Almeyda reconoce que mira otros deportes para adaptar sus tácticas al fútbol. Un técnico integral que no extraña al jugador pero que a veces tiene ganas de meterse a trabar.
Ese “muchacho” de 37 años ahora está del otro lado de la línea de cal, siente que en el campo dejó su última gota de sudor y que recién ahí se decidió a cruzar definitivamente el blanco césped. Sabe que semejante esfuerzo no tuvo el desenlace deseado, es cierto, pero ya como técnico espera recompensar “tanta amargura” con el ascenso más ansiado. Será por eso, entonces, que no quiere ser preso de sus palabras ni del tan exclusivo librito futbolero. En todo caso, lo que Matías Jesús Almeyda reconoce extrañar son esas tremendas ganas de “tirarme a los pies cuando veo que un rival me pasa cerca”. Pero se controla, claro. Igual, esa expresión temperamental es muy suya, se lleva en la sangre, y en su nuevo rol el instinto puede representar un arma de doble filo. Y el filo, últimamente, no viene siendo un buen aliado de River. Por ende, el Pelado se expone al aprendizaje. Reconoce ser la cabeza de un grupo, el encargado de tomar las decisiones, aunque no por eso se encierra. E, incluso, les abre las puertas del Monumental a otras disciplinas que no se suelen emparentar con el balompié. “Tomo cosas del hockey y del handball”, admite sin sonrojarse.
Con el plantel aún inmerso en su inquebrantable silencio, el entrenador soltó la labia en Líbero, por TyC Sports. Distendido, habló largo y tendido de fútbol, como a él tanto le gusta, pero también lo mezcló con otros deportes. De arranque, compartió lo que le aporta al grupo Ariel Holan, un integrante de su cuerpo técnico que viene del palo del hockey, justamente. “Es un estudioso que le dio un cambio grande a ese deporte, también trabajó con Burruchaga y yo creo que es importante abrir el juego para incorporar distintos conceptos”, explicó Almeyda, quien al mismo tiempo se entregó a las bondades del handball: “Me fijo porque en los partidos suelo ver que hay muchos contragolpes y eso nos puede servir como variante, ya que los rivales se nos cierran y a veces nos cuesta entrarles. Es importante observar esos movimientos para saber cómo quebrar los planteos contrarios”. De hecho, en lo que va de la BN, al River del Pelado ya se le vieron algunas mañas del handball o el hockey, como la salida rápida desde Chichizola, que sin mirar busca a algún delantero de referencia y, así, se intenta explotar la velocidad de Sánchez por el otro costado. ¿Serán los Leones de Almeyda?
Fuente: “Tomo cosas del hockey y del handball” | Olé | Diario Deportivo