nosotros, los que luchamos con
todas las armas que tenemos a mano por la libertad de nuestro pueblo,
preferimos decir que Euskal Herria es el Pueblo del Euskara, nuestra lengua.
Nuestra lengua en nuestra tierra. Libre.
Y nuestros niños y niñas nos ven luchar. A menudo sin vernos (en las
mazmorras españolas y francesas, en la clandestinidad, en la vida normal de
nuestra sociedad consumista). Pero lo entienden todo sin palabras. Seguro
que como vosotros, los niños y las niñas del EZLN.
A los ancianos del EZLN
Nuestro pueblo es un pueblo viejo. Vivimos en una tierra abierta, sólo
protegida por sus montes y valles y por sus habitantes que se niegan a vivir
sojuzgados, que quieren decidir por sí mismos sin que nadie les mande.
Nuestro pueblo tiene sus raíces hundidas muy profundamente en la Historia.
Tan profundamente que casi estamos seguros que en las entrañas de la Tierra
nuestras raíces acarician las raíces del pueblo chiapaneco.
Y de ahí nace el respeto por su pueblo que ustedes han mantenido vivo.
Porque en sus manos callosas, en sus ojos cansados, en sus pelos canos, sólo
vemos las manos, ojos y pelos de nuestros padres y abuelos, y de sus
antecesores.
Sabemos que no siempre acertaron, que hubo momentos difíciles en los que la
decisión tomada fue errónea, que lucharon con toda su voluntad incluso
contra sus propios miedos. Y que fueron derrotados más de una vez. Pero,
sobre todo sabemos que:
Izan zirelako dira eta garelako izango dira. Que viene a decir algo así
como: Porque fueron somos y porque somos serán. Y eso nos lleva a
respetarlos.
“Respeto” se puede traducir por “Begirunea”.
Somos de aquí, tan de aquí que cualquiera que viene a nuestra tierra, si lo
desea, es uno de los nuestros. No es el color de la piel la que nos hace
vascos. Podríamos decir con cierta ironía que es la tenacidad en la lucha
por la libertad la que nos mantiene vascos.
A los hombres y mujeres del EZLN
La dignidad de un Pueblo en lucha nos provoca sentimientos de respeto.
Nuestra organización ha recibido la ayuda solidaria y militante de cientos y
miles de hombres y mujeres de todo el mundo. Hombres y mujeres que han
debido saltar, la mayoría de las veces, las trincheras de la desinformación
y del insulto para llegar a comprender nuestra lucha de liberación, nuestros
métodos, nuestros objetivos de justicia y li- bertad.
Es verdad que a veces parecemos un pueblo egoísta. “¡En plena Europa y
luchando con las armas en la mano! ¿Pero qué más quieren?” puede exclamar
más de uno atendiendo al nivel de vida que se goza en Europa gracias al
expolio de los pueblos del mundo.
Queremos la libertad. Simple y llanamente. La libertad de decidir por
nosotros mismos como pueblo. Cómo organizarnos, cómo vivir, cómo solucionar
incluso las terribles injusticias que cometen los Estados europeos.
Nuestra solidaridad con la lucha del pueblo chiapaneco es incondicional.
Nunca les diremos cómo o qué tienen que hacer (a nos ser que nos lo
pregunten). Siempre haremos todo lo que esté en nuestras manos para
ayudarles en su lucha.
Y “Solidaridad” se dice “Elkartasuna”.
