USANDO LAS MISMAS HERRAMIENTAS QUE EL KIRCHNERISMO
El kirchnerismo ha hecho del escrache y el señalamiento a sus “enemigos” una práctica habitual y cotidiana. A su vez, a esa execrable práctica le ha agregado dos factores: la mentira y la exageración. No se trata solo de puntualizar sobre tal o cual persona, sino además ensuciar su honor a través de las más insólitas imputaciones.
Como respuesta a esa (mala) costumbre he optado por hacer lo mismo: contar quiénes son los que atacan la manifestación que aún no se llevó a cabo. Eso sí, lo que revelaré es la pura verdad, no apelaré a la mentira, como sí hace el gobierno.
A continuación, los que intentan desacreditar la marcha del 8 de noviembre:
-Diario Tiempo Argentino: es el diario menos vendido de la Argentina, fundado por Sergio Szpolski, ex tesorero de la AMIA, eyectado por haber robado tres millones de dólares de esa entidad. Sus gerentes son ex agentes de la Secretaría de Inteligencia, destacándose entre ellos Juan José Gallea, ex director de finanzas de la entonces SIDE. La información que brinda ese diario, se nutre de información reservada, lo cual está prohibido.
Jamás se publican denuncias contra funcionarios del Gobierno, solo contra la oposición y los “enemigos del modelo”, generalmente apelando a la mentira. Como contrapartida, es uno de los medios que más pauta recibe del Gobierno. Solo en 2011, percibió $ 46 millones: casi cuatro millones de pesos por mes.
-Diario El Argentino: también perteneciente a Szpolski. Según su sugestiva publicidad, es un diario que “no se vende, se regala” (a confesión de partes, relevo de pruebas). Recibió en 2011 $ 40 millones. Párrafo aparte merece revista Veintitrés, donde se hacen las operaciones de prensa más elaboradas del grupo Szpolski y que percibió cerca de $20 millones.
Un dato: el grupo Veintitrés no existe, Szpolski maneja todo a través de una docena de sociedades “truchas”, algunas de las cuales son manejadas por su propio ex chofer, Ricardo Pace.
-Diario Página/12: no se sabe quién es el dueño, aunque poco importa porque lo maneja el kirchnerismo. Según Jorge Lanata, es el “Boletín Oficial”; es decir, que publica solo lo que le interesa al Gobierno. Sus operaciones de prensa son célebres, destacándose el papelón de los últimos días sobre el supuesto narco comisario Tognoli. Recibió $ 21,7 millones en pauta en 2011, un 38 % más que el año anterior. Como vendió 16.200 ejemplares, el dinero que le dio el Gobierno fue de $ 8,8 por cada ejemplar vendido. Un dato curioso: ese dinero le hubiera alcanzado para comprar toda su tirada si no hubiera vendido ningún ejemplar.
-Diarios UNO y La Capital: ambos pertenecientes al tándem Vila-Manzano, denunciados por estafas reiteradas en los últimos 15 años. Operan cual mafia, especialmente en la provincia de Mendoza, donde manejan recursos de la provincia y usan sus medios para presionar a funcionarios. En 2010, el entonces secretario general de la Gobernación, Alejandro Cazabán, denunció en la legislatura mendocina que el grupo UNO se dedicaba a la extorsión. Diario La Capital de Rosario recibió $ 14,2 millones en los primeros cinco meses del año, 556% más que el año anterior, mientras que los diarios UNO —de Mendoza, Santa Fe y Paraná— recibieron $ 17,1 millones, un aumento interanual del 420%. No hay cifras sobre su circulación.
-Programa 678: se transmite por la TV Pública y se dedica a la injuria y la calumnia a pedido del Gobierno. Le cuesta a los ciudadanos $ 760 mil más IVA por mes (30 mil pesos por programa), además de 50 mil pesos por cada uno de los programas emitidos los domingos. Esto da la friolera de $ 11.520.000 por año pagados por el Estado. Ello a pesar de que no supera los 2 puntos de rating.
Sus columnistas no resisten el archivo: Luciano Galende fue periodista de Canal 13, Orlando Barone trabajó en Clarín y La Nación, Sandra Russo se desempeñó en Radio Mitre, Carla Czudnowsky fue cronista en Canal 13, Carlos Barragán tuvo un largo paso por Radio Mitre, y Cabito Masa Alcántara ni siquiera es periodista. La primera conductora del ciclo, María Julia Oliván, lo abandonó acusando la “radicalización” del programa.
Su producto, Diego Gvitz, fue un célebre menemista que supo decir sin ponerse colorado que “Menem fue el mejor presidente desde Perón”. Pasó del “antikirchnerismo” al “pro-kirchnerismo” sin escalas, aunque abultada billetera mediante.
