Crónica de domingo rojo y blanco. El desahogo millonario

No se podía más de la ansiedad. Durante la semana, el sábado, la noche previa…y llegó el domingo!

Salí de casa rumbo al cumpleaños de mi hermano y por la calle abundaban los hinchas millonarios, preparados para la ocasión, vestidos de rojo y blanco. Obviamente yo llevaba mi casaca (la del aguante, la del nacional b) y respeté toda la cábala de indumentaria que me trajo buenos resultados mientras acompañé desde el monumental a lo largo del campeonato: mismas zapatillas, calzón, pantalón, buzo y camiseta (eso sí, lavados eh!). El aperitivo fue la foto a mi abuela Lola, quien desde un piso 13, asomada en la ventana de su departamento, sostenía una bandera riverplatense que había llevado especialmente para la ocasión.

En lo de mi hermano apenas comí y solo pensaba en River, pensamiento que iba más allá de mi voluntad y más allá de las delicias gastronómicas preparadas en una flamante parrilla. Solo quería llegar al gallinero y unas tres horas antes del partido estaba en las inmediaciones del estadio……una marea roja y blanca y los “gajes del oficio” de ese tipo de situaciones: demoras, amontonamientos, gente sin entrada, flacos rebotando en los controles de seguridad, cantos por River, gritos contra el operativo, algunas botellas voladoras, la sensación de que en cualquier momento se pudre……todo al mismo tiempo y en el mismo lugar…y uno desesperado por entrar!!!

Superados los accesos, entré a la centenario baja y siguiendo con las cábalas, busqué un lugar en la primera fila de asientos de la parte baja de esa platea. No podía creer que dos horas y media antes del partido, el estadio estaba al 40 % de su capacidad y durante el tiempo que siguió al inicio del juego no paró de entrar gente. Nunca vi a la centenario tan abarrotada, no había lugar sin ocupar, todos de pie, obviamente; y por cada asiento, dos o tres personas, las escaleras y pasillos abarrotados, incluso el alambrado que separa la centenario de las plateas laterales. Y a cada minuto la ansiedad aumentaba junto al despliegue de fiesta y carnaval materializado en banderas, globos, los palotes inflables que se vieron en la TV y, claro, los cantos: El día que me muera, yo quiero mi cajón, pintado de rojo y blanco, como mi corazón……forma discursiva que canalizó a pleno esa previa llena de ansiedad, tensión, esperanza, alegría; sensación que los hinchas de River teníamos archivada desde hace un rato largo.

Y salió el equipo, con el clásico “River mi buen amigo….esta campaña volveremo a estar contigo…”. Inolvidable, con un toque de esos collage-mosaicos de canchas europeas, pero básicamente con la impronta criolla, rioplatense y riverplatense: fiesta, recibimiento monumental, canto ensordecedor, colorido en todas las tribunas, ordenado y exuberante al mismo tiempo, prolijo y lleno de pasión, de garra y aguante. Ahora en retrospectiva, el recibimiento fue el preludio perfecto al juego del millo esa tarde, a tono con la demostración futbolística “orden y exuberancia para jugar…prolijidad y puro huevo para recuperar”….mejor imposible!!!

Eeeeeempezó el partido y la ansiedad no calmaba……era peor!!! Pero duró poco, el primer gol a los nueve minutos fue un alivio casi impensado….va, uno acostumbrado a estos últimos años de River en donde todo logro y conquista costó horrores, prácticamente empezar ganando fue como un “¿en serio viene tan fácil la mano……posta??? me puedo soltar y empezar a festejar???..cheee…vengo acostumbrado a otra cosa……a la chichizoleada increíble, impresionante, inolvidable (y todos los “in” que se les ocurran) de hace un par de domingos contra Racing!!”……ni hablar del segundo gol y la fiesta que seguía tomando color en las tribunas……pero todavía contenida……y de esta sensación, devienen para mí, los dos momentos más intensos (término ramonianamente de moda) y profundos de una noche tan deseada como esperada y soñada:

Primer momento: tuvo comienzo el segundo tiempo y el millonario se floreaba, seguía con una extraordinaria concentración, orden, movilidad y precisión, al punto en que en algunos sectores arranco el ooole….ooooooleeeee….ooooooleeeeeee……pero al mismo tiempo se escuchaban los “shhhh……SHHHHHHH……SHHHHHHHHH” de los más escépticos con cierto toque de pesimismo (me incluyo) que querían callar el “ole” característico de los años de bonanza y abrumadora supremacía futbolística riverplatense……y al mismo tiempo, callando por ese irracional temor a que con River “todo es posible” y por tanto, gozar sin total seguridad es invitar a la desgracia y a que se pudra todo de un segundo para el otro. En otras palabras, con el 2 a 0 seguía la ansiedad y la tensión con mucha mayor alegría pero todavía con el alma riverplatense contenida……como cuidándose por si sucedia una desgracia……costumbres nomas de los últimos nefastos años

Todo esto hasta que, la agarro el lobo en tres cuartos de cancha y yo, en diagonal y de frente a él me salió el “PEGALEEEEEEE”…….y que GOLAZOOOOOOOO POR FAVOR!!!.. en ese instante sentí que todos los hinchas de River nos liberamos; por primera vez después de tanto tiempo nos creímos y sentimos campeones……y cualquier miedo o temor a la desgracia se esfumo por arte de magia, mejor dicho, por arte del lobo y sonó con total desahogo y sin límites el DALE CAMPEOOOO…DALE CAMPEOOOO…en su máxima expresión, y cuanto más fuerte sonaba, mas desahogo y libertad se sentía……un rugido guardado durante años……fue un momento único, inolvidable y tan pero tan riverplatense!!!

Segundo momento: el final del partido. Con mis 35 años tuve la suerte de vivir a pleno la gloriosa década de los 90 y principios del nuevo siglo….estando presente en el monumental durante festejos de campeonatos e incluso me di el lujo de estar en la final de la copa libertadores de 1996….y en todas esas oportunidades, los minutos finales de los partidos era el inicio del tradicional DALE CAMPEOOON…DALE CAMPEOOONN…que se agigantaba luego del pitazo final del árbitro.

Esta vez fue diferente y siento que este hecho fue un ícono de la identidad forjada en y por los hinchas durante los últimos años:

“señores yo soy del gallinero, a River lo sigo a donde va
No importa aunque ganes o pierdas, tu gente siempre te va a alentar
Vamos vamos River Plate, ponga huevo y corazón,
que esta hinchada se merece ser campeón
EN LAS BUENAS VAMOS A ESTAR, EN LAS MALAS MUCHO MAS
ESTA BANDA NUNCA TE VA A ABANDONAR”

Se escuchó esta canción hasta quedar disfónicos, con toda su fuerza y potencia, con plena conciencia de su significado y con una profunda identificación con su sentido. Años de resistencia y amor incondicional se liberaron en ese momento y no creo casual que ese cántico haya reemplazado al DALE CAMPEOOO para iniciar el festejo de este torneo en particular……para mí, mejor imposible!!!

Entonces. más que el campeonato de la resurrección (que algo de eso tuvo), siento que fue el campeonato del desahogo, el torneo en donde le ganamos a voka en la bombonera de la forma menos esperada, como suelen “hacerlo ellos” y con el héroe más impensado; al igual que Chichizola y el mencionado penal, en los rendimientos crecientes de Ledezma, Carbonero, Rojas, Maidana, Mercado, Lanzini, otros jugadores, Ramón y el extraño caso de Emiliano, que formaron un equipo y le taparon (Y ME TAPARON) la boca a todos!

Fue el campeonato en cual el estigma millonario de gallina se disolvió……el club donde históricamente la ley de Murphy mejor funcionó….y se pudo romper con esas situaciones en donde cuándo está todo servido en bandeja, River solito se auto boicoteaba de modo insólito….dejándonos con esa sensación de “sabía que iba a pasar……aunque al mismo tiempo no puedo creer que nos pase nuevamente”…

vaya desahogo romper con ese estigma!!! Y vaya uno a saber por qué sucede justo ahora….será cosa de mandinga, del destino, en parte acontecimientos que exceden a la razón y uno las ubica en el orden de la suerte, aunque mucho no importa explicarlo, solo importa sentirlo y disfrutarlo……y así sucedió!!!