A los niños, ancianos, hombres y mujeres del EZLN
Estarán ustedes al tanto de que recientemente un miembro de su Ejército,
concretamente el sub-comandante Marcos, nos escribió una misiva (lo cierto
es que se puso a escribir y escribió un montón, pero a nosotros nos viene a
cuento la que nos dirigió en su nombre); y como nosotros no somos nada
partidarios de jerarquías militares vamos a responderle al sub-comandante
directamente en las líneas que siguen:
Tras haber estudiado con detalle tanto la carta que dirigía a nuestra
organización, como el resto de cartas publicadas en el mismo periódico, ETA
le comunica lo siguiente:
-Tenemos serias dudas sobre la verdadera intención de la propuesta de
diálogo en la isla canaria de Lanzarote que usted hizo. Nos parece más bien
que se trata de una maniobra desesperada para atraer la atención
internacional instrumentalizando para ello el eco de todo lo que tiene que
ver con el conflicto vasco, especialmente en el Estado español.
-La manera pública, sin consulta previa, en la que usted ha realizado esta
propuesta refleja una profunda falta de respeto hacia el pueblo vasco y
hacia todos los que desde sus organizaciones estamos luchando de una u otra
forma por la libertad.
-ETA siempre está dispuesta a escuchar, hablar y dialogar, respetando la
voluntad del pueblo vasco y de sus organizaciones. Muestra de ello son las
diversas iniciativas que hemos emprendido a lo largo de estos años de lucha.
Sin ir más lejos: negociaciones de Argel en el 89, propuesta de la
Alternativa Democrática en el 95, iniciativa política con suspensión del
accionar armado en 98-99…
-No renunciamos a emprender y acompañar nuevas iniciativas en el futuro.
Nuestra voluntad por una resolución justa y global del conflicto está
intacta. Pero han de ser propuestas serias, basadas en amplios consensos y
apoyos, legitimados socialmente.
-También queremos dejarle claro que no está en nuestros objetivos formar
parte de ningún tipo de «pantomima» u «opereta» para poder ganar el favor de
las portadas de los periódicos internacionales, las páginas web, o ser un
motivo para la próxima camiseta de moda en la Gran Vía madrileña.
-Por nuestra parte estamos dispuestos a hacer todo lo posible para que el
EZLN se informe mejor sobre el conflicto que enfrenta al País Vasco con los
Estados francés y español.
-Si hay algo que globalizar en este mundo es la justicia y el respeto. Es
algo que de- beríamos comenzar las propias organizaciones revolucionarias o
rebeldes. ETA siempre ha evitado inmiscuirse en las decisiones tomadas por
otras organizaciones revolucionarias o rebeldes más allá de nuestras
fronteras. Siempre hemos limitado nuestra actuación a la solidaridad total
para con sus luchas, a la vez que nos enriquecíamos con dicha experiencia.
Siempre hemos mirado con simpatía y hemos mostrado nuestra solidaridad para
con las organizaciones y personas que tanto en México, como en el Estado
español o en otras partes del planeta Tierra luchan como mejor consideren
por un mundo más justo y por la libertad para todos los pueblos.
Sin más nos despedimos de ustedes. Reciban un saludo rebelde y
revolucionario de parte de los indígenas de Europa. Agur.
Viva Chiapas Libre!
Gora Euskal Herria askatuta! .
Euskal Herria,
1 de enero de 2003 (nada es casual)
Euskadi Ta Askatasuna
E.T.A.
Carta-Respuesta del Subcomandante Marcos a ETA Ejército Zapatista de Liberación Nacional México.
9 al 12 de Enero del 2003.
A la organización político-militar vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA).
País Vasco.
De: Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México.
Señoras y señores:
Recibimos la carta que, fechada el 1 de enero del 2003, nos enviaron a través de agencias de noticias, periódicos, páginas web y etcétera. Supimos de la existencia de su misiva el día 6 de enero, pero no en la versión completa hasta que salió publicada en el periódico mexicano La Jornada. A esa versión nos referiremos.
