Teniendo presente que la clasificación de “clásico” puede variar de una persona a otra, y que para un pibe de 18 alguna película de 1995 quizá entre en esa categoría, me gustaría ubicar al año 2000 como límite. Luego se podría realizar un tema con las mejores de este siglo/milenio.
Como en Literatura, muchas veces se confunde viejo con clásico cuando la relación no es tan sencilla. Un clásico, en palabras resumidas, sería aquél que logra imponer un quiebre en su época o directamente es una película sin tiempo. Aquellas que uno puede ver una y otra vez sin aburrirse, admirando sus detalles, actuaciones, historias, técnicas de filmación, etc. Además no debe confundirse clásico con “alta cultura” porque entraríamos en un embrollo superior. Nadie puede negar que “Volver al Futuro” es un clásico de la Ciencia Ficción, por ejemplo, más allá de no representar un ejercicio mental complejo. Tampoco carga con una historia similar a “La lista de Schindler”, que pertenece a otro género. Ambas puede convivir sanamente, dígale no al puritanismo.
Dicho todo esto, dejo una de las que me marcaron y recomiendo de punta a punta:
METRÓPOLIS de Fritz Lang, 25 de Noviembre de 1927
Metrópolis es una película muda alemana de 1927 del género de ciencia ficción dirigida por Fritz Lang y realizada por la productora UFA. Es considerada una de las grandes películas del cine expresionista alemán y de la historia del cine mundial. Fue el primer filme considerado Memoria del Mundo por la Unesco.El guion fue escrito por Fritz Lang y su esposa Thea von Harbou, inspirándose en una novela de 1926 de la misma Von Harbou.
Metrópolis es uno de lοs pocos filmes considerados Memoria del Mundo por la Unesco. Fue el primero en poseer esta categoría, amparado en la vívida encarnación de toda la sociedad, y la profundidad de su contenido humano y social.
En una megalópolis del siglo XXI los obreros viven en un gueto subterráneo donde se encuentra el corazón industrial con la prohibición de salir al mundo exterior. Incitados por un robot se rebelan contra la clase intelectual que tiene el poder, amenazando con destruir la ciudad que se encuentra en la superficie, pero Freder (Gustav Fröhlich), hijo del dirigente de Metrópolis, con la ayuda de María (Brigitte Helm), de origen humilde, intentarán evitar la destrucción apelando a los sentimientos y al amor.
El film se desarrolla en el año 2026.
Versión completa y restaurada de la película:
NOTA: La versión inicial de Metrópolis sufrió numerosos cortes y modificaciones en su montaje, especialmente para su estreno en Estados Unidos, que desvirtuaron en buena medida el guion elaborado por Harbou y realizado por Lang. El metraje descartado fue dado por perdido, por lo que la versión conocida durante la mayor parte del siglo XX no era completa; aun así, en 2001 la película fue objeto de una profunda restauración en la que participaron numerosas filmotecas a nivel mundial, hecho que condujo a su designación como Patrimonio de la Humanidad. En 2008 el investigador Fernando Martín Peña localizó un muy deteriorado fragmento en formato de 16 mm en la ciudad de Buenos Aires, lo que permitió incorporar a la película casi 26 minutos prácticamente inéditos desde su estreno inicial además de realizar un nuevo montaje más cercano al original que comezó a comercializarse en 2010.
Rodar Metrópolis costó 5.100.000 Reichsmarks, cifra que a día de hoy, calculando la inflación, supondría más de 39 millones de dólares, una de las más costosas en los orígenes del cine. Fritz Lang contó con una cantidad grande de extras y se filmaron cerca de 620.000 metros de película, reducidos a 4.189 para su primer corte después, su duración se vio más reducida para la distribución internacional. Se utilizaron un total de 27.000 extras, se rodó en más de 310 días y 60 noches.