En un vídeo se ve cómo el joven llega a una escuela con un rollo de papel dispuesto a dejar uno de sus ‘regalos’, a los que solía acompañar de una nota
Las autoridades locales estudiaron las imágenes de un vídeo en las que pillaron in fraganti al “bandido intestinal”, como también le llaman hoy otros medios, y que resulta ser Kenneth Martin Sorsony, un joven de raza blanca de 23 años.
Según detallaron las autoridades locales, tras casi un mes de su primera deposición en las escaleras de la escuela Fort King de Ocala (Florida), los responsables del centro no habían conseguido identificarlo, por lo que la Policía instaló una cámara oculta, tomó imágenes y las distribuyó para pedir la colaboración ciudadana.
En las imágenes se ve cómo este joven llega con toda la tranquilidad a la puerta de la escuela con un rollo de papel higiénico en la mano, dispuesto a dejar uno de sus “regalos”, a los que solía acompañar de una nota, cuyo contenido no ha querido ser desvelado por la Policía.
El diario local The Gainesville Sun asegura que el joven dijo a los agentes que le interrogaron que sus actos se debían a “malos espíritus” y que era consciente de que necesitaba ayuda.
En un vídeo se ve cómo el joven llega a una escuela con un rollo de papel dispuesto a dejar uno de sus ‘regalos’, a los que solía acompañar de una nota
Las autoridades locales estudiaron las imágenes de un vídeo en las que pillaron in fraganti al “bandido intestinal”, como también le llaman hoy otros medios, y que resulta ser Kenneth Martin Sorsony, un joven de raza blanca de 23 años.
Según detallaron las autoridades locales, tras casi un mes de su primera deposición en las escaleras de la escuela Fort King de Ocala (Florida), los responsables del centro no habían conseguido identificarlo, por lo que la Policía instaló una cámara oculta, tomó imágenes y las distribuyó para pedir la colaboración ciudadana.
En las imágenes se ve cómo este joven llega con toda la tranquilidad a la puerta de la escuela con un rollo de papel higiénico en la mano, dispuesto a dejar uno de sus “regalos”, a los que solía acompañar de una nota, cuyo contenido no ha querido ser desvelado por la Policía.
El diario local The Gainesville Sun asegura que el joven dijo a los agentes que le interrogaron que sus actos se debían a “malos espíritus” y que era consciente de que necesitaba ayuda.