Buenos Aires, 15 de abril de 2012.
A todos los hinchas, socios y simpatizantes de River Plate, es decir, al país menos unos pocos.
Aprovecho este medio para dirigirme a ustedes, a fin de hacer un balance de lo ocurrido en este torneo que estamos jugando.
Ser oposición no es una tarea fácil, nunca lo ha sido, menos en River Plate y en los tiempos difíciles que corren.
Criticar lo que esta mal, las malas gestiones, la equivocada política de contrataciones, los manejos del club, le generan a uno sufrir críticas desmedidas con acusaciones terribles como “Anti River”, “golpista”, “quieren que a River les vaya mal” etc.
Yo creo que lo peor sería acompañar en silencio las peores políticas que llevan al hundimiento de River Plate, eso me convertiría en cómplice de la corrupción, de la soberbia, de la inoperancia, de que River juegue contra Atlanta, Desamparados y siguen los equipos.
Siempre estuve al lado de River, donde jugó el equipo profesional –San Juan, Corrientes, Mendoza, Puerto Madryn, Jujuy– y en cada una de las disciplinas del Club.
Siempre acompañe y acompañaré. Con cargos o sin cargos.
A pesar de haber perdido las elecciones del 2009, estuve en la asunción del Presidente electo Daniel Alberto Passarella para garantizar la gobernabilidad, para despejar todo tipo de dudas respecto al acto eleccionario y para respaldar el comienzo de un nuevo proyecto, brindando tranquilidad y respetando la decisión que el socio creyó conveniente para mejorar el presente del millonario.
Puse todos mis equipos, proyectos, contactos e inversores a disposición de las autoridades de River porque “River está por encima de todo y de todos”.
Lo hice sin esperar nada a cambio por mi profundo amor a River y porque lamentablemente, sabía que se atravesaban tiempos terribles y que la historia estaba en juego.
En esos momentos decidí el silencio y un apoyo a rajatabla, un acertijo señala que “el silencio es el grito más fuerte”, pero River necesitaba nuestro acompañamiento, nuestro apoyo para evitar que los medios de comunicación nos “utilicen” para perjudicar los intereses de River, para no poner palos sobre la rueda y a los efectos de que el oficialismo puede ejecutar sus ideas.
Nuestro presidente había reconocido públicamente que se había preparado para las elecciones y no para gobernar, subestimando la gravedad de la situación no supo estar a la altura de las circunstancias y aquí estamos.
Hoy, quedan nueve fechas para el final, sabemos que River Plate no tiene un gran nivel de juego, que hay jugadores que piensan más en ellos que en River, que errores de tipeo –porcentaje de River en el pase de Luciano Abecasis– y hablar hoy de futuras incorporaciones impactan negativamente en nuestra actualidad.
Sabemos que tener poca distancia de puntos con nuestros competidores a pocos partidos del final del torneo genera una presión difícil de sostener, pero acá y ahora es cuando tenemos que sacar ese “algo más” para volver a River a su hábitat natural.
Por eso, con humildad y desde nuestro lugar de oposición constructiva y propositiva solicitamos a los dirigentes de River estar a la altura de las circunstancias, mantenerse al lado del primer equipo, cuidarse a la hora de hacer declaraciones respecto a la vuelta de ídolos riverplatenses para la temporada que viene y dar señales de seriedad y responsabilidad para transmitir calma y tranquilidad a los 15 millones de hinchas.
A ellos, les aconsejamos escuchar las palabras de nuestro fundador Leopoldo Bard: “Hidalguía y caballerosidad. Esta es la tradición que deben mantener incólume los que visten los gloriosos colores del Club River Plate. Ese es el legado de los que fundamos el club”.
Al plantel, le solicitamos la misma cautela, reserva y altura a la hora de enfrentarse a los micrófonos, compromiso total con River Plate, no se olviden que millones de personas darían su vida por estar en su lugar.
La carta de Enzo Francescoli a los hinchas dejo una frase que no tiene desperdicio: “Cada jugador que viste estos colores deben saber que son elegidos y que tienen en sus manos la oportunidad de escribir una página más de la historia del club. Yo fui un elegido”.
Y por último recordemos dos cosas: La sabiduría popular lo expresó este sábado desde una bandera que hicieron retirar “Ascender no es un mérito, es una obligación”; y por favor recuperemos lo más pronto posible el “Ganar, Gustar y Golear”.
Primero River. Siempre.
“Porque así me lo enseñaron ellos, soy de River y ellos me acompañan”.
Antonio Caselli
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