Ariel Arnaldo Ortega
Ariel Arnaldo Ortega
Que tardecita dios mio…
Marchando para el campeonato… rompiendo culos… luego le echamos tres polvos a los bosteros…
que equipo, que camiseta!
que buen equipo era river en ese momento
Que equipazo agarraste Aguilarcha y que equipito dejaste… dirigía Griguol a Unión, no?.
RIVER 6 - UNION 0: EL EQUIPO DE RAMON DIAZ SIGUE COMO UNICO PUNTERO DEL CLAUSURA
Con la batuta de Ortega, River apabulló a Unión con lujos, fútbol y goles
El Burrito fue imparable para el endeble Unión: convirtió 4 veces y manejó a River con toda su habilidad. Cavenaghi gritó un doblete propio. La superioridad del líder del torneo fue abrumadora.
Horacio Pagani. DE LA REDACCION DE CLARIN
Hay partidos, goleadas, festivales futboleros, que valen más que el estruendo del resultado: provocan ilusiones ópticas. Por ejemplo, un equipo (River) que es capaz de superar a otro participante del mismo torneo (Unión) con tanta facilidad, con despliegue de certezas y lujos, con goles variados, con derroche de jugadores y cambios, no puede tener otro destino que el de campeón. Y la misma ilusión (al revés) podría indicar que un equipo que va a buscar un resultado conveniente (por caso un empate milagroso) a la cancha de su adversario, con una mentalidad defensiva, un esquema defensivo, un solo delantero y una doble línea de cuatro defensiva, y pierde por 6 a 0, y el primero de los goles recibidos tiene mapa de contraataque (pelotazao de Coudet para que Ortega defina libre de marcas), tiene futuro de abismo. Pero el fútbol no es una ciencia exacta, se sabe. Y no puede regirse por ilusiones ópticas. Apenas van tres fechas de este Clausura. Habrá que ver el agua que corre, en uno y en otro sentido, para los dos. Aunque River tiene derecho a creer. Y Unión, el deber de aprender, desde la moraleja, cuánto más se pierde desde la mezquindad.
Cuando se produce una desigualdad como la de ayer, no hay mucho para explicar. De pronto explota un hecho excepcional: Ariel Ortega, delantero por característica (pique-freno-amago-habilidad) pero no goleador de estirpe, anota cuatro tantos. Nada menos. Uno de penal, cierto. Pero con astuta definición en los dos primeros y un remate formidable desde afuera, en el último. Y redondea su actuación, después (cuando Esnaider entró por D’'Alessandro), con despliegue de aptitudes en el armado, en tres cuartos de cancha. Función completa. Como para explicar, por las dudas, que tiene las luces encendidas con vistas al Mundial.
El planteo de Carlos Griguol quedó en evidencia en cuanto la pelota entró a rodar: mucha gente en campo propio en actitud de espera. Algo más adelante, Israelevich. Y allá lejos, solo, Reggi… River no lo lastimó durante un largo rato. Buscaba con calma, hacía circular la pelota, con Ledesma como pivote. Y con el desplieuge incansable de Coudet por la franja derecha. La contundencia proclamada no aparecía. En realidad, hasta ahora, había sido más numérica que respaldada con juego (apenas una ráfaga final en el primer choque contra Talleres, una frustración en el segundo, por la Copa, y una aparición en el encuentro ante Huracán, pero después de un penal, tras una jugada polémica, que costó la expulsión del arquero Ríos). Sin embargo, siete goles en dos partidos impresionan. Y deben haberse impresionado Griguol y Unión. Por eso, tanta precaución.
La función comenzó con un largo pelotazo de Coudet para Ortega, está dicho, tras un quite de Ledesma a Israelevich. Y lo curioso es que el Burrito picó libre, perseguido por Mazzoni, desairando al orden defensivo. Nada serio había pasado hasta entonces. Lo serio vendría enseguida. No lucía D’‘Alessandro ni aparecía Cavenaghi. Sólo un tiro del pibe-goleador había picado sobre el travesaño. Hasta que una combinación de Cavenaghi y Coudet (estaba en todas) en las cercanías del área permitió otro disparo exacto de Ortega. Dos a cero. Unión no tenía “plan B”. Siguió con la misma postura, pero exhibiendo las filtraciones de su pared de contención. Faltaba el golpe del nocaut. Y lo produjo otra vez Ortega, de penal. La supuesta falta de Raggio a D’'Alessandro, sobre la izquierda, no había parecido verdadera.
