Confieso que esta mañana me levanté para ir al dentista (el horario no difirió del usual para ir a trabajar). Cuando llego (puntualmente), la recepcionista me dice que el doctor está varado en la concha de su madre (no se, un lugar del mundo) y que no sabe cuándo llegaría. Me ofreció volver el jueves a la misma hora (cosa que recalqué: la hora) y así haré. Buenísimo: bárbaro, es la vida. Llego, y una estúpida me reclama cosas que ya le envié (y que oportunamente confirmé que hubieran llegado). Si tenía ganas de llorar antes de venir, ahora no se si romper todo (previo envío a la recalcada concha de sus madres a todos) o inmolarme en el edificio y que se vaya todo a la mierda.
De: Secretaría de Consejo Superior [mailto:consejo.superior@unsam.edu.ar]
Enviado el: martes, 05 de abril de 2011 11:05
Para: ‘Graciela Trevisan’
Asunto: RE: Expediente 1108/2011
Ok, Graciela ya los encontré no los envíes.
Saludos, mariana
En tu cara Mariana. EN TU CARA.
Son etapas. La vida es una montaña rusa. Después es solo un recuerdo. Después todo pasará.
Claro. Detesto malgastar energías, así que suelo hacer las cosas de modo que de una sola vez obtenga varios resultados (así tengo la cabeza, no…).