Se rebeló Olé! No tiene desperdicio
Daniel Alberto Yrigoyen
Federico Del Río fdelrio@ole.com.ar
Passarella denunció “una campaña” en su contra y afirmó que pretenden su sillón. Olé te cuenta por qué los hinchas no lo quieren y por qué él es su principal contra.
Hace ya casi tres años que en River se acabó la joda. La impecable y prolija auditoría permitió comprobar todos los desarreglos que se habían cometido y condenar a los responsables. Una vez que se aclararon las culpas del pasado, el millonario fideicomiso fue la solución para no seguir cayendo en los refuerzos falopa de otros tiempos. Así el equipo se potenció con las llegadas de Rodrigo Rojas, Gustavo Canales, Adalberto Román, Carlos Arano, Josepmir Ballón, Fabián Bordagaray, Luciano Vella, Agustín Alayes y, la última joyita, Juan Carlos Lescano.
Con una gestión europeizada y la conducción del fútbol sudamericanizada, tal como se prometió durante la campaña previa a las elecciones, el club y el equipo viven momentos de gloria, sólo opacados por las campañas sucias que encabeza el 80% del periodismo deportivo. Son esos medios los que se quedaron con el 15% que Diego Buonanotte dijo que dejó, son los mismos que inventaron que el holandés Martin Odems cobró una importante comisión por la transferencia de Lamela a la Roma y los que le hicieron creer a la gente que la AFIP trabó la compra de Jonathan Bottinelli a Unión San Felipe de Chile.
Ya con dos vueltas olímpicas en la Inspección General de Justicia, donde los clubes presentan sus balances anuales, se programó en el presupuesto ganar el Torneo Inicial para así poder jugar la próxima Copa Libertadores. Quedan 11 fechas para que el equipo de Almeyda, quien cuenta con un respaldo absoluto por parte de los dirigentes y especialmente del presidente, les tape la boca a todos los que lo critican y opinan que River está jugando mal, comete errores en defensa, no tiene volumen de juego ni una identidad definida.
Así como ahora acusan al Pelado, antes también muchos dijeron que Los Borrachos fueron a apretar a Pezzotta, cuando simplemente le golpearon la puerta del vestuario, le pidieron permiso para entrar y muy amablemente le preguntaron si podían ayudarlo en algo. Son los mismos que crearon la historia de la pelea entre el presidente de River y el de la AFA, dos hombres a los que los une una amistad entrañable, que se admiran y se respetan. Y así, hubo muchos inventos más: dijeron que River jugó la Promoción (no sólo eso, después aseguraron que la perdió y estuvo una año en la B Nacional), que el presidente le armaba el equipo a Juan José López, que no va a los partidos de visitante (e incluso a algunos de local), que Cavenaghi y el Chori se fueron enojados con él, que sigue habiendo recitales que arruinan el césped del Monumental, que las reuniones de CD no se hacen jueves por medio, que el canje de entradas no es cómodo y transparente y hasta que hubo un muerto en la popular local.
Perdón por tener que recordar todo lo bueno de esta gestión y aclarar otros puntos que se confunden, pero era necesario para refrescarle la memoria a aquellos que dicen que al presidente no lo quiere nadie. No hay motivos para afirmar semejante ingratitud. Son todas mentiras… Las que escribí.