Bilardo entrega todo
[i]Carlos Salvador propone una táctica bien abierta con tal de que la Selección festeje: “Si salimos campeones, que me hagan la colita”, se anima a fondo el Doctor ¿amor?
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Advertencia: todo lo aquí escrito y descripto puede herir la sensibilidad del lector.
O los límites de la transgresión se fueron corriendo peligrosamente a partir de la promesa del propio Maradona (“si salimos campeones me pongo en bolas en el Obelisco”), o el benemérito Doctor, finalmente, cruzó la línea ante la extrema tensión que le provoca su tercer Mundial como parte involucrada. Queda a criterio de quien siga estas líneas si la línea cruzada es la de la cordura o… la otra. Lo concreto es que, entrevistado en el programa Vértigo de Telefé, Carlos Salvador Bilardo, Director de Selecciones nacionales, ofreció más que su corazón si Sudáfrica corona a Argentina: “En realidad, me tengo que animar a que me hagan. Si salimos campeones, que me hagan la colita… el que haga un gol. Ya lo prometí por la radio, dirán: éste está loco”. Pero no Carlos, cómo piensa eso, habráse visto…
Difícil llevar al plano racional este rapto de pasión de Bilardo. Evitando hacer rodar la imaginación para resguardar la salud psicológica, uno puede suponer que, de arribar la Selección a la final, el posible anotador opte por el yerro ante el ¿premio? prometido. A todas luces contraproducente. Pero el hidalgo Doctor continuó. “¡Qué me importa! Tengo 64 años ya, total… Pero duele. Lo sé de cuando hacía la rectoscopía, trabajé con el tema de cáncer de recto. Y usaba anestésia, pero (los pacientes) pegaban cada grito… ¡ay, mamita querida!”, ilustró, además de aceptar que no recuerda cuándo cumple años su esposa.
Tal vez para instruir al ocasional scorer y cálido compañero, dio cátedra sobre la manera en la que los jugadores deben abordar el placer, y sobre cómo lo hacen, con datos particulares. En cuanto a la autogestión, opinó: “¿Si la masturbación está bien? Según. No me gusta el día anterior al partido, el jugador se hace la croqueta, con ésta, no, con ésta… Son todos iguales. Empiezan a bañarse y ta, ta, ta, por acá, por acá, por acá… ¿Y dónde eyaculan? El 80% en la rejilla”. Ejem. ¿Y en pareja? “El hombre es carpintero, albañil. Pum, pum, y vámonos; no sabe si la mujer está contenta o no. Eso sí, el futbolista, abajo, que trabajen ellas”, aseguró. “¿Está grabado esto, no?”, preguntó. Claro Doc. Para confirmar que no le piensa dar la espalda a la gloria. O algo así.