El argumento y el guión es el ganador de un concurso realizado por el INCAA, protagonizado por Alejandro Awada y Agustina Cherry, hoy a las 10 y media de la noche
El argumento y el guión es el ganador de un concurso realizado por el INCAA, protagonizado por Alejandro Awada y Agustina Cherry, hoy a las 10 y media de la noche
Vamos a verla, entonces, tengo ganas de engancharme con una ficción. Además está Sancho, famélico, pero hermooooooso :lol:
Hay varios conocidos. Al personaje principal lo veo un poco House (mal llevado con pacientes y compañeros) pero del tercer mundo (atiende en una sala de atención primaria del conurbano y no tiene muchos recursos)
13 capítulos de media hora. Bastante fuertes las características de los personajes.
El protagonista es un médico adicto al trabajo, divorciado, la nueva mujer lo corrió, y debe ir a bañarse y descansar en la casa de su ex
La enfermera tiene un bebé que le ocultó al padre, y anda con el chofer de la ambulancia
El chofer de la ambulancia tiene deudas, parece que de juego, y vive amenazado
La partera estuvo presa por matar a su pareja, a la que encontró abusando de la hija del matrimonio anterior. Le manda plata a la hermana que cuida la hija, pero no se la dejan ver.
Me voy a poner las pilas para verla.
Ahora, mágica internet, me estoy enganchando con una telenovela que tiene todos mis condimentos: es brasilera, el actor es Murilo Benicio (El Clon) y la trama gira en torno al mundo de la moda
Estou feita, cara.
AAAHHH!!!
pero flor de cachengue la novela, no hacemos uno bueno entre todos los personajes…
Es LA VIDA MISMA (?) :lol::lol::lol:
Pasa en la ficción, pasa en todas partes
Sale el bombonazo de Sancho, encima :P:twisted:
Hace un tiempo los personajes de las novelas evolucionaron y dejaron de ser perfectos o villanos todo el tiempo
Migré fue uno de los primeros. Sin ir más lejos “Piel naranja” planteó un dilema ético-amoroso en los protagonistas que dejó a todos con la boca abierta, aunque el final fue “moralizador”, lo que desató la ira de los seguidores.
Las novelas de Migré fueron adaptadas por muchos países, especialmente Brasil y México, y las amoldaron acorde a sus ideologías o estilo de vida.
En la década del 80, Brasil se desprendió del esquema maniqueísta bien/mal e hizo esto que vemos ahora: no trabaja con arquetipos sino con caracteres. La novela más reveladora al respecto fue “PANTANAL” (a mi ver, la mejor) incluyó todo: pasión, compromiso social, cultural, explotación laboral, violencia de género, realismo mágico, raíces, historia.
México continuó con la base maniqueísta porque veía en las telenovelas el producto masivo para reafirmar los valores de una sociedad patriarcal por fuera, matriarcal por dentro y católica. Los personajes representaban conceptos, por eso eran sumamente exagerados (Cuna de Lobos, sin ir más lejos: la bruja con el ojo emparchado). Se permitieron algunas variantes como “Corazón Salvaje” cuya línea era ni más ni menos que el erotismo, especialmente, femenino.
Venezuela siguió un camino similar pero se apoyó demasiado en el romanticismo de Corín Tellado, salvo excepciones como “Leonora” cuya trama giraba en la protagonista abusada sexualmente. A finales de los noventa tomó la tendencia de las novelas colombianas que encontraron en el humor la veta para reafirmar su estilo: Colombia no apuesta a la dupla amorosa como centro de la historia sino al personaje-pueblo (la comunidad), al macromundo, a lo social como eje de la trama.
En nuestro país, después de Migré vinieron novelas que dejaron mucho que desear y otras que marcaron huella como “Venganza de mujer” que, al igual que Leonora y basándose en “Doña Bárbara” , tocó el tema de la violación y la explotación laboral. En los 90´, encontraron un punto interesante que explotarían luego (lástima que ese hallazgo se haya desdibujado un poco con las lágrimas de la siempre sufriente Andrea del Boca) y es tocar lo tabú con la finalidad de promover compromiso; tal fue el caso de Celeste, novela que abordó el tema del Sida. Esa línea se reafirmó con excelentes producciones, ya en el nuevo siglo, como Vidas robadas, por ejemplo. El rasgo más realista y menos idealista se vio tanto en contenido como en lenguaje (resultaba muy chocante, por ejemplo, el uso del tú) y eso permitió no sólo un acercamiento al público (más variado y hasta masculino) sino también, en función de ese público, “descongestionar” la estructura, los personajes, su carácter, su evolución.
A la miércoles, todo un tratado de los culebrones
Consumista nata! No sé cuántas he visto. Cecilia Absatz es una de las autoras que más he consultado sobre el tema, también Eliseo Verón. Es un género que me fascina, me engancha. La lista de mis telenovelas es larga!!! :P. Y me animé a hacer trabajos sobre algunas de ellas, quién te dice que, algún día, los junte y escriba un libro :mrgreen:
Se iba más lejos que “La pícara soñadora” (novela mexicana que dio a conocer, por estos lares, a un bombón llamado Eduardo Palomo)
Recomendable. Awada la rompe.
Sorprendió favorablemente Mariano Torre
Hoy, en media hora, el último capitulo
De lo más crudo que mostró la televisión en mucho tiempo