El Fútbol es el Rehén

Leido en Centenario Riverplatense
El Fútbol es el Rehén
Tal cual y como lo indica la definición del vocablo, Rehén es la persona retenida por alguien como garantía para obligar a un tercero a cumplir determinadas condiciones.
En este caso la persona está representada por un deporte popular que despierta pasiones multitudinarias llamado Fútbol.
Esta es la triste verdad del conflicto que ocupa a gran parte de la opinión pública y autoridades, tanto propias del deporte como empresariales y hasta nacionales.
Lo cierto es que mas allá de que este fin de semana comience el campeonato, el Fútbol sigue siendo el Rehén de grupos de poder que pugnan por el rescate que pagamos todos, cualquiera sea el mecanismo que los actuales depositarios instrumenten para “¿encausar?” el conflicto.
El avance estatal sobre el fútbol es el renglón más audaz y, acaso, maquiavélico de la receta que Cristina y Néstor Kirchner decidieron para evitar el derrumbe final de su poder. Como parte del mismo programa, analizan enviar al Congreso en los próximos días un proyecto que regula los “servicios audiovisuales”, más intervencionista que la ley de la última dictadura, que viene a reemplazar.
Con el fútbol, los Kirchner sí se muestran innovadores. Respecto de sí mismos y de su inspirador populista. Al menos a Chávez no se le ocurrió todavía estatizar el béisbol. En cambio, la Presidenta y su esposo han decidido que el fútbol quede incorporado a la política conectando su negocio al presupuesto nacional. El sector público adquiriría por $ 600 millones -es la cifra que trascendió hasta ahora- los derechos para televisar ese deporte, cuyos principales ingresos provendrían, entonces, del fisco. El Estado pasaría a controlar de este modo el principal insumo de la industria mediática.
El contrato entre la AFA y la empresa Televisión Satelital Codificada -de Torneos y Competencias y el Grupo Clarín- ha sido siempre un misterio para los clubes. La empresa, además, se contrató sin siquiera una licitación. Por eso cualquier acuerdo que reemplace aquel convenio parece, sólo por ser distinto, mejor. Pero la antipatía que despierta este sistema, opaco y amañado, no debería convertir en verdades algunas falacias.
La primera es la que afirma que el consumo de fútbol por TV, por las emociones que despierta, es un derecho universal que debe ser garantizado por el Estado. Como si los constituyentes se hubieran olvidado de agregar a la enumeración del artículo 14 bis el acceso gratuito a ese espectáculo.
La estatización del fútbol puede conceder a Grondona y a sus sucesores -si es que algún día aparecen- un poder del que ni Hugo Moyano ni el piquetero más intransigente disfrutan en estos días. ¿Qué presidente puede resistir que un campeonato se suspenda hasta que el Gobierno les destine más dinero a los dirigentes del fútbol? ¿Existe un piquete o una huelga más eficaz? Es el peligro de “garantizar la pasión” con recursos públicos.
(SIC La Nación 17-08-09)
He querido tomar esta nota como referencia ya que enmarca con bastante objetividad la situación del conflicto y digo bastante y no toda porque trataré de señalar algunos aspectos que no son tan estrictos como los plantea el o los autores de la publicación, pero vayamos en orden.
Tal vez no está del todo mal que el Gobierno, cuidado no confundir con el estado, haya intervenido para terminar con un monopolio de dudosa legitimidad pero esto no quiere decir, como reza la nota, que ha sido siempre un misterio para los clubes ya que oportunamente los clubes aprobaron el convenio de AFA con T y C y TSC en sus respectivos estamentos de Comisión Directiva y Asamblea de Representantes de Socios a quienes previamente se le dio copia del contrato para su evaluación y aprobación o rechazo.
También es cierto que hubiera sido mas prolijo que alguno o todos los clubes involucrados si consideraban este contrato monopólico y leonino o no lo hubiesen aprobado oportunamente o se hubiesen presentado ahora ante la justicia para, dentro del marco legal, pedir su revocación o reconsideración, ejemplos sobran.
