“Huracán fue la tumba de Niembro y de Bilardo…”
Pasional y con verba florida, Angel Cappa levanta la voz para polemizar y decretar el triunfo de su filosofía sobre lo que llama el niembrobilardismo. Y va más allá: “La Selección del 86 no jugaba bien”. Convencido, justifica su renuncia trunca y asegura que hay DT que sólo sirven para equipos chicos.
[i] -¿Por qué renunció?
-Por un estrés muy grande. Dirigir para mí es un placer y había dejado de serlo.
-Es fácil en el éxito, el pingo se ve en la mala.
-Cierto, pero me destrozaron el hijo apenas nació. Eso es durísimo. Si mantenía la base, tenía otra perspectiva.
-Con los buenos dirijo yo. Los DT se ven cuando deben armar un equipo con menos material.
-¿Ah, sí? ¿Pastore y Defederico salieron de abajo de la tierra? No los usaban y los puse yo. Ese equipo lo armé todo yo. Pero soy DT, no mago que le das cualquier cosa y la convierte en el Santos de Pelé. El buen entrenador se ve con los buenos jugadores. Y con los muy buenos, hace falta un excelente técnico para que la orquesta suene.
-¿Qué, al River tricampeón de Ramón no lo agarraba cualquiera y era lo mismo?
-No. Si al Real Madrid lo dirije mi tía Carlota, saldrá primero, segundo o tercero, porque con ese plantel más abajo no podés estar, pero con un buen técnico saldrá primero jugando muy bien. Ojo, admito que hay entrenadores que son para equipos chicos. Te ponen los once atrás y quizá te ganan con un córner. Pero no pueden dirigir un grande porque los matan.
-¿No debería dirigir a Huracán como un chico para sacar resultados?
-No, porque no tengo malos jugadores, pero es jodido jugar sin delanteros de experiencia.
-Usted los tuvo y no los explotó. Fíjese los goles que hace Nieto hoy y los que hacía en el Globo.
-Porque jugaba mal Huracán… Fue el equipo más goleador sin penales ni tiros libres directos.
-¿No lo desaprovechó?
-Por favor, fabricábamos 15 situaciones de gol por partido, si él no la metía no era mi culpa. Con el Nieto actual éramos campeones cuatro fechas antes. Pero cuando llegó venía seis meses inactivo. Entró en ritmo, hizo cinco goles, se lesionó y otros 45 días afuera. Fue una situación de él. Si en la final le quedó una con el arquero despatarrado y la erró y hoy la mete con el hombro.
-Volviendo a los DT, usted critica a Bilardo pero la Selección del 86 fue un equipazo.
-No estoy de acuerdo. Ese equipo podría haber jugado mil veces mejor. Y era 90% Maradona. Con un gran DT, hubiese dejado una huella en el fútbol mundial. Y nadie lo recuerda. En cambio, sí quedaron en la historia Brasil 82, Hungría 54 u Holanda 74. Y no fueron campeones. Porque lo que queda para siempre es la emoción, no los números. Huracán va a quedar en la historia, Vélez no.
-¿No es mucho?
-A mí me dieron un premio en Uruguay como el campeón de la Argentina.
-Y usted los corrigió.
-No, porque nos tuvieron que robar para ganarnos. A mí me hicieron notas de Alemania, Italia, Francia, España, porque despertamos el sentimiento futbolero del 99% de la gente del mundo entero. Porque Huracán jugaba al fútbol como les gusta a todos, como juega el Barcelona, el Arsenal inglés o la selección de España. Pero al niembrobilardismo no le cabe eso. Cruyff una vez me dijo: “No le gusta el buen fútbol al que no sabe nada”. Por eso, quienes no adhieren al tiki tiki es porque no saben nada.
-La mayoría de los DT argentinos no sabe nada, entonces.
-No, acá el problema son las condiciones. ¿Qué podés enseñar si perdés tres partidos y te echan? El sistema argentino, pensado para que el negocio lo hagan los representantes, que no apuesta a largo plazo y tiene torneos de 19 fechas, provoca un fútbol de angustia. Y muchos tratan de vender eso. Pero al hincha le gusta otra cosa: Huracán fue el campeón de la gente. Fue muy gracioso: Niembro y Bilardo se pasaron años hablando en contra de ese fútbol creyendo que habían ganado. Pensaban que cuando saliera un equipo que jugara bien, la gente no le iba a dar bola. Y perdieron. Fue una derrota escandalosa. Huracán fue la tumba del niembrobilardismo. Niembro gritó el gol de Vélez en la cara de colaboradores suyos que adhieren al tiki tiki, pero perdió igual. Encima quería convencer a la gente de que el Estudiantes de Sabella tenía la esencia del bilardismo. Y nada que ver: éste es el Estudiantes del tiki tiki. Porque la gente festeja un gol de pelota parada, pero cuando hacen un gol de 16 toques como contra Vélez, se levanta para aplaudir.
-¿No es contradictorio este discurso con sus reacciones desmedidas?
-Qué tiene que ver eso, me enojo cuando no se juega bien porque soy pasional.
-Pero si le dijo sin manos a Vega, arquero de River, cuando sacó un tiro bárbaro contra su equipo en el Clausura.
-Eso fue una canallada y en privado me pidieron disculpas 20 veces, porque lo dije para mis adentros, tuvieron que subtitularlo para mostrarlo. ¿Sabés por qué lo hicieron? Porque me había negado tres veces a ir a ese programa.
-Más allá del subtitulado, su imagen es la de un furioso resultadista.
-Claro, si yo compito para ganar. La derrota me ofende personalmente. Pero no voy a resignar la forma de jugar, porque eso sería una estupidez. Para ganar hay que jugar bien.
-Pararse atrás, achicar espacios y tratar de ganarlo de contra cuando el rival es superior, ¿no es jugar bien?
-Es jugar la mitad de bien. Y el equipo que se para defensivamente está más cerca de perder que el que cambia golpe por golpe. Decir lo contrario es otra mentira del niembrobilardismo. Que también les salió mal. Porque la gente en las plazas no sale a defenderse, sigue jugando al tiki tiki. Y cuando se eligen con el pan y queso, nadie elige al táctico. Aunque a ellos no les guste, todos eligen siempre al que mejor juega.[/i]