Yo siempre lo analizo desde la cuestión fáctica y también temporal. Te lo pongo con un ejemplo.
Si River o cualquier otro equipo pierde una final de Libertadores o Sudamericana en un determinado año, tiene hasta el año que viene para redimirse.
En el caso de la Selección Argentina, hay un proceso de cuatro años, en donde en ese lapso pasa de todo. Llegas a una final del mundo y no se puede decir livianamente “el próximo mundial lo ganamos”. Pasan cuatro años en esa búsqueda de revancha, y también pasa mucha agua debajo del puente. Se nos va la vida en esa búsqueda de revancha.
Además, la Selección nos representa a todos, independientemente del jugador que esté, y no se le puede desear el mal, pese a que podemos estar de acuerdo o no con que tal o cual jugador debería/no debería jugar.
Además, y seamos honestos, la mayor idolatría que se gana un jugador a nivel mundial, es con su labor en la Selección, salvo algunas excepciones como Messi, Iniesta, Xavi, Ronaldo, Cruyff … donde brillaron en clubes/selección.
No caigamos en las termeadas. Sino, vamos a parecer como esos hinchas del Madrid que le festejan a Vinicius eso de enrostrarnos sus Champions “ganadas”.
A quien le interesa la Champions que cuando te tocó representar a tu país, hacés sapo?
La importancia de la Selección va infinitamente más allá que el sentimiento hacia un club. Además, te permite hermanarte con la otra persona que, por más que sea de otro club, te abrazas incondicionalmente cuando alguien de la Selección hace un gol.
Muero por ver a Messi siendo bicampeón del mundo, por encima de todo.