Por último también le caben a la AFA las generales de la ley ya que en su momento negoció, en representación de los clubes involucrados, con un grupo empresario celebrar un convenio sin concurso público como debería, en rigor de verdad el contrato llegó, por lo menos a River, ya aprobado, por mas que tuvimos oportunidad de leerlo y analizarlo si bien algunos generamos oposición y planteos mas convenientes para el club la aprobación fue un trámite ya que la CD lo había hecho por unanimidad y los representantes del oficialismo de turno levantaron la mano como quien está parando un taxi.
Como de costumbre en nuestro bendito país nos resulta mas fácil la actitud paternalista de que alguien decida por nosotros y después si no estamos conformes protestamos.
Ahora aparece como solución otra figura patriarcal, El Gobierno Nacional, y bajo el lema de que la pasión por el fútbol es un derecho universal que debe ser garantizado por el estado hace uso de su fuerza colectiva, se reúne con el presidente de AFA y supuestamente resuelve el conflicto y digo supuestamente porque esto es, hasta ahora, solo discurso
No hace falta ser muy inteligente para saber que hay muchas pasiones sociales que no son el fútbol, y no me parece útil alimentar una polémica en la que parte de la sociedad, con todo derecho, pueda sentirse discriminada.
Pero no está en mi analizar las cuestiones de motivación del gobierno y tampoco estoy de acuerdo en que el mando apela a esta medida para, como dice la nota, “evitar el derrumbe final de su poder”, ni el poder del gobierno se derrumba ni su ingerencia en el fútbol lo atempera, las sociedades modernas son lo suficientemente dinámicas para que ciertas cosas ocurran y a la semana sean historia de la que pocos se ocupan, para bien y para mal.
Lo que si debe interesarnos, por lo menos a los socios de River, aceptando todo ese condimento de pasión y situaciones enfrentadas es donde colocarnos nosotros.
La televisión es parte de los recursos económicos de un todo que mantiene la práctica profesional de un deporte como el fútbol con toda su problemática y sus exigencias.
Tenemos venta de entradas, cuotas sociales, merchandising, publicidad, vendemos jugadores, compramos jugadores, pagamos sueldos primas y premios, gastamos en viajes, concentraciones, mantenemos deportes no profesionales, pagamos seguridad en el estadio, empleados etc. etc. etc.
Las noticias dicen que el Gobierno le dará a la AFA una suma de dinero y retendrá para sí los recursos de televisión como contraprestación con la erogación que le carga al fisco, pero yo pregunto y el resto, todas las cuestiones enumeradas en el párrafo anterior y las que seguramente faltan ¿Quién se hace cargo? Obviamente me contestarán que cada club.
Entonces por qué no dejamos que cada club negocie por si mismo con los que quieran comprar el espectáculo y de esta forma no nos vemos en la obligación de conformarnos con lo que papá AFA o Gobierno deciden que nos corresponde.
Y a esta altura me hago otra pregunta que porcentaje de los recursos que garantiza el gobierno le tocará a River, sin ser peyorativo, lo mismo que a Arsenal o Argentinos Juniors.
Los de River me dirán que somos los que mas aportamos al espectáculo pero los de Argentinos Juniors me pueden contestar que el jugador mas importante de los últimos tiempos salió de sus inferiores y los de Huracán que jugaron el juego mas atractivo para el público en el último torneo y la fila es larga, cierta y atendible, entonces bajo este concepto si somos todos hijos del mismo padre no tenemos porqué recibir mas o menos que los otros.
Da la sensación que vuelven a equivocarse y con un compromiso a diez años, Dios no lo quiera pero que pasa si el estado debe enfrentar una Emergencia Nacional, como ha sucedido, y no dispone de los recursos para cumplir con su propuesta, va a tomar los recursos de los jubilados o de educación o salud o seguridad para que no se pare el fútbol porque los futbolistas no cobran sus contratos o agremiados sus aportes porque los derechos de televisión no llegan a los clubes, y lo que es peor quien garantiza que por lo menos algunos clubes no seguirán despilfarrando ahora sumas mayores.
No es Apocalipsis ni buscarle la quinta pata al gato además con la variedad problemática que debe soportar un gobierno es muy probable que esta u otra contingencia ocurra.
