Vi esta nota en el diario de mi ciudad, y me dieron ganas de compartirla. La transcribo.
Los Foo Fighters estaban de gira, a miles de kilómetros de sus hogares, cuando se enteraron que su pesadísimo séptimo disco había sido nominado para 6 premios Grammy. “Eso sin duda es lo mas destacado de 2011 para nosotros” dice el frontman David Grohl, desde Australia, en una pausa entre conciertos. “La verdad no lo podíamos creer cuando nos enteramos”. Cuando regrese a Estados Unidos volverá a trabajar en un documental que dirigirá, sobre Sound City, el legendario estudio de Los Angeles. “Estoy entusiasmado” dice acerca de la película. “La idea es sumamente clara, vas a ver”.
_Felicicitaciones por los Grammy, están excitados?
_Es una locura. Digo, para ser un disco que grabamos en nuestro garage, de manera totalmente analógica, sin ninguna computadora ni nada, que nos hayan nominado a Disco del Año…es inspirador. Es como decir: está bien sonar como seres humanos.
_A Deudmau 5 también lo nominaron por su remix house de Rope, la canción de ustedes. Sos fan de él o no te gusta lo que hace?
_El tipo la rompe. A mi hija a mi nos gustaba poner un colchón inflable, sintonizar la emisora dance de la radio satelital y pasarnos horas saltando como desquiciados.Así lo descubrí a él, con una canción que se llama “I remember”, que es tremendamente hermosa.
_Que es lo que más disfrutaste de esta última gira mundial?
_Tocar Bad reputation con Joan Jett en el Madison Square Garden fué increíble. También con Alice Cooper en el Milton Keynes Bowl, en Inglaterra. Subió para los bises y tocó con nosotros Out school y I’m eighteen delante de 65 mil personas. Se llevó todos los aplausos. Pero para mi el honor máximo fué zapar con Bob Mould en su concierto homenaje en Los Angeles.Le debo muchísimo a ese hombre.
_Cual es la idea de documental que estás haciendo?
_Cuando cerró Sound City el año pasado fué un día muy triste. Ese lugar era como una iglesia. La lista de personas que grabaron ahí es como un Salón de la Fama del Rock & Roll virtual: Neil Young, Fleetwood Mac, Tom Petty, Cheap Trick, Slayer, Rage Against The Machine, Weezer, Metallica…y Nirvana. Grabamos Nevermind ahí, en el '91. Ese viejo sucucho tenía la mejor sala de baterías del mundo. El sonido de la batería al principio de Smells like a teen spirit, eso es Sound City. Decidí hacer una película sobre lo que se siente cuando metés a 5 tipos en una sala, apretás “rec” y se te ponen los pelos de punta. Va a haber zapadas épicas.
_Que significó para vos el vigésimo aniversario de Nevermind?
_El aniversario fué un viaje, pero no en el sentido musical. Fué mucho mas personal. Mi vida se divide en dos partes a partir de ese acontecimiento: antes y después de Nevermind. Y esos son dos mundos muy diferentes. Reflexionar sobre todo aquello me hizo sentir que no había pasado tanto tiempo. Me hizo sentir que tengo muchísimas mas cosas que hacer. Y me hizo extrañar a Kurt.
_Que pensás de la nostalgia de los '90 que hay últimamente?
_La verdad, no veo nada que considere nostalgia de los '90. Guitarras fuertes y bateristas que hacen mierda sus baterías…eso estuvo siempre. Me encanta que una banda como Soundgarden todavía pueda rockear, pero no diría que eso es algo nostálgico. No es que las guitarras y baterías, y la gente que hace buenos discos haya muerto y los estén resucitando en laboratorios onda Jurassic Park. Esas cosas siguen existiendo, solo que están ahogados, debajo de un montón de basura comercial.
_Pero, son tiempos complicados para las radios de rock como tal ,no?
_Es evidente que las radios de rock hace 10, 12 años que sufren una especie de síndrome de listas de temas formulaicos. Lo que sentías la primera vez que escuchabas Bohemian rhapsody o Roxanne, o Smells like teen spirit, para eso está la radio. La radio no debería ser leche con vainillas. Debería ser whisky de contrabando. Ahora la radio se dedica a pasar música mediocre de gente con ansias de figurar, y eso quizás hace parecer que el verdadero rock está muerto. Esto depende de los protagonistas, no hay que dejarse influenciar por el entorno. Y lo voy a decir por última vez: el rock no necesita que lo salven. Está vivito y coleando, no se preocupen por él.