Carta al hincha de River

Bueno, quería descargarme por este momento de mierda que estoy pasando y no encontré mejor manera de hacerlo que escribiendo. Sé que a más de uno le va a chupar un huevo lo que escriba yo, pero sé que también alguno se va a sentir identificado.(?)
Si no va acá, muevanló :smiley:

Mayo de 2012, Otra vez invadidos por ese sentimiento de tristeza y desolación, otra vez preguntando por qué todo nos sale mal, otra vez lamentándonos por habernos confiado cuando no debimos. Otra vez invadidos por la ira, el no saber que hacer, el pelearnos entre nosotros una y otra vez, en tratar de entender por qué nos toca vivir todo esto; Otra vez sintiendo que todo vuelve a empezar nuevamente, que cuando el sufrimiento empezaba a cesar todo vuelve a decaer y hacerse cada vez más difícil.
Es casi increíble que a días de nuestro cumpleaños número 111 estemos en un clima tan tenso, confundidos, no encontrando una manera de seguir adelante cuando en realidad todo debería ser alegría por festejar un nuevo año de vida de nuestro amado club. Estar sufriendo por un ascenso no es digno de un hincha de River, viviendo partidos decisivos con equipos que ni siquiera conocen la primera categoría, enfrentando rivales a los que nunca antes habíamos oído hablar, viviendo el minuto a minuto como la más triste agonía. ¿Cómo es que parece tan lejano esos tiempos de gloria que tanto nos identificaron a lo largo de la historia? ¿Dónde están los Beto Alonso, los Labruna, los Francescoli, los Moreno, los Loustau, los Pedernera?¿Dónde están los goles con la pelota naranja?¿Dónde están las chilenas, los tacos y los caños?¿Dónde está nuestra identidad?
Casi 111 años después tenemos que conformarnos con jugadores de segunda clase, de esos que cualquier pensante puede adivinar sus movimientos, conformarse con un DT sin experiencia, un presidente preparado para el marketing de la campaña pero no para dirigir un club de semejante envergadura, en definitiva, nos acostumbramos a conformarnos con lo que se aspira desde los rangos más altos y no con lo que la historia manda. Mucha gente que vivió esos años de gloria no se olvida de lo que fué River y trata de recuperar la extirpe ganadora que siempre nos caracterizó ; Otros que quizás no lo vivieron, como los chicos de mi edad, se conforman con ver la fiesta de la gente en las tribunas, semana tras semana, a pesar de transitar por el peor momento de nuestra historia, en fin cada uno lo vive como puede, mejor dicho como lo siente, pero si hay algo que nos une es River. Todos de alguna u otra manera empezamos a meternos en el mundo River, quizás yendo a la cancha, mirando los partidos por la tele, con alguna camiseta que nos regalaron desde chico o tal vez solo por interés propio, enfrentando a las situaciones que se entrometan con tal de ver esa pelota rodando en el verde césped del glorioso Monumental, esos 90 minutos en los que amamos, odiamos, sufrimos y nos alegramos. Porque si hay algo que identifica a River es el fútbol, ese fútbol de la elite, el fútbol de los lujos, de los goles únicos, del ganar,gustar y golear, fútbol como el que se jugaba en esos casi 18 años sin salir campeones que hacían delirar a cualquiera que lo haya visto. Fútbol, el buen fútbol. El fútbol que sólo River podía brindar. Ese que se jugaba en casa y era garantía de ganar humillando al rival que se interponga, esa humillación que ningún rival quería sufrir,por lo que venían con respeto al estadio del más grande.
Respeto, otra de las palabras que pareciera estar tan lejana. ¿Cuándo fué que nos lo perdieron? ¿En qué momento cualquier rival insignificante que pisaba nuestra casa se iba victorioso? ¿En qué momento nos íbamos una y otra vez de nuestra propia casa humillados por la derrota? Podremos hacernos miles de preguntas, quizás lo que falten son respuestas. Respuestas que los hinchas buscamos una y otra vez para tratar de explicarnos esta situación por la que nos toca vivir y solamente nosotros entendemos y sentimos tan injusta. Únicamente nosotros somos los que vamos a estar siempre acá, los que nos tenemos que bancar una y otra vez que se rían de nosotros en nuestra cara, incluso los que tendrían que defendernos. Los técnicos,los jugadores, los dirigentes, Todos se
van en algún momento, a los únicos que no nos va a cambiar el sentimiento va a ser a nosotros.
Al parecer a muchos no les bastó con la mancha histórica y el dolor provocado por el descenso, pareciera que ese trágico día mezclado de emociones,encuentros y desencuentros no hubiese servido de nada. Otra vez cometemos los mismos errores que nos llevaron a donde estamos hoy en día y pareciera que no buscamos la manera de repararlos, cada día que pasa el sufrimiento aumenta y el miedo de que pueda volver a pasar lo que no queremos es cada vez mayor, aunque lo peor ya haya pasado, el golpe sería casi de igual magnitud por todo lo que significa River y más estando en una categoría que no le corresponde. Ese “River va a ascender seguro” que es casi tan igual al “River no va a descender” que hasta el año pasado creíamos certeza.La fe y la esperanza es lo último que se pierde, pero el corazón sufre millones con cada pelota parada en contra, con cada tiro en el palo, con cada gol que nos hacen o simplemente con cada jugada que corra peligro de gol, sea en el arco rival o en el propio. Esa sensación que se repite una y otra vez, la misma que sentí (y creo que la mayoría sentimos) el último sábado cuando nuevamente en el último minuto nos empatan el partido, esa que me obligó a sentarme en la tribuna a llorar desconsoladamente como si fuera el fin del mundo, sintiendo una vez más que se hacían las cosas mal y pagábamos por nuestros errores. Una vez más que me sentía desolado, sin sentido como aquella tarde de la última fecha contra Lanús cuando se sentenciaba la promoción, o en la mismísima promoción en Córdoba, toda la noche sin dormir por todo lo que estaba pasando. Una vez más que tenía las mismas sensaciones que el trágico 26 de junio contra Belgrano, mientras volvía llorando entre medio de humos y gases. Obvio, ese día fué único y espero no se vuelva a repetir, pero la ira y el insomnio que invadía mi ser era el mismo. Triste, tratando de encontrar explicaciones donde no las había, sintiendo que todo estaba perdido aunque quizás así no sea.
Seguramente no fuí el único que pasó por todo esto el sábado, (así como tambien hace casi 11 meses) más de uno se habrá sentido identificado o tal vez quizás alguno se habrá sentido ofendido. Lo único que sé es que estoy cansado de todo esto, que no soporto más y que quiero que termine lo más rápido posible. Que sea lo que tenga que ser, pero que sea ya. Basta de todo este sufrimiento, basta de que se nos rían en la cara,en nuestra propia casa. En estas cuatro fechas restantes, los que nos representen dentro de la cancha van a cargar con gran parte de nuestras emociones y espero que estén a la altura de las circunstancias porque sinceramente están jugando más que un partido de fútbol, juegan con las vidas de muchos de nosotros, de esos que nos bancamos lo peor y seguimos acá firme por el amor a la camiseta, siempre defendiendo esa banda roja que nos representa a todos, ese escudo símbolo de la gloria que supimos alcanzar y que nos une donde sea que estemos, quizás el dolor de todos no será el mismo y cada uno lo vive y lo sufre de diferentes maneras pero lo único que sé es que acá estamos esperando que sean estas cuatro fechas y nada más, que den lo mejor y que todos juntos salgamos de esta así como todos juntos entramos, que volvamos al lugar que nos pertenece, que volvamos a ser River. Por el bien de todos, por el bien de River.
Desde mi humilde lugar de hincha, uno más como cualquiera de ustedes, pido que aguantemos juntos hasta el final y esperemos que se de todo como queremos que sea. Ya dimos todo, espero que nos devuelvan algo.

