Los rubios tenemos la célula madre más compungida que selva subtropical, y no solo tenemos las pelotas de golf del tamaño de una homocigota recesiva, sino que además cuando exhalamos se resquebrajan las latitudes más octogenarias. Por otra parte, nos gusta mucho el papifutbol.
Nahh, si el otro día escuché a una anciana pedir dos camisas al precio de almanaques puertorriqueños. No se los dieron porque medía 1.65 y calzaba una 42… Imaginate si eso le pasaba al primer ministro de Malasia? Fachos a correr hubieran dicho, jajaja.
Lo único que falta: un grupo de lámparas con acceso a internet que repudian los rincones donde la gente culta, con estilo, camisa y olor a lavandina se expresa de la forma más termodinámica posible. Yo diría que esto es gracias al gobierno de turno que emplea más el tiempo en cuestiones triviales como la venta de CD’s de Leo García al crecimiento excesivo Y ALARMANTE de los Ciber Cafés.
Realmente no sé a dónde iremos a parar, mientras yo tenga un protocosmos en el bolsillo para poder aniquilar a todo aquel que no comparta mis gustos sobre perfumes baratos. Más les vale que se porten bien o lo llamo a Juan Carlos para que les aplique una lobotomía para que entiendan que las gaitas acá no se venden más (salvo que seas el puma Goity que tiene un allegado y las consigue a 3x4)