De Rossi - El día a dia.

“La Liga Argentina sería mucho mejor si fuese mucho mejor.” EL nivel de jugadores que saca es irrelevante, Inglaterra es una verga y la Premier es top 2 de mejores ligas del mundo. Querer aislar el contexto ecónomico del poderío de las ligas es totalmente artificial.

2 Me gusta

Era previsible que se cayera esta mentira… Desde el primer momento que llego y toda la parafernalia que se armo alrededor sabia que seria los primeros días que estuviera acá. Estaba retirado y todo roto, no se si alguien esperaba que le diera jerarquía, reconocimiento internacional y demaces pelotudeces que se suponía que traía este sujeto :lol:

Pd: Me hacen reír los espermas cuando dicen que este es una ‘‘mega estrella’’ ‘‘astro del fútbol’’ cuando no se destaco mas que en ese club de 4ta que es la Roma

4 Me gusta

Jugadorazo, pero viejo y roto

Tremendo paquete se trajo boca, ya ni humo hay.
Nunca fue un jugadorazo.

1 me gusta

Y fue campeón del mundo jugando 3 partidos. Estuvo suspendido casi todo el 2006 por picapiedra y cuando le tocó ser titular en 2010 se quedaron afuera en fase de grupos.

4 Me gusta

El humo que se comieron varios aca cuando lo trajeron mamita… vieron que ni termino jugando? vino a vender camisetas.

5 Me gusta

JAJAJA, como se les pinchó el globito a los “periodistas” e hinchas

a burdisso se lo quieren culear, piden que le pague el sueldo él :lol:

5 Me gusta

Saviola vino cuando se le acabo la nafta… se morfo un gol increible con velez y no hizo un solo gol en 15 partidos. Por eso traer estos jugadores con la carrera ya terminada es al pedo.

4 Me gusta

Para eso hay que privatizar el futbol y que haya capitales suficientes. Yo se que no todos estan de acuerdo, pero es la unica forma real de darle al futbol argentino prestigio.

Como olvidar cuando decian que tenia que ser el Capitan de boca :lol:

Se va terminar yendo en diciembre il romano.

2 Me gusta

Depende hasta cuando tenga el alquiler del depto.

---------- Mensaje unificado a las 21:14 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 20:58 ----------

Del “Questo e’ Boca” a casi el ostracismo: luces y sombras de Daniele De Rossi
Llegó como un pase que rompía el mercado y terminó siendo casi una pasantía de luxe para un campeón del Mundo. Lele, como le dicen sus amigos, jugó sólo 5 partidos en Boca, marcó un gol y se quedó afuera de la serie semifinal ante River. ¿Adiós precipitado en diciembre? Por ahora, suma poco y nada.
JUEVES 10 DE OCTUBRE DE 2019 15:40

(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Daniele De Rossi despertó una auténtica manía. El “Tano” o el “romano” llegó a Boca en una transferencia que pareció sacada de los mejores libros de marketing: un tipo campeón del Mundo, jugador de una sola camiseta (La Roma) y que llegaba a Boca en pos de cumplir su sueño: pisar La Bombonera, ser jugador del club del que es hincha su ídolo, Diego Maradona. Parecía una película destinada a tener final feliz, sin embargo, como la mayoría de las cosas en Boca en este último lustro, lo que pintaba para ser una película de Woody Allen se terminó convirtiendo en una basada en un libro de Stephen King.

El “romano” revolucionó al Xeneize. “Está entero”, “Tiene muchas ganas”, “Se sale de la vaina por debutar”, repetían y decían colegas que siguen el “día a día” del Mundo Xeneize. Gustavo Alfaro lo elogió, pero también siempre eligió la cautela. “Lele”, finalmente, debutó a estadio lleno y con un gol a Almagro, por Copa Argentina. Mejor imposible. Sin embargo, ya esa misma noche, sufría un sinsabor. El elenco de Alfaro quedó eliminado por penales.

Tachado el debut con la insignia Xeneize, De Rossi siguió cumpliendo sueños: conoció a Maradona, que suelto de lengua tiró: “Los hinchas de Boca tienen que besar el suelo por el que pasa De Rossi”. A ese encuentro fue también el presidente del club, Daniel Angelici y el Manager, Nicolás Burdisso, el hombre detrás del “Sí” de Daniele a Boca.