Les Agradezco por su tiempo, ojalá se hayan sentido identificados.

Leandro Nicolás Villalba (@nannocarp)

Bueno, quería descargarme por este momento de mierda que estoy pasando y no encontré mejor manera de hacerlo que escribiendo. Sé que a más de uno le va a chupar un huevo lo que escriba yo, pero sé que también alguno se va a sentir identificado.(?)
Si no va acá, muevanló :smiley:

Mayo de 2012, Otra vez invadidos por ese sentimiento de tristeza y desolación, otra vez preguntando por qué todo nos sale mal, otra vez lamentándonos por habernos confiado cuando no debimos. Otra vez invadidos por la ira, el no saber que hacer, el pelearnos entre nosotros una y otra vez, en tratar de entender por qué nos toca vivir todo esto; Otra vez sintiendo que todo vuelve a empezar nuevamente, que cuando el sufrimiento empezaba a cesar todo vuelve a decaer y hacerse cada vez más difícil.
Es casi increíble que a días de nuestro cumpleaños número 111 estemos en un clima tan tenso, confundidos, no encontrando una manera de seguir adelante cuando en realidad todo debería ser alegría por festejar un nuevo año de vida de nuestro amado club. Estar sufriendo por un ascenso no es digno de un hincha de River, viviendo partidos decisivos con equipos que ni siquiera conocen la primera categoría, enfrentando rivales a los que nunca antes habíamos oído hablar, viviendo el minuto a minuto como la más triste agonía. ¿Cómo es que parece tan lejano esos tiempos de gloria que tanto nos identificaron a lo largo de la historia? ¿Dónde están los Beto Alonso, los Labruna, los Francescoli, los Moreno, los Loustau, los Pedernera?¿Dónde están los goles con la pelota naranja?¿Dónde están las chilenas, los tacos y los caños?¿Dónde está nuestra identidad?
Casi 111 años después tenemos que conformarnos con jugadores de segunda clase, de esos que cualquier pensante puede adivinar sus movimientos, conformarse con un DT sin experiencia, un presidente preparado para el marketing de la campaña pero no para dirigir un club de semejante envergadura, en definitiva, nos acostumbramos a conformarnos con lo que se aspira desde los rangos más altos y no con lo que la historia manda. Mucha gente que vivió esos años de gloria no se olvida de lo que fué River y trata de recuperar la extirpe ganadora que siempre nos caracterizó ; Otros que quizás no lo vivieron, como los chicos de mi edad, se conforman con ver la fiesta de la gente en las tribunas, semana tras semana, a pesar de transitar por el peor momento de nuestra historia, en fin cada uno lo vive como puede, mejor dicho como lo siente, pero si hay algo que nos une es River. Todos de alguna u otra manera empezamos a meternos en el mundo River, quizás yendo a la cancha, mirando los partidos por la tele, con alguna camiseta que nos regalaron desde chico o tal vez solo por interés propio, enfrentando a las situaciones que se entrometan con tal de ver esa pelota rodando en el verde césped del glorioso Monumental, esos 90 minutos en los que amamos, odiamos, sufrimos y nos alegramos. Porque si hay algo que identifica a River es el fútbol, ese fútbol de la elite, el fútbol de los lujos, de los goles únicos, del ganar,gustar y golear, fútbol como el que se jugaba en esos casi 18 años sin salir campeones que hacían delirar a cualquiera que lo haya visto. Fútbol, el buen fútbol. El fútbol que sólo River podía brindar. Ese que se jugaba en casa y era garantía de ganar humillando al rival que se interponga, esa humillación que ningún rival quería sufrir,por lo que venían con respeto al estadio del más grande.
Respeto, otra de las palabras que pareciera estar tan lejana. ¿Cuándo fué que nos lo perdieron? ¿En qué momento cualquier rival insignificante que pisaba nuestra casa se iba victorioso? ¿En qué momento nos íbamos una y otra vez de nuestra propia casa humillados por la derrota? Podremos hacernos miles de preguntas, quizás lo que falten son respuestas. Respuestas que los hinchas buscamos una y otra vez para tratar de explicarnos esta situación por la que nos toca vivir y solamente nosotros entendemos y sentimos tan injusta. Únicamente nosotros somos los que vamos a estar siempre acá, los que nos tenemos que bancar una y otra vez que se rían de nosotros en nuestra cara, incluso los que tendrían que defendernos. Los técnicos,los jugadores, los dirigentes, Todos se
