“Hasta los compañeros de mi hija piden que marquemos a Riquelme”
Juan José López, un Gallina de alma que no se detiene a pensar en su paso por Boca, ya vive el Súper. Acepta que a Román deberán seguirlo de cerca, chicanea al rival y quiere motivar al plantel como lo hacía Labruna: “No hay otro clásico como éste, les tenemos que ganar”.
-Cuántas veces imaginaste que ibas a dirigir un superclásico? -Imaginaba que tal vez me podían convocar. Pero no pensaba en un superclásico, sino en dirigir a River. No en esta situación, que no es normal. Dirigir un partido no era nuestra idea, sino continuar el proyecto de Inferiores que tenemos con Daniel, con Fillol y con Pitarch. Igual, esto nunca se me cruzó por la mente. Pero llegó, está y la asumimos como profesionales. Y en mi caso, como hincha. Es un clásico. Necesitamos que nos vaya bien.
-¿Con qué situación de tu carrera se compara? -Es como cuando el profesor Rodríguez vino al vestuario y me dijo que el lunes llevara el bolso porque iba a concentrar. Ahí pensé en todo el esfuerzo de mis padres. Como en este momento. Hoy no los tengo, pero sé que me acompañan y que están a mi lado. Y que el martes van a estar en la cancha.
-¿Qué es un clásico? -Es un grande contra el más grande. Y como River es el más grande, les tenemos que ganar.
-¿Qué darías por ganar? -Trataré de ser claro, de tener los pies sobre la Tierra, de que la ansiedad no me supere. Tengo experiencia y espero poder volcarles mi tranquilidad a los jugadores para que puedan hacer un buen partido. Y en lo táctico y estratégico, llegarles con el mensaje. Que salgan felices de la cancha. Si ellos salen felices de la cancha, es porque habremos ganado…
-¿Cómo se lo derrota a Boca? ¿Cómo se juega? -Pensando el partido, sin desesperarnos ni dejarnos lastimar. El que se equivoca, pierde. Esperemos que se equivoque Boca.
-¿Cuál es la receta para marcar a Riquelme? -Mi hija de ocho años, que ya entiende un poquito de fútbol, me dijo el otro día: “Papá, en el colegio mis compañeros de River me pidieron que te avise que lo marquen a Riquelme”, ja, ja. No es un misterio tener contracción a la marca sobre él en el sector que sea. Además, Riquelme ya lo sabe: es un tipo inteligente, con experiencia. Va a ser importante que su experiencia no nos supere.
-¿Qué te pidieron tus hijos para el martes? -Juan y Cala son muy hinchas. Ya están viviendo esto a full. Nunca me vieron jugar y van a ir a la cancha. Y no sé si saldrán porque van a estar ahí, van a estar cantando, je.
-¿Hay algún Jota Jota? -Estoy yo adentro, je.
-¿Y además de vos? -No, es diferente. Aparte ya no me acuerdo ni cómo jugaba. Trato de ver cómo es el fútbol actual, los volantes no son los de antes, hay que tener una velocidad mental diferente.
-¿El promedio de River lo tomás en serio o te tiene sin cuidado? -Hay que tomarlo en serio, por eso el partido del martes es importante. Y al DT que le toque estar deberá pensar en los partidos que quedan. Acá no te podés relajar. No es ganarle a Boca y ya está. Es ganar y seguir trabajando… Tenemos que trabajar en función del partido a partido. Quedan seis fechas y otro torneo en el que hay que aspirar a salir de esta situación y pelear el título.
-¿Te motivabas para jugar contra Boca? -Sí, sí. Yo me crié en River, era una motivación especial. No hay otro clásico como éste, y eso que participé en casi todos: estuve en Central, Racing de Córdoba, Talleres, Belgrano, Unión… No es lo mismo. Del superclásico no habla ni una provincia ni el país. ¡Habla el todo el mundo! -¿Se juega sobre todo con el corazón? -El corazón hay que tenerlo caliente. Pero que no pase lo que me pasó a mí: actué con el corazón y no con la cabeza. Debés tener la mente fría para pensar el partido y trabajarlo.
-¿Es especial enfrentar a Borghi, por tu relación y por lo que le puede pasar si lo derrotás? -Yo siempre diferencio el trabajo con la amistad. La amistad siempre va a quedar. A lo mejor va a seguir creciendo. Sé cómo piensa Bichi, lo trataremos de ganar de ambos lados. Pero no va a hacer mella en nuestro afecto y cariño.
-¿Te costó la etapa que viviste en Boca? -En este momento no tengo tiempo de pensar eso. Porque sólo estoy abocado al partido…
-¿Es una revancha? -No, no tengo revancha. A lo mejor es un gran momento de mi vida. Lo que pasó, pasó, veo el futuro.
-¿Ni siquiera porque nunca le ganaste como DT? -Bueno, son momentos. Me tocó jugar con equipos que si te muestro lo que tenía Boca… Nosotros teníamos 12 futbolistas y debíamos atarlos con alambre. Ahora estamos mano a mano. Acá no hay ventaja para nadie.
-¿Te llegaba el sentimiento anti-Boca que reflejaba Angel Labruna? -Sí. Resulta que en Talleres llegamos a coincidir Pedro González, el Chino Coudannes, Jorge Bianco, Artico, la Pepona Reinaldi, el Puma Morete, y yo. Y nos tocaba jugar contra Boca. Esa mañana, Angelito nos llamó y nos dijo: “Esto no es Talleres-Boca, esto es River-Boca. Así que ustedes saben lo que tienen que hacer”. Eso te marca para toda la vida. Entramos a la cancha y a los dos minutos ganábamos. Es que teníamos la camiseta de Talleres, pero abajo sentíamos la de River.
-¿Vas a recurrir a la misma frase en la charla? -Dios quiera que con algún mensaje, o con alguna palabra, les pueda transmitir eso a nuestros jugadores. Como hacía Angelito.