La noticia llegó como de por sí llegan las noticias acá. Estaba yo en la letrina, pensando en lo que pasaría si ETA me tomaba la palabra y cumplía mis deseos justo cuando estuviera yo cumpliendo con necesidades que llaman fisiológicas. Ya me imaginaba las cabezas de los periódicos del día siguiente: “Muere el Sup víctima de su bocota”, y luego el balazo (es un término periodístico, no lo que ustedes piensan): “Quedó hecho mierda” (bueno, los periódicos que cuidan las buenas maneras y salvaguardan las buenas costumbres pondrían “Quedó hecho popó”). Y todos los diarios publicarían un desplegado, firmado por las mentes más lúcidas y elegantes de México y España, que rezaría “De por sí nosotros siempre dijimos que ese tío era una mierda”. En fin, estaba yo en reflexiones de este tipo (que tanto entusiasman a Savater y cía) y regresando a la comandancia, cuando llegan a buscarme los comandantes Tacho, Mister y Brus Li (y no “Bruce Lee”, como ponen en los periódicos) y me dicen:
-Escuchamos en las noticias que ya respondió ETA.
-¿Ah sí? ¿Y qué dicen?
-Te regañan.
-Bueno, eso ya es un deporte internacional. Además ¿cómo que “te regañan”? Será “nos regañan”, ¿no que por mi voz habla la voz del ezetaelene?.
-No, te regañan a ti. Así es el trato: a ti te tocan los regaños y a nosotros las felicitaciones -dice Mister. Y agregó: -Tal vez alguien manda la carta completa.
Eso tardó un tiempo bastante largo, sobre todo si se toma en cuenta que, se supone, somos una guerrilla “posmodernista”, con todos los adelantos de la tecnología y que “surfeamos” por el ciberespacio.
Ya con la carta en las manos, la leyeron y después me la pasaron con un “¡Uy!” sarcástico.
Tacho preguntó: -¿Por qué será que dicen eso de que “sabemos que no siempre acertaron”?.
Omar respondió, sonriendo: -Yo creo que porque no acertamos cuando pusimos al Sup de vocero. Las carcajadas deben haberse escuchado hasta el País Vasco.
El comandante David se me acercó y me consoló: “No les hagas caso, están bromeando”. La comandanta Esther trató de decir algo pero la risa se lo impidió. En cambio, la comandanta Fidelia ofreció prepararme un té y me dijo: “Hay que responderles, sobre todo lo de los niños y niñas del EZLN”.
“También esto otro”, dice Tacho y me marca, con un lapicero que alguna vez fue del General de División Absalón Castellanos (General del ejército federal mexicano, famoso por asesinar indígenas y perseguir, torturar, encarcelar y matar voces disidentes; fue tomado prisionero por fuerzas zapatistas en 1994, juzgado y condenado a la pena de cargar el resto de su vida con el perdón de quienes fueron sus víctimas), algunos párrafos de su carta de ustedes.
Así que aquí les va:
Primero.-
Les aclaro que los niños y niñas del EZLN no entienden todo sin palabras, como ustedes suponen erróneamente en su carta.
Nosotros los tratamos de por sí como niños. Es el poderoso con su guerra el que los trata como adultos. Nosotros les hablamos. Les enseñamos que la palabra, junto con el amor y la dignidad, es lo que nos hace seres humanos. No les enseñamos a pelear. O sí, pero a pelear con la palabra. Ellos aprenden. Saben que si nosotros estamos en esto es para que ellos no tengan que hacer lo mismo. Y hablan y también escuchan.
Contra lo que ustedes dicen, nosotros les enseñamos que las palabras no matan, pero que sí se puede matar a las palabras y, con ellas, al ser humano.
Les enseñamos que hay tantas palabras como colores, y que hay tantos pensamientos porque de por sí el mundo es para que en él nazcan palabras… Que hay pensamientos diferentes y que debemos respetarlos.
Que hay quien pretende que su pensamiento debe ser el único y que persigue, encarcela y mata (siempre escondido detrás de razones de Estado, de leyes ilegítimas o “causas justas”) a los pensamientos que son diferentes.
Y les enseñamos a hablar con la verdad, es decir, con el corazón. Porque la mentira es otra forma de matar la palabra.