Entonces porqué no cortar por lo sano, la AFA y todos los clubes asociados se equivocaron en la oportunidad en que cedieron a una empresa los derechos de TV, hoy cuentan con el arbitraje del gobierno con todo su poder para colaborar en la revisión y romper un compromiso malicioso, que es una concesión extraordinaria ya que en todo caso lo que debería hacer el gobierno es someter a la justicia a todos los responsables de tal imprevisión, por no decir malversación generada por actitudes sospechosas de corrupción.
Como contrapropuesta a todo lo que se ha intentado hay una sola forma de encarar una solución definitiva y es que cada uno cumpla con su función.
La AFA organizando los torneos y sus reglamentos, que de por si es bastante complejo, además de la representación internacional.
El estado cumpliendo con su rol de legislar, si es necesario, proveer las necesidades que sí dependen del mismo y auditar a través de sus organismos existentes, como la Inspección General de Justicia, para evitar que se repitan los errores que llevaron a la actual situación
Por último los clubes cuyas comisiones directivas deberán asumir el beneficio de negociar todo el potencial de su producto y la obligación de cumplir con leyes nacionales, estatutos institucionales, reglamentaciones y contratos.
De otro modo el Rehén seguirá siendo el Fútbol, el espectáculo que en definitiva es mantenido por el que lo consume, todos los demás viven de este espectáculo, hasta la mayoría de los modernos directivos aunque sean sociedades sin fines de lucro utilizan chicanas para morder algo, o mucho.
Los socios de River tenemos tres objetivos por los que luchar y exigir, de ser necesario.
[ul]
[li]Rechazar cualquier tipo de intervensionismo de la AFA o el Gobierno Nacional en la toma de decisiones que afecten nuestro patrimonio.[/li][li]Exigir a las actuales autoridades no aprobar ningún convenio que exceda su mandato que expira en Diciembre próximo y así evitar que la autoridades que surjan de los próximos comicios se vean comprometidas en su función.[/li][li]Revisar muy bien que cualquiera sea el candidato que pensamos votar en Diciembre garantice el resguardo patrimonial y la capacidad de autodeterminación para, en el futuro, NEGOCIAR POR NOSOTROS MISMOS.[/li][/ul]Héctor Bacci

Leido en Centenario Riverplatense
El Fútbol es el Rehén
Tal cual y como lo indica la definición del vocablo, Rehén es la persona retenida por alguien como garantía para obligar a un tercero a cumplir determinadas condiciones.
En este caso la persona está representada por un deporte popular que despierta pasiones multitudinarias llamado Fútbol.
Esta es la triste verdad del conflicto que ocupa a gran parte de la opinión pública y autoridades, tanto propias del deporte como empresariales y hasta nacionales.
Lo cierto es que mas allá de que este fin de semana comience el campeonato, el Fútbol sigue siendo el Rehén de grupos de poder que pugnan por el rescate que pagamos todos, cualquiera sea el mecanismo que los actuales depositarios instrumenten para “¿encausar?” el conflicto.
El avance estatal sobre el fútbol es el renglón más audaz y, acaso, maquiavélico de la receta que Cristina y Néstor Kirchner decidieron para evitar el derrumbe final de su poder. Como parte del mismo programa, analizan enviar al Congreso en los próximos días un proyecto que regula los “servicios audiovisuales”, más intervencionista que la ley de la última dictadura, que viene a reemplazar.
Con el fútbol, los Kirchner sí se muestran innovadores. Respecto de sí mismos y de su inspirador populista. Al menos a Chávez no se le ocurrió todavía estatizar el béisbol. En cambio, la Presidenta y su esposo han decidido que el fútbol quede incorporado a la política conectando su negocio al presupuesto nacional. El sector público adquiriría por $ 600 millones -es la cifra que trascendió hasta ahora- los derechos para televisar ese deporte, cuyos principales ingresos provendrían, entonces, del fisco. El Estado pasaría a controlar de este modo el principal insumo de la industria mediática.
El contrato entre la AFA y la empresa Televisión Satelital Codificada -de Torneos y Competencias y el Grupo Clarín- ha sido siempre un misterio para los clubes. La empresa, además, se contrató sin siquiera una licitación. Por eso cualquier acuerdo que reemplace aquel convenio parece, sólo por ser distinto, mejor. Pero la antipatía que despierta este sistema, opaco y amañado, no debería convertir en verdades algunas falacias.