El gran festival se desató en el complemento. Se hizo tan fácil para River que el técnico Díaz comenzó a realizar cambios de prueba. Entró Esnaider por D’'Alesandro y luego Claudio Husain por Zapata. Creció Cambiasso. Ortega manejaba la batuta. Todos tocaban, todos buscaban. 4Parecía el éxtasis del fútbol. Ingresó Pereyra por Ledesma y nada cambió. Entonces, entró en acción la faceta goleadora de Cavenaghi. El arquero Fernández dio dos rebotes (uno por remate de Cambiasso y otro por tiro de Pereyra) y el pibe anotó dos goles calcados. Cinco a cero.
Eran cinco y podían ser diez. Pero faltaba el broche de oro. Y el Burrito Ortega lo puso con un impecable remate desde fuera del área. Un aplauso cerrado de la concurrencia fue el premio exacto para su gran rendimiento. Y para la fiesta futbolera que había dado el equipo. Esa que despertó las ilusiones ópticas.
Con la batuta de Ortega, River apabulló a Unión con lujos, fútbol y goles
Mirá lo que te hicieron River, la puta madre…
y antes? alguien se acuerda quien hizo 4 goles antes que Ortega?
Que jugador la puta madre.
Esnaider :lol:
Ni idea, por lo que tengo entendido un jugador marcó 5 en una goleada a San Lorenzo.
Tendría que buscar precisiones pero fue Leopoldo Luque contra San Lorenzo en la decada del 70.
lo que seria el burrito con 6 años menos ,plenitud fisica y todo jugando con el cavegol , DIOS XD
Épocas en donde hacerle seis al rival de turno era moneda corriente…
En la última del Clausura 2001 a Central, ese partido a Unión en la tercera del Clausura 2002, a Estudiantes en La Plata en el Apertura 2002, a Huracán en Patricios en el Clausura 2003.
A lo mejor me olvido de alguno.
Leopoldo Jacinto Luque, otrora atacante millonario
, hizo cinco goles para River en 1976 a San Lorenzo en el Monumental por el torneo Metropolitano, en un partido que finalizó 5-1.
La tarea desarrollada esta noche en Jujuy por Fernando Cavenaghi, responsable de las cuatro conquistas del equipo de Matías Almeyda (4-1), hizo recordar a lo concretado en aquella jornada de febrero, antes del golpe militar que derrocó a María Estela Martínez de Perón.
El “Pulpo” Luque hizo el primero a los 16m. de la etapa inicial. En el segundo tiempo, a los 9m. y una seguidilla de 28m., 30m.y 32m., tras desbordes de Pedro González, ex jugador de San Lorenzo entre 1967 y 1971. Cuando el clásico estaba 5-0 descontó para el Ciclón
, Jorge Olguín, también compañero de Luque en el seleccionado campeón del mundo en la Argentina 1978.
Antes en el tiempo, en abril de 1954, el uruguayo Walter Gómez le hizo cuatro goles a Lanús en la primera fecha del campeonato. Ganó River 5 a 2. Se jugó en el Monumental y todos los convirtió en el primer tiempo y en apenas 22 minutos.
A los 2m., 8m., 13m. y 22m., el uruguayo festejó en forma repetida. Esa tarde debutó otro extraordinario delantero como Enrique Omar Sívori, que hizo el quinto a los 41m. del primer tiempo.
Estaban 5-0 cuando en el segundo tiempo descontaron Juan Carlos Tachi, puntero izquierdo que pasó por Ferro y luego llegó al fútbol italiano en 1956 y el bahiense Urbano Reynoso sobre la hora.
Otro goleador riverplatense destacado fue el puntero izquierdo Oscar Mas, pero en los `60.
El popular “Pinino” hizo cuatro goles en la quinta fecha del Nacional 1969 a Sportivo Desamparados de San Juan. River ganó 7 a 0 en el Monumental y el zurdo de la selección argentina por aquellos días marcó el primero a los 8m. del primer tiempo.
En el segundo y casi sobre el final hubo una ráfaga de Mas, que anotó a los 40m., 44m. y 45m., sucesivamente.
Luque hizo cinco goles en un partido, mientras gomez y mas marcaron - Yahoo!
El 2do gol de Ortega es igual al de Coudet a boca.
Que te hicieron River querido…
Imposible no quererte Ariel
Gracias por todo