En la lengua de los hombres murciélagos, los que hablando se van orientando en su caminar, los tzotziles, hablar con la verdad se dice “YALEL TA MELEI”.
Les enseñamos a hablar y también a escuchar. Porque aquel que sólo habla y no escucha, termina por creer que lo que dice es lo único que vale.
En la lengua de los tzotziles, los que escuchando se van orientando en su caminar, escuchar con el corazón se dice “YATEL TAJLOK 'EL COONTIC”.
Hablando y escuchando palabras es como sabemos quiénes somos, de dónde venimos, y a dónde va nuestro paso.
También es como sabemos del otro, de su paso y de su mundo. Hablando y escuchando palabras es como escuchamos la vida.
Segundo
- Veo que tienen sentido del humor y que nos descubrieron: nosotros los zapatistas, que nunca hemos tenido la atención de la prensa nacional e internacional, quisimos “usar” el conflicto vasco que, como es evidente, tiene buena prensa de sobra. Es más, desde el día en que nos referimos públicamente a la lucha política en Euskal Herria, los comentarios positivos sobre los zapatistas, en la calle y en la prensa nacional e internacional, han ido en ascenso.
Respecto a que no quieren ser parte de ningún tipo de “pantomima” u “opereta”, lo entiendo. A vosotros os gustan más las tragedias.
En lo que se refiere a que rechazan “ser un motivo para la próxima camiseta de moda en la Gran Vía madrileña”, pues eso malogra nuestro plan de poner un puesto de souvenirs zapatudos en dicha vía (que era como pensábamos cubrir los gastos del viaje). Además dudo que alguien se atreva a llevar puesta una camiseta con ETA de motivo (y no por que les falten simpatizantes -que los tienen y no lo olvidamos-, sino porque si ilegalizan a Batasuna porque no condena la lucha armada de ETA, imagínense lo que le harían a alguien con una camiseta que dijera “Gora ETA”). Por lo demás no pensábamos pedirles autógrafos o pelearnos con nadie por compartir el estrad o con ustedes.
Que el encuentro sería algo serio estaría garantizado porque no lo organizaríamos nosotros (que sólo nos especializamos en zarzuelas y teatro del absurdo), sino las fuerzas políticas y sociales vascas, que fue a quienes propusimos, públicamente, que lo organizaran y realizaran, aun cuando no se pudiera hacer el debate con Garzón, sea por obstáculos de los gobiernos español y mexicano, o sea por el desacuerdo de él o de ETA.
Tercero.-
“La manera pública, sin consulta previa”, en que lanzamos nuestra iniciativa de UNA OPORTUNIDAD A LA PALABRA es de por sí como hacemos las cosas los zapatistas. No hacemos previamente acuerdos “en lo oscurito”, para luego fingir que proponemos cosas que ya fueron pactadas de antemano.
Además no tenemos ni los medios, ni el interés, ni la obligación de “consultar” a ETA antes de hablar. Porque los zapatistas hemos conquistado el derecho a la palabra: a decir lo que nos venga en gana, sobre lo que nos venga en gana y cuando se nos venga en gana. < /FONT>Y para eso no tenemos que consultar ni pedirle permiso a nadie. Ni a Aznar, ni al rey Juan Carlos, ni al juez Garzón, ni a ETA.
Cuarto.-
Lo de que le hemos faltado el “respeto al pueblo vasco” es algo de lo que también nos acusó Garzón (el cual, en consecuencia, debe auto-declararse ilegal, por coincidir con ETA en sus planteamientos) y toda la derecha hispana y vasca.
Debe ser porque el proponer darle una oportunidad a la palabra contraviene los intereses de quienes, desde posiciones aparentemente contrarias, han hecho de la muerte de la palabra su negocio y su coartada.
