Almeyda: “Estoy convencido de que voy a devolver a River a Primera”
22/07/11 Dice que está preparado para dirigir en la B Nacional. Reconoce que la exigencia para el equipo va a ser el doble, pero que “si trabajamos como quiero, creo que tenemos chances de subir enseguida”.
Matías Almeyda recibe a Clarín en su departamento del complejo RCT de Chapadmalal. Es un lugar más bien pequeño, sin lujos de ningún tipo. En una mesa hay una computadora personal de color blanco, un paquete de cigarrillos Marlboro (al finalizar la entrevista, el Pelado encenderá uno), una pila de diarios, un termo, una pava y un mate que el anfitrión compartirá generosamente. Confiesa que está “muy cansado” por el exigente ritmo de la pretemporada y dice, en tono de broma: “Ahora tengo que laburar de verdad”.
El técnico de River se ríe, pero cuando habla del descenso a la B Nacional se lo nota todavía dolido, golpeado como un hincha más. Como lo que es, en definitiva. “ La herida quedará por siempre; ahora hay que tratar de que la cicatriz se vaya achicando. Y soy optimista, eh”, avisa.
¿No te da miedo que la potencial revancha se transforme en un bumerán? Yo digo que estoy preparado. Si no, no hubiese aceptado. Ya hoy en lo único que se piensa es en ascender y en salir campeón. Y sé que esto es largo y va a ser difícil, pero confío mucho en el plantel y estoy convencido de que voy a devolver a River a Primera. Creo que trabajando como quiero, tenemos posibilidades de subir enseguida. Pero habrá que tener mucha tranquilidad, mucha paciencia y tolerancia entre nosotros.
¿A qué te referís? A que si River siempre exigió ganar todos los partidos; ahora esa exigencia va a ser el doble. La gente va a querer que River vaya primero con cinco puntos de ventaja y que en diciembre ya esté en Primera. Depende de nosotros sacarles esa presión y que puedan tener ese oxígeno mental que se necesita en estos casos. Tenemos que ser inteligentes para no caer en esa tentación de salir a buscar los partidos a lo loco. Llevará trabajo, pero confío mucho en lo que estamos haciendo.
¿River va a jugar igual en todas las canchas o de visitante no van a buscar tanto, como con J.J. López? Me acuerdo que en el 96 ganamos la Libertadores jugando diferente de visitante. Esa vez salió bien y esta vez no salió tan bien. Quiero lograr un funcionamiento casi mecánico del equipo, no voy a cambiar mucho. Mi idea va a ser siempre la misma. Buscaré la manera de expresar lo que sentía como jugador. Y a eso agregarle más técnica, más juego.
No quedó claro si cuando salgas de Núñez te vas a cuidar más.
Todos los partidos van a ser parecidos porque a River lo van a esperar. En el último torneo, la gran mayoría esperó a River y le jugó de contra.
Hasta las últimas cinco fechas, River aguantó bien así. Las últimas cinco entramos en desesperación y quedamos mal parados muchas veces. Sabemos que tenemos que atacar, pero estar bien cubiertos atrás con la idea de mantener el arco en cero.
Pero el principal déficit del equipo fueron la falta de juego y de gol.
Sí, sí. En realidad, los refuerzos que trajimos son pensando en esas cuestiones. Sánchez y Aguirre son volantes que pueden aportar sorpresa y llegada. Están Cavenaghi y el Chori Domínguez. Ya hay un cambio. Estábamos bien parados atrás, pero llegábamos con poca gente al área rival. Quiero que los jugadores de ataque sean flechas y estamos trabajando mucho en eso, con una preparación física de mucha intensidad. No estamos haciendo pasadas, como es habitual, sino todas acciones de partido con muchas repeticiones. Los volantes que tengo pensado poner por afuera van a marcar una diferencia.
¿Hablás de Carlos Sánchez y de Roberto Pereyra? No, aún no doy nombres. Casi no hicimos fútbol. Ya les dije a los jugadores que quiero que vuelva la cultura del entrenamiento y que el puesto se gane en las prácticas. Quiero lograr que lleguemos con sorpresa y sobre todo por afuera.
Vas a jugar con un 4-4-2. Si tuvieras un enganche de primer nivel, ¿igual jugarías con ese dibujo? El 4-4-2 es sólo un dibujo porque a la hora de que empiece a rodar la pelota quiero mucha movilidad. Y dentro de esa movilidad está ese desorden que desorienta mucho a los rivales. El tema es armar un 4-4-2 cuando se pierde la pelota. A la hora de jugar, me gustan las libertades. Cuando jugaba les decía a algunos compañeros que no se hicieran problemas, que yo corría por ellos. Nunca quise que los delanteros desgastaran muchas energías porque deben tenerlas para resolver arriba. Sí quiero que ayuden al equipo. Y eso se logra con las líneas cortas y sacando a la defensa para que los espacios para los delanteros sean cortos.