Le quedaba al “romano” cumplir el gran sueño: jugar en La Bombonera. Lo hizo por la fecha 3 de la Superliga, ante Aldosivi. Cumplió, jugó un buen partido, y varios se ilusionaron con su nivel. En Copa Libertadores su presencia fue escasa. En la serie ante Athletico Paranaense no tuvo minutos ya que no estaba anotado para jugar. Ante Liga sí pudo debutar. Viajó a la Altura de Quito, pero no jugó ni un minuto. Metídisimo, compartido a full con el plantel, el ex Roma siguió esperando. Mientras, lejos de ser solución, lo de De Rossi terminó pareciéndose más a una “full experience” de un hincha cerca de los jugadores de su equipo.

Ante Liga, en La Bombonera, debutó por Copa y, tres días antes, había jugado ante Banfield en el Sur. El 1 de septiembre, 72 horas después de la igualdad ante los ecuatorianos, De Rossi iba a ser titular ante River, en el Estadio Monumental. Fue su seguidilla más fuerte y, después de la misma, se lesionó.

El “romano” prometía sudor y pierna fuerte en el Superclásico: Ni la tocó. En medio de un trámite cerrado, chato y aburrido, sobró pierna fuerte, y pese a que De Rossi es especialista en ese ámbito, ni siquiera fue amonestado. Todo un símbolo.

Y ahí se terminó De Rossi en cancha, al menos por ahora. Aprovechó la fecha FIFA de septiembre para hacer un trabajo físico especial, mientras en Boca empezaban los rumores y correveydile que “no lo veían bien”, “estaba bajo”.

Alfaro no lo había pedido, pero no se había opuesto a su llegada. El tema es que el cóctel, físico limitado, más un DT al que no enamoró, hizo que el italiano perdiera rápido lugar en la consideración. El pibe Nicolás Capaldo se quedó con su puesto y el buen nivel de Iván Marcone hizo el resto. El colombiano Jorman Campuzano apareció como el tercero en cuestión y hasta Agustín Almendra, relegado con Alfaro, viene antes de él.

En el Monumental, en la ida de las Semifinales de la Copa, ni se sentó en el banco. Algunos especulaban con que podía ser una carta importante para la revancha, por su roce, experiencia y porque Boca perdió a Capaldo en la ida e iba a necesitar un medio más combativo. Pero…se lesionó de nuevo. Esta vez, en el gemelo. Una dolencia que lo tiene al margen de las semis y de lo inmediato. Es más, ya se empieza a hablar de una salida del jugador en diciembre, antes de lo previsto.

En medio de su inactividad, Daniele sigue siendo una especie de “turista VIP”, recorre La Bombonera con sus hijos, come afuera seguido, comparte con amigos y vive, en carne propia, la experiencia de ser jugador de Boca. Las lesiones le recortaron la chance de, al menos, intentar aportar algo y expusieron por demás al binomio Burdisso-Angelici, que se inclinó por el golpe de efecto marketinero más que por brindarle soluciones reales a la medular del equipo de Gustavo Alfaro. Cuánto lamentará Boca esta decisión se empezará a ver el próximo 22, a eso de las 23.30 de la noche

5 Me gusta

14 Me gusta

Si algo es tendencia en la gestion del gordo infelici, es que cada jugador “top” que traen empieza con una ilusion y termina todo para el orto. Gago, Tevez, Osvaldo, De Rossi Capaz traian a Buffon y se quebraba los 2 brazos :lol:

5 Me gusta

Entrenando fuerte…

6 Me gusta

¿ al final cuanto les costo este muchacho ?

El sueldo, que seguramente sea casi 1 palo euro.

3 Me gusta

Ahora le pegaron en infobae…

Por Cholo Sottile

Todo es más oscuro cuando se viene la noche en Boca. Su caja de resonancia es única en la Argentina. Se puede llegar a la tapa de todos los diarios sin meter un gol. O caer violentamente en el fondo del mar de las críticas. La pasión -con la influencia de los medios- lleva al club a moverse de banquina a banquina. Podía imaginarlo a la distancia Daniele De Rossi, acostumbrado al fanatismo al estilo italiano de la Roma. Ahora lo sabe desde adentro.

Hubo gente que se compró la camiseta número 16 sin siquiera conocerlo. Maradona le abrió las puertas de su casa para darle una bienvenida televisada. Todo los canales quisieron tener su palabra en español. Le sacaron fotos hasta en el supermercado. Y hoy le llegó el palazo que él mismo se ganó. El efecto del marketing se acabó. Los intereses de su exitosa carrera se devaluaron. La estrella se estrelló en la primera curva. Aunque esta vez no es producto de la exageración Boca.

