No te oí… En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los
chicos, por los viejos olvidados.
No te oí… Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay
tanta gente
que en sus pobres recipientes sólo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes,
con valiente aroma de olla popular.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar con los tambores militares
como tantas veces te escuché sonar.
No te oí… cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente, asfixiado.
No te oí. Puede ser que mis oídos oigan mal,
pero no escuché en la exposición rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, porque venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modo
de juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.
Cacerola de teflón, volvé al estante
de los muebles de las casas elegantes
que las cocineras te van a extrañar.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar en los conciertos liberales
como tantas veces te escuché sonar.
No te oí en el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán.
No te oí en los desalojos ni en los barrios inundados de este lado.
No te oí, en la esquina de Rosario que estalló
Cuando el ángel de la bici se calló
y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba,
desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante.
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
Chiara Mezza @ChiaraMezza
Tengo un par de amigos que se querían sumar al #cacerolazo pero no sabían cual era la cacerola y la empleada ya se habia ido.
No entiendo a los que dicen que por vivir en Recoleta, Belgrano y Nuñez sos un gorila asqueroso que votó a Macri.
Aún así me parece un mamarracho este cacerolazo, hay otras cosas para criticarle al gobierno…
Que pena me da que desde los dos lados se vivan tirando mierda y no se hagan cosas para mejorar este país…
Nunca escuché que la oposición le haya elogiado al oficialismo algo, o viceversa
Me pudrieron los cacerolazos. Tipico de sorete, te tocan el bolsillo y salis con la cacerola. Debia haber otros motivos antes para hacer un cacerolazo.
No te oí… En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los
chicos, por los viejos olvidados.
No te oí… Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay
tanta gente
que en sus pobres recipientes sólo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes,
con valiente aroma de olla popular.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar con los tambores militares
como tantas veces te escuché sonar.
No te oí… cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente, asfixiado.
No te oí. Puede ser que mis oídos oigan mal,
pero no escuché en la exposición rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, porque venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modo
de juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.
Cacerola de teflón, volvé al estante
de los muebles de las casas elegantes
que las cocineras te van a extrañar.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar en los conciertos liberales
como tantas veces te escuché sonar.
No te oí en el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán.
No te oí en los desalojos ni en los barrios inundados de este lado.
No te oí, en la esquina de Rosario que estalló
Cuando el ángel de la bici se calló
y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba,
desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante.
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
donde vos nunca supiste resonar.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a llenarte de los más ricos manjares
que en la calle no se suelen encontrar.
Es una generalización, obviamente exagerada y hay miles de excepciones. Sí son los barrios en los que Macri sacó una diferencia ABRUMADORA, así que la tendencia existe, es real, claro que también después ganó Cristina en muchos de esos lugares.
Sobre lo último, pasa, poco pero pasa, últimamente cada vez más seguido pareciera, esperemos que se mantenga la tendencia.
Todas las protestas son tolerables, pero un cacerolazo por no poder recibir unos dólares? Con todo lo que un cacerolazo simboliza en la historia de este país, por causas un poquito más importantes que esta. Por lo menos cambien el método, usen llaves, qué sé yo.