van en algún momento, a los únicos que no nos va a cambiar el sentimiento va a ser a nosotros.
Al parecer a muchos no les bastó con la mancha histórica y el dolor provocado por el descenso, pareciera que ese trágico día mezclado de emociones,encuentros y desencuentros no hubiese servido de nada. Otra vez cometemos los mismos errores que nos llevaron a donde estamos hoy en día y pareciera que no buscamos la manera de repararlos, cada día que pasa el sufrimiento aumenta y el miedo de que pueda volver a pasar lo que no queremos es cada vez mayor, aunque lo peor ya haya pasado, el golpe sería casi de igual magnitud por todo lo que significa River y más estando en una categoría que no le corresponde. Ese “River va a ascender seguro” que es casi tan igual al “River no va a descender” que hasta el año pasado creíamos certeza.La fe y la esperanza es lo último que se pierde, pero el corazón sufre millones con cada pelota parada en contra, con cada tiro en el palo, con cada gol que nos hacen o simplemente con cada jugada que corra peligro de gol, sea en el arco rival o en el propio. Esa sensación que se repite una y otra vez, la misma que sentí (y creo que la mayoría sentimos) el último sábado cuando nuevamente en el último minuto nos empatan el partido, esa que me obligó a sentarme en la tribuna a llorar desconsoladamente como si fuera el fin del mundo, sintiendo una vez más que se hacían las cosas mal y pagábamos por nuestros errores. Una vez más que me sentía desolado, sin sentido como aquella tarde de la última fecha contra Lanús cuando se sentenciaba la promoción, o en la mismísima promoción en Córdoba, toda la noche sin dormir por todo lo que estaba pasando. Una vez más que tenía las mismas sensaciones que el trágico 26 de junio contra Belgrano, mientras volvía llorando entre medio de humos y gases. Obvio, ese día fué único y espero no se vuelva a repetir, pero la ira y el insomnio que invadía mi ser era el mismo. Triste, tratando de encontrar explicaciones donde no las había, sintiendo que todo estaba perdido aunque quizás así no sea.
Seguramente no fuí el único que pasó por todo esto el sábado, (así como tambien hace casi 11 meses) más de uno se habrá sentido identificado o tal vez quizás alguno se habrá sentido ofendido. Lo único que sé es que estoy cansado de todo esto, que no soporto más y que quiero que termine lo más rápido posible. Que sea lo que tenga que ser, pero que sea ya. Basta de todo este sufrimiento, basta de que se nos rían en la cara,en nuestra propia casa. En estas cuatro fechas restantes, los que nos representen dentro de la cancha van a cargar con gran parte de nuestras emociones y espero que estén a la altura de las circunstancias porque sinceramente están jugando más que un partido de fútbol, juegan con las vidas de muchos de nosotros, de esos que nos bancamos lo peor y seguimos acá firme por el amor a la camiseta, siempre defendiendo esa banda roja que nos representa a todos, ese escudo símbolo de la gloria que supimos alcanzar y que nos une donde sea que estemos, quizás el dolor de todos no será el mismo y cada uno lo vive y lo sufre de diferentes maneras pero lo único que sé es que acá estamos esperando que sean estas cuatro fechas y nada más, que den lo mejor y que todos juntos salgamos de esta así como todos juntos entramos, que volvamos al lugar que nos pertenece, que volvamos a ser River. Por el bien de todos, por el bien de River.
Desde mi humilde lugar de hincha, uno más como cualquiera de ustedes, pido que aguantemos juntos hasta el final y esperemos que se de todo como queremos que sea. Ya dimos todo, espero que nos devuelvan algo.

