La cuestión era vencer los obstáculos y terminar. Ese era el mayor triunfo.
Hacer una película de largometraje con practicamente cero pesos es
algo muy difícil.
Pero lo logramos.
No importa si es mala, regular o buena. Importa que la película está terminada.
Comparto con mis amigos de River Plate, simplemente el trailler, que dura,
solo 3 minutos y 1/2.
Gracias por vuestro respeto y consideración.
Ya lo dije, en el Monumental siempre me sentí como en mi casa.
La cuestión era vencer los obstáculos y terminar. Ese era el mayor triunfo.
Hacer una película de largometraje con practicamente cero pesos es
algo muy difícil.
Pero lo logramos.
No importa si es mala, regular o buena. Importa que la película está terminada.
Comparto con mis amigos de River Plate, simplemente el trailler, que dura,
solo 3 minutos y 1/2.
Gracias por vuestro respeto y consideración.
Ya lo dije, en el Monumental siempre me sentí como en mi casa.
José “Pichi” Boldrini, por sexta vez, se encuentra internado en un instituto neupisquiatrico.
El padece esquizofrenia producto de un cuadro desnutrición infantil.
En la actualidad, su hija le usurpó la casa que pertenecían a sus padres, y si le llegan
a dar un par de días libres, no lo deja entrar ni si quiera a la pequeña habitación del fondo,
que es donde vivía, sin baño, sin estufas, sin cocina, y con el techo de chapeas agujereado,
en el momento de filmar “El Letrista”.
Segun me informan, no habría manera legal de romper con la impunidad de su hija,
puesto que alguien que tiene esa clase de enfermedades no tiene ningun derecho sobre
bien mueble o inmueble alguno. O sea que José “Pichi” Boldrini, ahora que goza de
un mínimo prestigio por la presentación de “El Letrista” en el Festival de Cine con Vecinos
de Saladillo, y por algunas notas de prensa, no puede disponer de un intento de vida
mejor. Es un desposeído.