La primera es la que afirma que el consumo de fútbol por TV, por las emociones que despierta, es un derecho universal que debe ser garantizado por el Estado. Como si los constituyentes se hubieran olvidado de agregar a la enumeración del artículo 14 bis el acceso gratuito a ese espectáculo.
La estatización del fútbol puede conceder a Grondona y a sus sucesores -si es que algún día aparecen- un poder del que ni Hugo Moyano ni el piquetero más intransigente disfrutan en estos días. ¿Qué presidente puede resistir que un campeonato se suspenda hasta que el Gobierno les destine más dinero a los dirigentes del fútbol? ¿Existe un piquete o una huelga más eficaz? Es el peligro de “garantizar la pasión” con recursos públicos.
(SIC La Nación 17-08-09)
He querido tomar esta nota como referencia ya que enmarca con bastante objetividad la situación del conflicto y digo bastante y no toda porque trataré de señalar algunos aspectos que no son tan estrictos como los plantea el o los autores de la publicación, pero vayamos en orden.
Tal vez no está del todo mal que el Gobierno, cuidado no confundir con el estado, haya intervenido para terminar con un monopolio de dudosa legitimidad pero esto no quiere decir, como reza la nota, que ha sido siempre un misterio para los clubes ya que oportunamente los clubes aprobaron el convenio de AFA con T y C y TSC en sus respectivos estamentos de Comisión Directiva y Asamblea de Representantes de Socios a quienes previamente se le dio copia del contrato para su evaluación y aprobación o rechazo.
También es cierto que hubiera sido mas prolijo que alguno o todos los clubes involucrados si consideraban este contrato monopólico y leonino o no lo hubiesen aprobado oportunamente o se hubiesen presentado ahora ante la justicia para, dentro del marco legal, pedir su revocación o reconsideración, ejemplos sobran.
Por último también le caben a la AFA las generales de la ley ya que en su momento negoció, en representación de los clubes involucrados, con un grupo empresario celebrar un convenio sin concurso público como debería, en rigor de verdad el contrato llegó, por lo menos a River, ya aprobado, por mas que tuvimos oportunidad de leerlo y analizarlo si bien algunos generamos oposición y planteos mas convenientes para el club la aprobación fue un trámite ya que la CD lo había hecho por unanimidad y los representantes del oficialismo de turno levantaron la mano como quien está parando un taxi.
Como de costumbre en nuestro bendito país nos resulta mas fácil la actitud paternalista de que alguien decida por nosotros y después si no estamos conformes protestamos.
Ahora aparece como solución otra figura patriarcal, El Gobierno Nacional, y bajo el lema de que la pasión por el fútbol es un derecho universal que debe ser garantizado por el estado hace uso de su fuerza colectiva, se reúne con el presidente de AFA y supuestamente resuelve el conflicto y digo supuestamente porque esto es, hasta ahora, solo discurso
No hace falta ser muy inteligente para saber que hay muchas pasiones sociales que no son el fútbol, y no me parece útil alimentar una polémica en la que parte de la sociedad, con todo derecho, pueda sentirse discriminada.
Pero no está en mi analizar las cuestiones de motivación del gobierno y tampoco estoy de acuerdo en que el mando apela a esta medida para, como dice la nota, “evitar el derrumbe final de su poder”, ni el poder del gobierno se derrumba ni su ingerencia en el fútbol lo atempera, las sociedades modernas son lo suficientemente dinámicas para que ciertas cosas ocurran y a la semana sean historia de la que pocos se ocupan, para bien y para mal.
Lo que si debe interesarnos, por lo menos a los socios de River, aceptando todo ese condimento de pasión y situaciones enfrentadas es donde colocarnos nosotros.
La televisión es parte de los recursos económicos de un todo que mantiene la práctica profesional de un deporte como el fútbol con toda su problemática y sus exigencias.
Tenemos venta de entradas, cuotas sociales, merchandising, publicidad, vendemos jugadores, compramos jugadores, pagamos sueldos primas y premios, gastamos en viajes, concentraciones, mantenemos deportes no profesionales, pagamos seguridad en el estadio, empleados etc. etc. etc.
