Este soy yo

  1. El poeta de Avellaneda es un tipo completamente pacífico. No le canta a la policía, y versiona su enojo hacia Passarella de la siguiente manera:

[i]Passarella, te quiero decir algo
A ver si te das cuenta, que el socio está enfadado

[/i]Claramente, en la San Martín Alta, recibe risas y miradas extrañadas de la multitud como respuesta, como también, innumerables improperios por no cantar a la par del resto de la hinchada.

  1. El poeta de Avellaneda vive de cerca la lucha del presidente Cantero contra la barrabrava del club Independiente. Esto se debe a la cercanía del estadio en la cual se encuentra la casilla en la que reside temporalmente (tiene problemas con sus dueños legítimos) y las malas lenguas señalan que fue quien le otorgó clases particulares de Lengua y Literatura a Bebote.

  2. El poeta de Avellaneda se apena por el energúmeno que escribe en las cuentas oficiales del club en Facebook y Twitter, y como el mejor de los útopicos, sueña con su reemplazo por algún escritor noble, con el premio Nobel de Literatura como requisito excluyente. Lamenta que Gabriel García Márquez no se encuentre en condiciones físicas y mentales para postularse al cargo, y ha llegado a un acuerdo económico con Mario Vargas Llosa, frustrado ante la insistente oposición de @Millonario80.

  3. El poeta de Avellaneda no sólo posee una capacidad inigualable a la hora de la escritura, sino que se autoproclama “mejor cebador de mates que Arano”. Ante la lesión de inmensidad de defensores en el presente torneo, que deja abierto el libro de pases de River, fue convocado a una prueba por el entrenador Matías Almeyda, pero fue rechazado por unanimidad en el cuerpo técnico al olvidarse la yerba mate en su casa.

  4. El poeta de Avellaneda se jacta de haberse levantado minitas récitandole al oído relatos de Costafebre, tanto en discotecas como en filiales de San Lorenzo. Su última novia, más cercana al thread de “Alguna vez bagalleaste…” que de la revista Playboy, lo encontró infraganti abrazado a una gigantografía de Caselli, y sin dudar, lo abandonó por un geek que conoció en el Bafici.

  1. El poeta de Avellaneda es un tipo completamente pacífico. No le canta a la policía, y versiona su enojo hacia Passarella de la siguiente manera:

[i]Passarella, te quiero decir algo
A ver si te das cuenta, que el socio está enfadado

[/i]Claramente, en la San Martín Alta, recibe risas y miradas extrañadas de la multitud como respuesta, como también, innumerables improperios por no cantar a la par del resto de la hinchada.

  1. El poeta de Avellaneda vive de cerca la lucha del presidente Cantero contra la barrabrava del club Independiente. Esto se debe a la cercanía del estadio en la cual se encuentra la casilla en la que reside temporalmente (tiene problemas con sus dueños legítimos) y las malas lenguas señalan que fue quien le otorgó clases particulares de Lengua y Literatura a Bebote.

  2. El poeta de Avellaneda se apena por el energúmeno que escribe en las cuentas oficiales del club en Facebook y Twitter, y como el mejor de los útopicos, sueña con su reemplazo por algún escritor noble, con el premio Nobel de Literatura como requisito excluyente. Lamenta que Gabriel García Márquez no se encuentre en condiciones físicas y mentales para postularse al cargo, y ha llegado a un acuerdo económico con Mario Vargas Llosa, frustrado ante la insistente oposición de @Millonario80.

  3. El poeta de Avellaneda no sólo posee una capacidad inigualable a la hora de la escritura, sino que se autoproclama “mejor cebador de mates que Arano”. Ante la lesión de inmensidad de defensores en el presente torneo, que deja abierto el libro de pases de River, fue convocado a una prueba por el entrenador Matías Almeyda, pero fue rechazado por unanimidad en el cuerpo técnico al olvidarse la yerba mate en su casa.

  4. El poeta de Avellaneda se jacta de haberse levantado minitas récitandole al oído relatos de Costafebre, tanto en discotecas como en filiales de San Lorenzo. Su última novia, más cercana al thread de “Alguna vez bagalleaste…” que de la revista Playboy, lo encontró infraganti abrazado a una gigantografía de Caselli, y sin dudar, lo abandonó por un geek que conoció en el Bafici.

BetoN? Tresieguet? Una fusión de ambos?

ah…mura

Ojaldre que este puede ser BetoN.

El poeta de Avellaneda no sabe contar.

Veo que BetoN era un usuario ilustre, ¿verdad? Aunque yo no necesito ser discípulo de nadie, soy mi propio maestro.

bienvenido crack!

Es mi segundo thread, no me des la bienvenida. El olvido de parte tuya es una puñalada al corazón.

Cada vez menos graciosos los personajes nuevos.

Lo banco, Maestro

Wolfie, so’ vo’?

hace falta un mr.trololo (?

Me hizo acordar al lucio, solo que sin dislexia…

Lucio hay uno solo

Antes eran cheveres los personajes nuevos.

SIDA