Les Agradezco por su tiempo, ojalá se hayan sentido identificados.

Leandro Nicolás Villalba (@nannocarp)

Otra carta más y van…

A mi particularmente me gustó tu análisis.

Yo también tengo los huevos llenos como vos loco, esperemos que todo termine “bien”. Después los jugadores se quejan porque les pasó cerca una botellita. No saben lo que sufrió el hincha, no tienen la mas puta idea.

Todo bien, pero si no te interesa no te hubieses gastado en entrar a molestar.

Tal cual, no entiendo cual es la de hacerse el malo.
En cuanto a la carta, es increíble como tengo que volver a sentir la misma sensación de bronca, tristeza, la violencia que me genera, las ganas de gritar, de llorar, que se sentían en las ultimas fechas del último torneo en primera. Espero que no se vaya incrementando como el año pasado, sino que esta vez la historia sea diferente. Lo ruego por la salud mia y de muchos.
Abrazo.

Hermosa carta Nanno, que se termine todo esto pronto.

No te tenía escribiendo tanto :stuck_out_tongue:

Buena carta, Lean!

Esto es un deja vu lo vivimos el año pasado en estas epocas, vacio, dolor, bronca, impotencia pero esta vez a la invertida en vez de descender hay que ascender.

completamente de acuerdo, gran carta, estamos en un pozo cada vez mas profundo y ni se ve una puta salida

muy buena la carta…cuando se acabara esta tortura…

River: Suerte como aquella vez.

No me hago el malo, solamente pido que dejen de llorar un poco.

Como bien dije cada cual vive el momento de River de diferentes maneras como quiere,puede y siente. Si vos no lo sentís igual que yo o cualquier otro, solamente te pido que respetes a los demás.

Te pido fortaleza, descargáte puteando, no llorando bro… Porfa.

Saludos, y fuerza y disculpá si te molestó mi mensaje de desaire. Chau.

Muy buena carta Nano, me siento igual.