Las noticias dicen que el Gobierno le dará a la AFA una suma de dinero y retendrá para sí los recursos de televisión como contraprestación con la erogación que le carga al fisco, pero yo pregunto y el resto, todas las cuestiones enumeradas en el párrafo anterior y las que seguramente faltan ¿Quién se hace cargo? Obviamente me contestarán que cada club.
Entonces por qué no dejamos que cada club negocie por si mismo con los que quieran comprar el espectáculo y de esta forma no nos vemos en la obligación de conformarnos con lo que papá AFA o Gobierno deciden que nos corresponde.
Y a esta altura me hago otra pregunta que porcentaje de los recursos que garantiza el gobierno le tocará a River, sin ser peyorativo, lo mismo que a Arsenal o Argentinos Juniors.
Los de River me dirán que somos los que mas aportamos al espectáculo pero los de Argentinos Juniors me pueden contestar que el jugador mas importante de los últimos tiempos salió de sus inferiores y los de Huracán que jugaron el juego mas atractivo para el público en el último torneo y la fila es larga, cierta y atendible, entonces bajo este concepto si somos todos hijos del mismo padre no tenemos porqué recibir mas o menos que los otros.
Da la sensación que vuelven a equivocarse y con un compromiso a diez años, Dios no lo quiera pero que pasa si el estado debe enfrentar una Emergencia Nacional, como ha sucedido, y no dispone de los recursos para cumplir con su propuesta, va a tomar los recursos de los jubilados o de educación o salud o seguridad para que no se pare el fútbol porque los futbolistas no cobran sus contratos o agremiados sus aportes porque los derechos de televisión no llegan a los clubes, y lo que es peor quien garantiza que por lo menos algunos clubes no seguirán despilfarrando ahora sumas mayores.
No es Apocalipsis ni buscarle la quinta pata al gato además con la variedad problemática que debe soportar un gobierno es muy probable que esta u otra contingencia ocurra.
Entonces porqué no cortar por lo sano, la AFA y todos los clubes asociados se equivocaron en la oportunidad en que cedieron a una empresa los derechos de TV, hoy cuentan con el arbitraje del gobierno con todo su poder para colaborar en la revisión y romper un compromiso malicioso, que es una concesión extraordinaria ya que en todo caso lo que debería hacer el gobierno es someter a la justicia a todos los responsables de tal imprevisión, por no decir malversación generada por actitudes sospechosas de corrupción.
Como contrapropuesta a todo lo que se ha intentado hay una sola forma de encarar una solución definitiva y es que cada uno cumpla con su función.
La AFA organizando los torneos y sus reglamentos, que de por si es bastante complejo, además de la representación internacional.
El estado cumpliendo con su rol de legislar, si es necesario, proveer las necesidades que sí dependen del mismo y auditar a través de sus organismos existentes, como la Inspección General de Justicia, para evitar que se repitan los errores que llevaron a la actual situación
Por último los clubes cuyas comisiones directivas deberán asumir el beneficio de negociar todo el potencial de su producto y la obligación de cumplir con leyes nacionales, estatutos institucionales, reglamentaciones y contratos.
De otro modo el Rehén seguirá siendo el Fútbol, el espectáculo que en definitiva es mantenido por el que lo consume, todos los demás viven de este espectáculo, hasta la mayoría de los modernos directivos aunque sean sociedades sin fines de lucro utilizan chicanas para morder algo, o mucho.
Los socios de River tenemos tres objetivos por los que luchar y exigir, de ser necesario.
[ul]
[li]Rechazar cualquier tipo de intervensionismo de la AFA o el Gobierno Nacional en la toma de decisiones que afecten nuestro patrimonio.[/li][li]Exigir a las actuales autoridades no aprobar ningún convenio que exceda su mandato que expira en Diciembre próximo y así evitar que la autoridades que surjan de los próximos comicios se vean comprometidas en su función.[/li][li]Revisar muy bien que cualquiera sea el candidato que pensamos votar en Diciembre garantice el resguardo patrimonial y la capacidad de autodeterminación para, en el futuro, NEGOCIAR POR NOSOTROS MISMOS.[/li][/ul]Héctor Bacci