Una iniciativa legislativa en el estado de Nueva York, USA, busca eliminar la posibilidad de realizar comentarios anónimos en la web. El control de la identidad de los usuarios brindaría mayor responsabilidad a los usuarios a la hora de comentar. La medida se asemeja a otra impulsada en Arizona, que busca eliminar los “trolls” de la web.
Los legisladores del estado de Nueva York proponen una nueva legislación con vistas a prohibir la expresión de opiniones anónimas en Internet.
El asambleista republicano Jim Conte cree que la legislación reduciría los problemas de “ataques políticos malintencionados y sin fundamento” y pone el foco de atención en los ciberacosadores al obligarlos a revelar su identidad.
El proyecto de ley fue propuesto en marzo y se describe como “un acto de modificación de la ley de los derechos civiles en relación con la protección del derecho de una persona a saber quién está detrás de una publicación anónima en Internet”.
De acuerdo con esta legislación, el administrador de un sitio web registrado en el estado de Nueva York debe, previa instancia, “eliminar los comentarios que fueron publicados en su página web por un comentarista anónimo a menos que este usuario acordara adjuntar su nombre al comentario y confirmar que su dirección IP, el nombre legal y el domicilio son exactos”.
Además, el proyecto de ley propone que todos los administradores de sitios web se hagan con su propia información de contacto “claramente visible en cualquiera de las secciones donde los comentarios se publican” para permitir a los lectores irritados exigir la censura.
Kevin Bankston, un abogado en el Centro para la Democracia y la Tecnología, revela que la legislación, si entra en vigor, violará no solo los principios de apertura de la Red, sino también la Primera Enmienda.
El abogado confirma en un comunicado que la ley “destruiría en esencia la capacidad de hablar de forma anónima ‘on line’ en los sitios de Nueva York”, y le proporciona el veto de reventador “a cualquiera que no esté de acuerdo o no le guste lo que un comentarista anónimo dijo”.
A su vez, quienes trabajan en Internet saben perfectamente que los comentaristas anónimos muchas veces son una verdadera molestia, no por el acuerdo o desacuerdo que generan en los foros sino porque la intención de provocar o “trollear” termina afectando al debate que puede llegar a plantearse en el espacio virtual y el anonimato hace de esta práctica algo contra lo que los web masters no tienen mucho que hacer más que el baneo arbitrario, que puede ser criticado afectando la credibilidad del sitio.
Los legisladores de Nueva York todavía tienen que votar formalmente la medida