Porque el gobierno español mata la palabra cuando ataca al idioma vascuense euskera o lengua navarrorum, cuando hostiga y encarcela a los periodistas que “osan” hablar del tema vasco incluyendo todos los puntos de vista, y cuando tortura presos para que confiesen lo que le sirva a la “justicia” hispana.
Y ETA mata la palabra cuando asesina a quienes la atacan con palabras, no con armas.
Quinto.-
Respecto a que ETA está dispuesta a “hacer todo lo posible para que el EZLN se informe mejor sobre el conflicto que enfrenta al País Vasco con los Estados francés y español”, rechazamos su disposición. No estamos pidiendo que nadie nos informe. Estamos informados, y mejor de lo que muchos suponen. Si no expresamos esta información, que es también una opinión, es porque entre nuestros principios está el de que los asuntos de cada Nación corresponden a cada pueblo, por eso señalamos que nosotros no hablaríamos en el encuentro “Una oportunidad a la palabra”. Pero ya que están tan dispuestos a informar, creo que a quien deberían informarle es al pueblo vasco.
Nosotros pedimos una oportunidad para la palabra. Para eso debimos dirigirnos a varios actores del conflicto vasco. Lo hicimos porque es nuestro deber, no porque nos apasione escribirle a Garzón o a ETA. De una u otra forma, desde distintos puntos del espectro político e intelectual mexicano, español y vasco (ustedes incluidos), han tomado esa oportunidad y han hablado (aunque la mayoría para regañarnos). Así que, aunque sea refunfuñando y pontificando, están ya dándole una oportunidad a la palabra. Y de eso se trata.
Sexto.-
Está el asunto éste de la representatividad. El juez Garzón alega representar a los pueblos español y vasco (y une a esa representación al rey, a Pepillo y a Felipillo), y si ofendo a los susodichos entonces ofendo a todo el pueblo español y vasco.
ETA alega representar al pueblo vasco, y si la ofendemos al proponer una oportunidad a la palabra, entonces ofendemos a todo el pueblo vasco.
Ignoro si los pueblos vasco y español están de acuerdo con ser representados por unos y otros. Toca a ellos decidirlo, no a nosotros.
A diferencia del juez Garzón y de ustedes, nosotros no alegamos representar a nadie, sólo a nosotros mismos. No representamos a todo el pueblo mexicano (hay muchas organizaciones políticas y sociales en este país). No representamos a la izquierda mexicana (hay otras organizaciones de izquierda consecuentes). No representamos a la lucha armada mexicana (hay cuando menos otras 14 organizaciones político-militares de izquierda). Tampoco representamos a todos los pueblos indios de México (hay, afortunadamente, muchas organizaciones indígenas en México, algunas mejor organizadas que el EZLN).
Así que nunca hemos dicho que las tonterías que nos han dedicado, tanto Garzón como ustedes, ofenden “al pueblo de México” o “a los pueblos indios”. Nos conciernen a nosotros, y no nos escondemos detrás de supuestas representaciones que, en la mayoría de los casos, se asumen sin que los “representados” se enteren.
Séptimo.-
Sabemos que en el (des) concierto de las organizaciones revolucionarias y de vanguardia en el mundo, los zapatistas no tenemos lugar ni en la retaguardia. Eso no nos hace sentir mal. Al contrario, nos satisface. No nos apena el reconocer que nuestras ideas y propuestas no tienen como horizont e la eternidad, y que hay otras ideas y propuestas mejor planteadas que las nuestras.
Así que hemos renunciado al papel de vanguardia, y a obligar a nadie a aceptar nuestro pensamiento con otro argumento que no sea la fuerza de la razón.
Nuestras armas no son para imponer ideas o formas de vida, sino para defender un pensamiento y un modo de ver el mundo y relacionarse con él que, sí, puede aprender mucho de otros pensamientos y vidas, pero también tiene mucho que enseñar.