Fue el campeonato donde, por fin pudimos sacar pecho con alegría del aguante que hicimos durante los últimos 10 años de la debacle institucional y el paso por el nacional….CON QUE ORGULLO Y SATISFACCION CANTE

“tantos años estuvieron, chamuyando a la gilada,
lo queremos ver a River, cuando le lleguen las malas……
no alcanzan las tribunas, no alcanzan las entradas,
les demostramos lo que es River en las malas”

vaya demostración de aguante en el mejor sentido que puede contener el término….y vaya desahogo poder expresarlo siendo campeón después de tocar fondo!!!

Así, en estos acelerados tiempos posmodernos o hipermodernos (o modernidad liquida, dependiendo de perspectiva y autor) donde los medios de comunicación se diversifican y expanden, al tiempo que nuevas tecnologías posibilitan difundir “just in time” sucesos mediantes diversas redes de manera descentralizada y desjerarquizada……RIVER apeló y se reencontró con su clásico 3G….GUSTAR GANAR GOLEAR……ma que cambio social y ruptura de valores de orden posmoderno, ma que buscar nuevas fórmulas superadoras del pasado……A VOLVER A LAS FUENTES SE HA DICHO……LA 3G TRADICIONAL DE LA MÁXIMA IDENTIDAD MILLONARIA……si hasta la dirigencia se apropió de este hecho y diseño marketineramente el SLOGAN QUE, ACERTADAMENTE, RESUME TODO:

“RIVER VUELVE A SER RIVER”

VAMOS RIVER CARAJO!!!

No se podía más de la ansiedad. Durante la semana, el sábado, la noche previa…y llegó el domingo!

Salí de casa rumbo al cumpleaños de mi hermano y por la calle abundaban los hinchas millonarios, preparados para la ocasión, vestidos de rojo y blanco. Obviamente yo llevaba mi casaca (la del aguante, la del nacional b) y respeté toda la cábala de indumentaria que me trajo buenos resultados mientras acompañé desde el monumental a lo largo del campeonato: mismas zapatillas, calzón, pantalón, buzo y camiseta (eso sí, lavados eh!). El aperitivo fue la foto a mi abuela Lola, quien desde un piso 13, asomada en la ventana de su departamento, sostenía una bandera riverplatense que había llevado especialmente para la ocasión.

En lo de mi hermano apenas comí y solo pensaba en River, pensamiento que iba más allá de mi voluntad y más allá de las delicias gastronómicas preparadas en una flamante parrilla. Solo quería llegar al gallinero y unas tres horas antes del partido estaba en las inmediaciones del estadio……una marea roja y blanca y los “gajes del oficio” de ese tipo de situaciones: demoras, amontonamientos, gente sin entrada, flacos rebotando en los controles de seguridad, cantos por River, gritos contra el operativo, algunas botellas voladoras, la sensación de que en cualquier momento se pudre……todo al mismo tiempo y en el mismo lugar…y uno desesperado por entrar!!!

Superados los accesos, entré a la centenario baja y siguiendo con las cábalas, busqué un lugar en la primera fila de asientos de la parte baja de esa platea. No podía creer que dos horas y media antes del partido, el estadio estaba al 40 % de su capacidad y durante el tiempo que siguió al inicio del juego no paró de entrar gente. Nunca vi a la centenario tan abarrotada, no había lugar sin ocupar, todos de pie, obviamente; y por cada asiento, dos o tres personas, las escaleras y pasillos abarrotados, incluso el alambrado que separa la centenario de las plateas laterales. Y a cada minuto la ansiedad aumentaba junto al despliegue de fiesta y carnaval materializado en banderas, globos, los palotes inflables que se vieron en la TV y, claro, los cantos: El día que me muera, yo quiero mi cajón, pintado de rojo y blanco, como mi corazón……forma discursiva que canalizó a pleno esa previa llena de ansiedad, tensión, esperanza, alegría; sensación que los hinchas de River teníamos archivada desde hace un rato largo.

Y salió el equipo, con el clásico “River mi buen amigo….esta campaña volveremo a estar contigo…”. Inolvidable, con un toque de esos collage-mosaicos de canchas europeas, pero básicamente con la impronta criolla, rioplatense y riverplatense: fiesta, recibimiento monumental, canto ensordecedor, colorido en todas las tribunas, ordenado y exuberante al mismo tiempo, prolijo y lleno de pasión, de garra y aguante. Ahora en retrospectiva, el recibimiento fue el preludio perfecto al juego del millo esa tarde, a tono con la demostración futbolística “orden y exuberancia para jugar…prolijidad y puro huevo para recuperar”….mejor imposible!!!