De Rossi, pese a sus 36 años, llegó para los partidos importantes y lamentablemente los mira tomando mates desde afuera por su propio nivel de juego o por alguna lesión. En la revancha con River -el clásico que necesita de futbolistas de categoría para lograr la hazaña- ni siquiera puede estar a disposición de Alfaro. No parece sólo mala suerte sino consecuencia de cómo aterrizó en Boca. De Rossi tiene un grupo de whattsapp en el que se habla sólo de mediocampistas. La foto de perfil es de Riquelme. Justo de Román, el ídolo que se necesitaría en el partido por los puntos del 22 de octubre más que en su despedida del 12 de diciembre. Si en ese cruce de opiniones se hablara del Tano seguro que la evaluación sería mala. Nadie puede bastardear a un futbolista campeón del mundo, prócer de la Roma a un costado de Totti. Que lo sigan al aeropuerto cuando voló a la Argentina es producto de su relevancia en el mapa del fútbol europeo.

Batistuta no aplaudió su llegada a Boca sólo por nostalgia de los días que se cambiaban cerca en el vestuario italiano. De Rossi se ganó en la cancha el respeto contra el que atentan quienes dicen a la ligera que llegó a Boca porque es amigo Burdisso. La descalificación suele hablar más de quien la hace que de quien la recibe. El pasado estelar -justamente- lo obliga a tener un mejor presente. No vino a recibir un homenaje internacional ni a probar el asado. Llegó para aportar su categoría a Boca. Y pasan los partidos sin lograrlo. Podrá ser porque estuvo entre dos y tres meses sin jugar antes de decidir cambiar de país. Por el vértigo del fútbol argentino. O porque le faltaron partidos para adecuarse. De una forma u otra, no hay aplausos de nadie en el chat. En su presentación De Rossi engañó. Caminó bien la cancha desde su experiencia. En un equipo cuestionado por falta de líderes que hablan él ordenó desde su posición de volante central. Se aplaudió su salida con pases verticales que rompen líneas. Hasta llegó al gol de cabeza. Boca le arruinó el debut al perder por penales con Almagro. Y tal vez no se evaluó del todo la exigencia de un rival del Nacional B por Copa Argentina.

Cuando llegaron partidos más complejos De Rossi patinó. La velocidad de Banfied expuso su falta de ritmo. Con River en el por la Superliga repitió la mala imagen pese a estar acostumbrado a grandes batallas. No lo ayudó el doble 5 que inventó Alfaro con jugadores que se enciman. Ese día Marcone levantó cuando De Rossi salió reemplazado. Hubo culpas de los futbolistas y del entrenador. De Rossi igual no volvió a jugar y se lesionó de nuevo. Tal vez una pequeña exposición del criterio diferente de Burdisso y Alfaro en esta elección. El manager siempre confío en su ex compañero. No lo imaginaba como el dueño del equipo sino como “la frutilla del postre” de un mercado de pases para discutir. El entrenador, en cambio, hasta llegó a decir en una conferencia que no esperaba a De Rossi porque prefería no tapar a los juveniles del club. Después no repitió la frase por una sugerencia interna… De todos modos, Alfaro no lo llora a De Rossi aunque hubiera sido una variante importante para pelear con River en la Bombonera.

Es muy argentino evaluar todo por un partido. Las sentencias en el fútbol se mueven al compás del resultado. Se pide un rigor que generalmente no tienen dirigentes ni analistas. Desde ese ojo ganador o perdedor todo será para un lado según cómo termine la historia con River. Un error repetido porque siempre hay que ver toda la película. El caso De Rossi debe estar por encima de ese partido revancha, más allá de que se potenciará con una derrota. Aunque suene duro, necesita que Boca destrone al equipo de Gallardo, después jugar él la final de la Copa y tener un rol relevante para ser campeón de América… Un cambio brusco de un presente desteñido y poco alentador. De otro modo hasta se puede pensar que se vuelva a Italia a fin de año, seis meses antes del final de su contrato. Por su propia ambición, por ser el primero que busca lustrar la chapa de su apellido, porque no le alcanza con sacarse fotos en la Bombonera y porque en un año político todo volará por el aire con una nueva caída. Para eso igual hay que esperar. Diez días en Boca son una vida. Como algunos meses fueron suficientes para descolgar un póster…

2 Me gusta

ZZZ

Le preguntaría a De Rossi qué es lo que más rescató de Argentina: si la corrida cambiaria, el asado argentino o ser un espectador de lujo en el Monumental. Hablando de fútbol, creo que en el Senior el año que viene puede ser temible.

3 Me gusta