River pone $ 500.000 para cerrar el caso Pezzotta. Es la multa más alta en la historia de la Justicia porteña.
Los Redondos jamás tocaron en River pero si volvieran y lo hicieran, el Indio Solari debería retocar la letra de uno de sus temas más famosos y cantar: “El futuro llegó hace rato, medio palo, ya lo ves”. Porque eso acordó pagar el club para cerrar la causa judicial donde estaba más complicado: los incidentes en el partido de vuelta de la Promo del 26/6/11 que determinó el descenso a la B Nacional. La polémica se instalará en la institución para saber de dónde saldrán los fondos de la multa, la más alta en la historia de la Justicia porteña. ¿Por qué? Porque la institución sólo fue penada como tal en $200.000, mientras que los $300.000 restantes corresponden a título personal de ocho dirigentes, incluyendo a Daniel Passarella, Daniel Bravo y Diego Turnes. ¿Saldrán de sus bolsillos, dice usted? El acuerdo se logró después que estos tres directivos más Omar Solassi, Luis Renzi, Carlos Mosquera, Luis Delaico, Gustavo Quinteros y Cristian Francisco se presentaran ante el fiscal Gustavo Galante para solicitar la figura de probation y juicio abreviado para no ir a juicio oral, donde sumando matemáticamente los delitos podían enfrentar penas de hasta medio año de prisión. Y aunque era improbable que terminaran tras las rejas, lo que Passarella y el resto quería evitar era quedar expuestos ante la gente.
Tanto a los directivos como a los responsables de Seguridad se les imputaba la omisión de recaudos de seguridad en el partido, el exceso de espectadores, la comprobación de que 1.500 personas ingresaron sin tickets por lugares tomados por la barra y haber dejado entrar a los violentos Flavio Raguzzi y Juan Carlos Leguizamón, miembros de Los Borrachos, que tenían derecho de admisión y que terminaron imputados en la causa por el apriete al árbitro Sergio Pezzotta.
En el convenio, se fijó también que Passarella, Turnes y Bravo deberán participar de un curso en organización y seguridad de espectáculos masivos mientras que Delaico, Mosquera, Francisco y Quinteros irán a un taller de convivencia urbana dictado en la Secretaría de Derechos Humanos de la Ciudad.
Pero además, River se obliga a cumplir con un nuevo protocolo de Seguridad por el cual un miembro de la Justicia estará monitoreando desde ahora las cámaras de video, deberá tener un hombre de seguridad privada en cada pasillo de tribuna y platea para garantizar que éstos queden libres, entregará a la fiscalía una lista con todos sus socios así como deberá hacer modificaciones edilicias para que la circulación sea más fluida.
Los directivos aceptaron y firmaron. Porque como siempre en este fútbol, ellos erran, pero la cuenta la pagan todos.