No es a nosotros a quienes tienen que exigir respeto. Ya ven que como “vanguardia revolucionaria” somos un fracaso, así que nuestro respeto no les serviría de nada. Con quien tienen que ganarse el respeto es con su pueblo. Y una cosa es “respeto”, y otra muy distinta es “miedo”.
Sabemos que están enojados porque piensan que no los tomamos en serio, pero no es su culpa.
Nosotros de por sí no tomamos en serio a nadie, ni siquiera a nosotros mismos.
Porque quien se toma en serio acaba por pensar que su verdad debe ser verdad para todos y para siempre. Y, tarde o temprano, dedica su esfuerzo no a que su verdad nazca, crezca, dé frutos y muera (porque ninguna verdad terrenal es absoluta y eterna), sino a matar a todos aquellos que no acatan esa verdad.
No vemos por qué pudiéramos preguntarles qué hacer o cómo hacerlo. ¿Qué nos van a enseñar? ¿A matar periodistas porque hablan mal de la lucha? ¿A justificar la muerte de niños por razones de la “causa”?. Ni necesitamos ni queremos su apoyo o solidaridad. Tenemos ya la solidaridad y el apoyo d e mucha gente en México y en el mundo.
Nuestra lucha tiene un código de honor, heredado de nuestros antepasados guerreros, y contiene, entre otras cosas: el respetar la vida de los civiles (aunque ocupen cargos en los gobiernos que nos oprimen); el no recurrir al crimen para allegarnos de recursos (no robamos ni en la tienda de abarrotes); y el no responder con fuego a las palabras (por mucho que nos hieran o nos mientan).
Pudiera pensarse que al renunciar a esos métodos tradicionalmente “revolucionarios”, renunciamos a avanzar en nuestra lucha. Pero, a la tenue luz de nuestra historia, parece que hemos avanzado más que quienes recurren a tales argumentos (más por demostrar su radicalidad y consecuencia, que por su efectividad para la causa).
Nuestros enemigos (que no son pocos ni sólo están en México) desean que recurramos a esos métodos. Nada sería más agradable para ellos que el EZLN se convirtiera en la versión indígena y mexicana de ETA. De hecho, desde que hemos tomado la palabra para referirnos a la lucha del pueblo vasco, nos han acusado de eso. Desgraciadamente para ellos, no es así. Y no será.
Por cierto, en la lengua de los guerreros de la noche “Luchar con honor” se dice “PASC 'OP TA SCOTOL LEQUILAL”.
Vale. Salud y no pretendemos decirle a nadie lo que debe hacer, sólo pedimos una oportunidad a la palabra. Si no se la quieren dar, ni modos.
Desde las montañas del Sureste Mexicano y, pese a quien le pese, a nombre de los niños, niñas, hombres, mujeres, ancianos y ancianas del EZLN.
Subcomandante Insurgente Marcos.
Cuartel General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
México, Enero de 2003.
P.D. Antes de que se me olvide (Tacho me lo ha recordado), respecto a su final de “¡Viva Chiapas Libre!”: Nosotros no les pedimos respeto, sino conocimientos de geografía. Chiapas es un estado del sureste mexicano. Ninguna organización ni individuo se plantea luchar por liberar Chiapas (bueno, sí, una vez lo planteó el PRI chiapaneco, molesto porque el ejército federal mexicano no se decidía a aniquilarnos), mucho menos los zapatistas. Nosotros no queremos independizarnos de México. Queremos ser parte de él, pero sin dejar de ser lo que somos: indios. Así que, puesto que nosotros luchamos por México, por los pueblos indios de México, y por todos los hombres y mujeres mexicanos, sin importar si son indios o no lo son, el final debería decir: ¡Viva México con sus Indígenas!
P.D. “ACCIDENTAL”.- Algo debe haber pasado, en tiempos anteriores, en las fechas en las que se inicia y termina esta carta.
OTRA P.D. Tal vez sea ya evidente, pero como quiera lo remarco: también me cago en las vanguardias revolucionarias de todo el planeta.