-Duro de Domar: ídem 678, se dedica a la infamia por pedido de Casa de Gobierno. Su conductor es Daniel Tognetti, quien admitió públicamente no creer más en el periodismo, justo antes de volverse kirchnerista. Su ex jefe Mario Pergolini no se cansa de destrozarlo cada vez que puede, llegando incluso a señalar su ingratitud: “Él se fue de Cuatro Cabezas por sus propios medios. Nadie lo echó. Al año y medio inició una demanda”, sostuvo oportunamente, con enojo.
-Agencia Télam: es la agencia de noticias del Estado, pero el kirchnerismo la transformó en la usina de propaganda del Gobierno. Dirigida por el joven ex gerente de Canal 7 y militante de La Cámpora, Santiago “Patucho” Álvarez, cuyo padre, un ex ministro pampeano fue investigado por enriquecimiento ilícito.
Tal cual reveló en su momento Perfil.com, Télam está copada por camporistas: por caso, la gerencia de Asuntos Legales es controlada por Esteban Carella, la jefatura de Gabinete por Tomas Aguerre, ambos militantes que llegaron desde Aerolíneas Argentinas, presidida por Mariano Recalde, denunciado por cobrar tres salarios del Estado. Su presupuesto anual —pagado por todos los ciudadanos— ascendió en 2011 a $ 321,3 millones, frente a los $ 147,7 del año anterior.
-Aníbal Fernández: senador Nacional, ex jefe de Gabinete de Ministros. Prófugo de la justicia en 1994, debió escapar en el baúl de su automóvil para que no lo capturara la Justicia. Vinculado a diversos escándalos por narcotráfico desde 2004, está severamente complicado en estas horas por el juicio oral que investiga el triple crimen de Gral. Rodríguez de 2008. Gente de su entorno aparece como autores materiales según el fiscal Juan Ignacio Bidone. Principalmente los hermanos Cristian y Martín Lanatta.
-Florencio Randazzo: ministro del Interior y Transporte, aún no pudo explicar su crecimiento patrimonial. Pasó en dos años de $ 1.141.701 en 2008 a $ 1.657.811. Sus bienes destacados son casas y departamentos en su Chivilcoy natal, Mar del Plata y La Plata, que había adquirido antes de ser ministro. Además, tiene acciones en la empresa Agrometal, en una constructora, en un salón de fiestas y en una heladería y confitería. Su auto es un Citroën Xara Picasso.
-Luis D’Elía: dirigente social “rentado” por el Gobierno para diverso tipo de operaciones. Procesado por haber golpeado a un manifestante en el año 2008, admitió haber cobrado un millón de dólares para hacer una contramarcha contra George Bush en el año 2005. Su ostentoso nivel de vida y los sueldazos de sus cuatro hijos en la Anses, fueron denunciados por Jorge Lanata y Perfil.com.
-Cristina Kirchner: es la Presidenta de la Nación más rica de la historia. Su fortuna creció 3.540% en solo 9 años, la cual no pudo explicar hasta el día de hoy. La dirigente de CC Elisa Carrió asegura que tiene 10 mil millones de dólares, lo cual jamás fue desmentido por la mandataria.
A pesar que sostiene que fue una “abogada exitosa”, no existe registro alguno de que se haya recibido jamás como tal. Cristina es también la protagonista principal del mayor escándalo de la historia argentina: la desaparición de los millonarios fondos públicos de Santa Cruz.
La molestia que le ocasionan a la Presidenta las manifestaciones populares, son harto conocidas. Por eso, ha destinado millonarios recursos para desactivarla, llegando al extremo de contratar los servicios de una consultora publicitaria, cuyo dueño supo ser socio del polémico Fernando Braga Menéndez.
Corre con ventaja Cristina, no solo porque cuenta con paladas de dinero contra las que no se puede competir, sino porque maneja todos los recursos informativos del Estado. De esa manera, puede apelar sin límites a la mentira y la tergiversación para atacar a este y otros medios, acusándolos de cuestiones de lo más disparatadas. Eso sí, lo hace solo a nivel mediático, jamás a nivel judicial.
Oportunamente, TDP publicó el listado del descomunal “multimedios K”, el cual asciende a más de 110 medios en todo el país. Hay que reconocer que, al lado de ello, el grupo Clarín ha quedado hecho un poroto.
A esta altura, es imposible no preguntarse: ¿Es para temer al holding del siempre polémico Héctor Magnetto o más miedo puede provocar el poder de la prensa oficialista?
La respuesta la dejo en manos de los inquietos lectores de este portal.
[b]Christian Sanz