¿Tu River apretará bien arriba? Eso depende de los partidos, pero la idea es hacer pressing en diferentes sectores. Eso marca diferencia. Si recuperás en campo rival, podés lograr acciones de gol rápidamente. Si recuperamos en nuestro campo, habrá que tener mucho volumen de juego y movilidad. El campeonato es largo y contra River se van a jugar todos un partido especial.
Muchos desconfían de vos porque recién arrancás. Y además dicen que no conocés a la B Nacional.
Eso vienen diciendo, pero los equipos están cambiando entre siete y ocho jugadores, y algunos más. Vimos partidos, pero hay que verlos nuevamente porque cambian los jugadores y los sistemas. Ya sabemos que el Nacional B es duro, pero jugando bien al fútbol se puede ganar. El mejor ejemplo es Rafaela. Fue el que mejor jugó al fútbol y sacó una diferencia grande.
¿Vas a apostar a eso, entonces? Sin dudas. Históricamente, River hizo la diferencia jugando bien al fútbol. Teniendo la pelota, jugando con paciencia. A eso apunto. River perdió un poco eso en los últimos años y hay que volver a empezar.
¿Tu condición de ídolo te va a dar más crédito con el hincha? El sentimiento que tengo hacia este escudo y hacia el hincha van a quedar siempre en mi corazón. Viví cuatro años fuera del fútbol y sufrí, y el hincha de River me devolvió la sonrisa. Ahora paso a otra vereda. Lamentablemente esto es fútbol y el cariño se puede llegar a ir en dos meses, pero nadie me quita lo bailado. Ahora empiezo una nueva carrera. Ojalá que sea parecida a la que fue como jugador. El tiempo lo dirá.
“La sinceridad es clave: ser claro e ir de frente”
[LEFT]Es la hora de la siesta, pero Almeyda resigna tiempo de descanso con la mejor predisposición. Entre mate y mate que él mismo ceba, se prende con Clarín en el ida y vuelta que apunta a sus primeras vivencias como entrenador.
¿Cómo va la transición de jugador a técnico? Bien, bien. Conocerán otro Almeyda, distinto al que era jugador: más tranquilo y más pensante. Será un año de muchas presiones y la tranquilidad debe ser fundamental. Sí digo que es una sensación extraña por lo que pasó, pero lo tomo con alegría y con fuerza. Es todo nuevo y uno trata de que el margen de error sea mínimo. Pero cuento con un grupo de trabajo muy bueno y eso hace que se simplifique el tema.
Tratás de estar en todos los detalles. ¿Sos un técnico obsesivo? No, no. Hay que trabajar, aunque eso tampoco te garantiza nada porque el fútbol está inventado. Dedicándole horas por ahí achicás el margen de error, pero después definen los que juegan. Soy bastante humano en ese sentido. Me gusta la seriedad y el compromiso, pero con un término medio. La exigencia tiene que ser en el entrenamiento, en la vida personal y profesional de cada uno.
¿Cómo te estás manejando con jugadores que hasta hace poco eran tus compañeros? Lo primero que les dije fue que debemos tener respeto mutuo. Con muchos de ellos tenía mucha relación. Ibamos a comer, hacía asado y venían con su señora. Como les dije, empieza una nueva etapa en mi vida, en la cual debo tomar decisiones, y ellos también lo entendieron así. Venimos bien. La sinceridad es importante en esto: ser claro e ir de frente.
¿Cómo se le dice a un jugador que va a quedar afuera del equipo? Aún no me tocó, pero lo voy a tomar con la sinceridad de explicarle por qué estoy eligiendo a otro. Cuando hablamos la primera vez, dije que iba a jugar el que mejor viera en las prácticas, el que tenga una mejor predisposición para entrenarse, de escuchar a toda la gente que me acompaña y, por supuesto, el que mejor rinda.
¿Por qué a Ortega no lo quisiste como jugador? Con Ariel fui claro. Lo respeto, lo quiero, lo conozco desde los 15 años. Cuando volví al fútbol compartí la habitación con él. Tanto que cuando él se fue no concentré más con nadie. Pero pensé que iba a ser más positivo en el cuerpo técnico, por lo que representa él y la motivación que le puede dar a un joven. Consideraba que su carrera por una cuestión de edad puede durar seis meses, un año más, y que era el momento para iniciar esto juntos. Pero no aceptó porque quiere jugar. Lo entendí y listo, no hay ningún problema.[/LEFT]