Eeeeeempezó el partido y la ansiedad no calmaba……era peor!!! Pero duró poco, el primer gol a los nueve minutos fue un alivio casi impensado….va, uno acostumbrado a estos últimos años de River en donde todo logro y conquista costó horrores, prácticamente empezar ganando fue como un “¿en serio viene tan fácil la mano……posta??? me puedo soltar y empezar a festejar???..cheee…vengo acostumbrado a otra cosa……a la chichizoleada increíble, impresionante, inolvidable (y todos los “in” que se les ocurran) de hace un par de domingos contra Racing!!”……ni hablar del segundo gol y la fiesta que seguía tomando color en las tribunas……pero todavía contenida……y de esta sensación, devienen para mí, los dos momentos más intensos (término ramonianamente de moda) y profundos de una noche tan deseada como esperada y soñada:

Primer momento: tuvo comienzo el segundo tiempo y el millonario se floreaba, seguía con una extraordinaria concentración, orden, movilidad y precisión, al punto en que en algunos sectores arranco el ooole….ooooooleeeee….ooooooleeeeeee……pero al mismo tiempo se escuchaban los “shhhh……SHHHHHHH……SHHHHHHHHH” de los más escépticos con cierto toque de pesimismo (me incluyo) que querían callar el “ole” característico de los años de bonanza y abrumadora supremacía futbolística riverplatense……y al mismo tiempo, callando por ese irracional temor a que con River “todo es posible” y por tanto, gozar sin total seguridad es invitar a la desgracia y a que se pudra todo de un segundo para el otro. En otras palabras, con el 2 a 0 seguía la ansiedad y la tensión con mucha mayor alegría pero todavía con el alma riverplatense contenida……como cuidándose por si sucedia una desgracia……costumbres nomas de los últimos nefastos años

Todo esto hasta que, la agarro el lobo en tres cuartos de cancha y yo, en diagonal y de frente a él me salió el “PEGALEEEEEEE”…….y que GOLAZOOOOOOOO POR FAVOR!!!.. en ese instante sentí que todos los hinchas de River nos liberamos; por primera vez después de tanto tiempo nos creímos y sentimos campeones……y cualquier miedo o temor a la desgracia se esfumo por arte de magia, mejor dicho, por arte del lobo y sonó con total desahogo y sin límites el DALE CAMPEOOOO…DALE CAMPEOOOO…en su máxima expresión, y cuanto más fuerte sonaba, mas desahogo y libertad se sentía……un rugido guardado durante años……fue un momento único, inolvidable y tan pero tan riverplatense!!!

Segundo momento: el final del partido. Con mis 35 años tuve la suerte de vivir a pleno la gloriosa década de los 90 y principios del nuevo siglo….estando presente en el monumental durante festejos de campeonatos e incluso me di el lujo de estar en la final de la copa libertadores de 1996….y en todas esas oportunidades, los minutos finales de los partidos era el inicio del tradicional DALE CAMPEOOON…DALE CAMPEOOONN…que se agigantaba luego del pitazo final del árbitro.

Esta vez fue diferente y siento que este hecho fue un ícono de la identidad forjada en y por los hinchas durante los últimos años:

“señores yo soy del gallinero, a River lo sigo a donde va
No importa aunque ganes o pierdas, tu gente siempre te va a alentar
Vamos vamos River Plate, ponga huevo y corazón,
que esta hinchada se merece ser campeón
EN LAS BUENAS VAMOS A ESTAR, EN LAS MALAS MUCHO MAS
ESTA BANDA NUNCA TE VA A ABANDONAR”

Se escuchó esta canción hasta quedar disfónicos, con toda su fuerza y potencia, con plena conciencia de su significado y con una profunda identificación con su sentido. Años de resistencia y amor incondicional se liberaron en ese momento y no creo casual que ese cántico haya reemplazado al DALE CAMPEOOO para iniciar el festejo de este torneo en particular……para mí, mejor imposible!!!

