El gobierno de Cuba anunció hoy la eliminación del permiso que necesitan sus ciudadanos para salir de la isla, una de las reformas más esperadas de la administración del presidente, Raúl Castro.
Medidas. A partir del 14 de enero de 2013, los cubanos sólo necesitarán el pasaporte y el visado del país de destino para viajar al exterior, anunció el Ministerio de Exteriores cubano en un comunicado (ver[b]El decreto de Raúl Castro[/b]).
Las recién aprobadas disposiciones migratorias también establecen que en las próximas semanas se expedirán pasaportes a quienes los soliciten y se renovarán los que no hayan sido refrendados en los dos últimos años, pues los pasaportes cubanos tienen una vigencia de seis años pero su revalidación se debe solicitar cada dos.
Con el pasaporte, los cubanos podrán salir de la nación caribeña junto con la correspondiente visa del país receptor, sin tampoco tener que presentar una carta de invitación de una persona del extranjero.
Otro de los aspectos de la norma es que amplió a 24 meses la permanencia en el exterior de los residentes en la isla que viajen por asuntos particulares, contados a partir de la fecha de salida del país. Cuando excedan ese tiempo podrán solicitar prórrogas pero la norma no especificó cuántas más se podrán pedir.
En la actualidad, la permanencia máxima en el extranjero para los cubanos es de 11 meses. Si no retornan al país durante ese tiempo, los ciudadanos cubanos pierden el carácter de residente de la isla y con ello el derecho a la atención sanitaria gratuita, seguridad social y la educación sin costo.
Sin embargo, las autoridades planean mantener las limitaciones a la salida de algunos ciudadanos que son “profesionales o técnicos vitales”, aún no especificados, bajo el argumento de evitar una eventual fuga de cerebros al extranjero.
Para los que residen afuera. La nueva regulación, que pretende “normalizar las relaciones de la emigración con su patria”, también flexibiliza algunas condiciones para los cubanos que están en el exterior.
Los que abandonaron definitivamente el país (emigrados) podrán viajar a la isla y permanecer durante 90 días sin prórrogas, un plazo que se amplía a 180 días si se trata de ciudadanos cubanos que tienen permiso de residencia en el exterior, conocido como “PRE”.
Los emigrados también podrán solicitar en las embajadas y consulados de Cuba establecer de nuevo su residencia en la isla.
A determinar. Según el coronel Lamberto Fraga, segundo jefe de la Dirección de Inmigración y Extranjería cubana, en los días venideros los ministerios y centros de trabajos determinarán que otras profesiones u oficios, fuera de los atletas, estarán limitados o sí tendrán que obtener un permiso especial. El Consejo de Estado aprobará la regulación y el listado correspondiente.
Actualmente médicos, científicos y militares tienen fuertes restricciones que les hacen casi imposible viajar al exterior de manera temporal por asuntos de trabajo, turismo o para rencontrarse con sus familiares en el extranjero.
Estados Unidos, el principal receptor de inmigrantes cubanos, no se ha pronunciado y se desconoce si se va a mantener su política migratoria de “pies mojados, pies secos” de 1994, que otorga a los cubanos un tratamiento especial al otorgarles la residencia legal apenas pisen tierra estadounidense.
“La actualización de la política migratoria tiene en cuenta el derecho del Estado revolucionario de defenderse de los planes injerencistas y subversivos del gobierno norteamericano y sus aliados. Por tal motivo, se mantendrán medidas para preservar el capital humano creado por la Revolución, frente al robo de talentos que aplican los poderosos”, advierte por su parte el texto publicado en la versión digital de Granma, la publicación oficial del Estado cubano, sobre el tema.
Aclara, también que “es oportuno informar que paulatinamente se adoptarán otras medidas relacionadas con el tema migratorio, las cuales sin dudas, coadyuvarán también a consolidar los prolongados esfuerzos de la Revolución en aras de normalizar plenamente las relaciones de Cuba con su emigración”.
Sobre bienes. Esta reforma deroga además definitivamente la ley 9/89 del año 1961 sobre confiscación de bienes, derechos o valores de las personas que abandonan el país, una medida que ya estaba contemplada en las normas aprobadas el año pasado para autorizar la compraventa de viviendas o vehículos entre particulares.
Castro está adelantando una serie de reformas y programas para actualizar el modelo económico de la isla, cuyo objetivo fundamental es mejorar la eficiencia y eliminar los costos derivados de la burocracia, sin perder la impronta socialista o el fuerte control estatal sobre la economía.
Histórico: Cuba ya no exigirá permisos de salida para viajar a sus ciudadanos | La Voz del Interior