Volvamos a lo que importa, Messi tiene su tema y Di Stefano puede tener todos los que quiera.
“Enzo Francescoli no necesitó ser campeón del mundo para estar entre los más grandes, sin envidiarle nada a ninguno. Y como tipo, el mejor. Lo siento mi amigo”.
P.D: Diego, recibiendo el banderín de cortesía de parte de Enzo, en el Uruguay 2 Argentina 0 en la Copa América disputada en Brasil, en 1989.
"Aquel partido contra Marruecos fue el 20 de abril de 1994, en la cancha de Gimnasia y Tiro.Ganamos 3 a 1 y volví a hacer un gol, de penal: ¡desde el 22 de mayo del '90 que no la metía! Después leí, por ahí, que hacía 1255 minutos que no hacía un gol. Eso también fue una satisfacción, me sentí útil. Me divertí, me divertí tanto que hasta hice jueguito con una naranja que me tiraron desde la tribuna. Tenía programado jugar sesenta minutos, nada más, pero cuando el Coco Basile me hizo la seña del cambio le pedí que me dejara un ratito más. Me sentía fenómeno. Ni yo lo podía creer: tres meses antes, me arrastraba por el piso; ahora, sentía que podía marcar diferencias. Y otra cosa sabía: todo dependía de mí. Para quienes les gusta cuando hablo en tercera persona: Maradona dependía de Maradona.
Faltando quince minutos, el Coco ordenó igual el cambio. Y lo bien que hizo, porque el que entraba por mí era Ortega, Ariel Ortega. Corrí hasta él, chocamos las palmas y le grité: “¡Rómpela, ¿eh?!”.
A Orteguita todos lo creen un boludito, pero yo creo que es muy inteligente. Y no es porque él hable bien de mí… A mí me lo sacaron de la habitación, en aquel grupo, porque en River decían que yo le podía meter en la cabeza algo de… algo de lo que tenía yo, y Orteguita me dijo:
_Yo me quiero quedar en la pieza con vos.
Pero le contesté: “No, no,nene, no… Porque yo me voy mañana y vos tenés que seguir”.
Lo sacó el tartamudo ese de Alfredo Dávicce, que era el presidente de River, por eso fui y le dije a Basile que estaba todo bien, que lo cambiaran de pieza. El Burrito, a mí, me habló como un hombre, sabía todos los problemas que tiene Jujuy con la droga, me habló de todo lo profesional que era y también de todo lo profesional que no era porque se le cantaba el culo: un fenómeno, Ortega.
P.D: Diego, recordando el debut del Burrito Ortega en la Selección, en el mencionado partido contra Marruecos. En la imagen, Diego es reemplazado por Ortega, pero en el partido mundialista contra Grecia, donde Diego marcó su último gol con la selección nacional. Desde esta humilde página, saludamos a este crack que dió el fútbol argentino.