Los hijos de Ramón Aramayo, el hincha fallecido en el juego ante Vélez, visitaron y hasta guantearon con su ídolo Migliore, quien mañana los entrará al campo. Y el club los becará.
Franco y Joaquín lo miran azorados. Y lo saludan, lo tocan tímidamente primero, como queriendo constatar que en realidad, frente a ellos, no tienen un holograma, una extensión de la figura que admiran por TV, o una gigantografía de la miniatura que han visto volar, desde las alturas de la popu local del Nuevo Gasómetro, cuando papá los llevó a la cancha. Es parte de la revolución en la que viven desde el 20/3, día en el que, luego de una detención poco amable por parte de la Policía en un cacheo policial en la previa del Vélez-San Lorenzo, terminó falleciendo su padre Ramón Aramayo. Aunque el encuentro en cuestión, claro, es uno de los momentos reconfortantes en medio del trance. Acompañados por miembros de la Peña de San Lorenzo en San Martín, los niños estuvieron de visita por Ramos Mejía, en el gimnasio propiedad de Pablo Migliore, su ídolo. Y el hecho resultó el primero de una serie de ayudas para la familia y homenajes a Ramón que se vienen desarrollando y tendrán su clímax mañana, en la previa del choque del Ciclón ante Colón.
“¿Podés creer que me dijeron que soy el ídolo?”, se asombró Migliore ante la consulta de Olé , todavía emocionado. Enfundados en sendas casacas del CASLA, uno con el número 32 y el nombre paterno a caballito, el otro con la 15 de Bergessio, Franco y Joaquín se sacaron fotos con el arquero y se dieron el gusto de conversar un rato. También, demostraron mucho tablón en el lomo. “Estuvimos cantando canciones de San Lorenzo y se las sabían todas”, contó el 22. “Dentro de lo malo que les tocó pasar, los noté bastante bien, espero que hayan pasado un lindo rato y se hayan llevado un buen recuerdo”, deseó el Loco que, además, les montó un show vip. Es que, en “A 12 pasos”, tal el nombre del gym, mientras los clientes asistían a las clases habituales o le daban a los fierros, Migliore los subió al ring, los cubrió de protectores y se ofreció manso como sparring. Si hasta se posicionó de rodillas para el guanteo doble. Y, sí, sus 193 centímetros ligaron descarga tupida por parte de los gurrumines. Con buena onda pero, parece, sin contemplaciones. “Me dieron un poco, ja, pegaban fuerte, eh”, les vio pasta el portero.
La gran sorpresa, al menos desde los ojos de los niños, llegó al final del meeting. “Van a salir conmigo a la cancha”, les dijo Migliore, y los ojos retomaron el cariz azorado. Entonces, uno de cada guante, Franco y Joaquín se llevarán una ovación que Ramón, seguramente, hubiera querido escuchar. La movida para recordar a Aramayo y para asistir a sus seres queridos no se reduce a la historia con el arquero. Es que el primer match tras su deceso se dio con el equipo en condición de visitante y lejos de la Capital, en Bahía. Y, si bien los hinchas lo recordaron con hits (el más fuerte: “Policía, Policía, la p… que te parió, a ver si se hacen cargo, de la muerte de Ramón”), el gran homenaje quedó para mañana en hogar propio. En primer término, los jugadores saldrán a la cancha con brazalete negro. Y se propondrá desde los altoparlantes no un minuto de silencio, como se estila, sino uno de aplausos.
La hinchada del San Lorenzo también quiere hacer su aporte. Por eso, en la entrada de la popular local, dispondrá de varias urnas para armar una colecta y así, apenas finalizado el partido, acercarle a Mabel, la viuda de Aramayo, un aporte económico. En la última reunión de una Comisión Directiva compuesta por cuatro agrupaciones diferentes (y, por ende, el consenso no es fácil), los presentes aprobaron por unanimidad la palmada más intensa para los chicos. Hasta los 18 años, como beca para cubrir los gastos de su educación, el club le pasará a la familia 2.000 pesos mensuales por chico. Y se puso a disposición ante cualquier evetualidad o necesidad que pueda surgir a futuro, además de encargarse, lógico, de su cuota social de ahora en más.
“Ya nos comunicamos con la mujer de Ramón y le informamos de la decisión. La idea es acompañar en todo lo que podamos, creemos que es lo que corresponde”, explicó el dirigente Juan Miró. Los Cuervos demostraron que, ante la adversidad de un miembro de la bandada, no lo abandonan, sino que lo rodean. Las pruebas abruman. Y la excursión engendrada por los integrantes de la Peña de San Martín en territorio de Migliore les sacó varias sonrisas a Franco y Joaquín, que ya saben que ese lungo que va al arco es de carne y hueso, y además los adoptó. Ya tendrán más lugar las emociones cuando mañana los reciba el césped del Gasómetro.
fuente: Loco corazón | Olé | Diario Deportivo
-No vi nada del partido de SL, ni un resumen ni nada, si alguien tiene algo de lo que hicieron que lo postee.
Pongo esto para hacer notar las enormes diferencias entre la CD de SL, y la nuestra, como se brindaron 100% a la familia y no se borraron.