Entonces. más que el campeonato de la resurrección (que algo de eso tuvo), siento que fue el campeonato del desahogo, el torneo en donde le ganamos a voka en la bombonera de la forma menos esperada, como suelen “hacerlo ellos” y con el héroe más impensado; al igual que Chichizola y el mencionado penal, en los rendimientos crecientes de Ledezma, Carbonero, Rojas, Maidana, Mercado, Lanzini, otros jugadores, Ramón y el extraño caso de Emiliano, que formaron un equipo y le taparon (Y ME TAPARON) la boca a todos!

Fue el campeonato en cual el estigma millonario de gallina se disolvió……el club donde históricamente la ley de Murphy mejor funcionó….y se pudo romper con esas situaciones en donde cuándo está todo servido en bandeja, River solito se auto boicoteaba de modo insólito….dejándonos con esa sensación de “sabía que iba a pasar……aunque al mismo tiempo no puedo creer que nos pase nuevamente”…

vaya desahogo romper con ese estigma!!! Y vaya uno a saber por qué sucede justo ahora….será cosa de mandinga, del destino, en parte acontecimientos que exceden a la razón y uno las ubica en el orden de la suerte, aunque mucho no importa explicarlo, solo importa sentirlo y disfrutarlo……y así sucedió!!!

Fue el campeonato donde, por fin pudimos sacar pecho con alegría del aguante que hicimos durante los últimos 10 años de la debacle institucional y el paso por el nacional….CON QUE ORGULLO Y SATISFACCION CANTE

“tantos años estuvieron, chamuyando a la gilada,
lo queremos ver a River, cuando le lleguen las malas……
no alcanzan las tribunas, no alcanzan las entradas,
les demostramos lo que es River en las malas”

vaya demostración de aguante en el mejor sentido que puede contener el término….y vaya desahogo poder expresarlo siendo campeón después de tocar fondo!!!

Así, en estos acelerados tiempos posmodernos o hipermodernos (o modernidad liquida, dependiendo de perspectiva y autor) donde los medios de comunicación se diversifican y expanden, al tiempo que nuevas tecnologías posibilitan difundir “just in time” sucesos mediantes diversas redes de manera descentralizada y desjerarquizada……RIVER apeló y se reencontró con su clásico 3G….GUSTAR GANAR GOLEAR……ma que cambio social y ruptura de valores de orden posmoderno, ma que buscar nuevas fórmulas superadoras del pasado……A VOLVER A LAS FUENTES SE HA DICHO……LA 3G TRADICIONAL DE LA MÁXIMA IDENTIDAD MILLONARIA……si hasta la dirigencia se apropió de este hecho y diseño marketineramente el SLOGAN QUE, ACERTADAMENTE, RESUME TODO:

“RIVER VUELVE A SER RIVER”

VAMOS RIVER CARAJO!!!

Muy bueno!. Me tome el tiempo de leerlo y es impecable. Resume perfecto las sensaciones generales del Hincha Riverplatense.

Excelente viejo, excelente, estabas en mi piel. Igual, no quiero filosofar pero no hay palabras que explique lo que sentimos el domingo.

Impecable!

Fue una locura

Enviado utilizando la aplicación móvil de tuRiver

Dale campeon.

Muy bueno esto, viejo. Muy bueno.

Ni para mi carrera leo todo eso, pero si los demas dicen que es muy bueno, te felicito gracias por compartir, senti lo mismo que vos.

Enviado utilizando la aplicación móvil de tuRiver

muchas gracias por sus comentarios! siempre entré como invitado a este foro y al ser la primera vez que posteo algo, es un gustaso que se hayan copado al leerlo! aguante el millonario!!!

Muy bueno che, me encantó

Muy bueno. No es por menospreciar a los hinchas de otras edades (menores o mayores) pero creo que los treintañeros lo vivimos con un gustito especial este título: fuimos testigos privilegiados de las épocas de vacas gordas y también de las épocas de hambruna.

Abrazo loco!!!

Comparto!!..más allá de que cada uno se apropia, siente y disfruta a pleno de este título, y esto excede a cualquier generación, creo que los treinteañeros lo vivimos de una forma muy especial!
cha gracias por tus comentarios!
abrazo grande!!