“El otro día estaba mirando la señal internacional de TyC Sports y enganché una nota al Cholo en la que decía que se extrañaba mi presencia en el vestuario. Eso fue algo que me hizo sentir orgulloso, pero también fue un cachetazo al corazón”. Pasó más de media hora de charla y el tono ya no es el mismo que en el arranque. Como si necesitara una oreja en donde descargarse, Sebastián Abreu habla despacio, resaltando cada detalle y sin disimular la nostalgia que le provoca hablar de lo que dejó atrás: River, Simeone, el título en el último Clausura y, por supuesto, Paola, su mujer, quien no pudo acompañarlo al estar embarazada de gemelos. “Y eso es lo más duro: darse cuenta de que tenés a toda la tribu allá, en Uruguay. La patrona, los chicos (Valentina y Diego), los amigos…”.
-¿Son momentos en que dan ganas de dejar el Beitar Jerusalem y volver?
-Son momentos difíciles. La distancia duele y uno se bajonea. Pero es una experiencia más. Lo de mi señora lo tenía muy claro antes de aceptar venirme a Israel. No me sorprendió.
-Pero no es lo mismo estar allá que en la Argentina, ¿no?
-Seguro. No existe la chance de viajar seguido. Aunque tampoco me quejo. Estoy en un club de primer nivel, donde lo económico no es problema y me tratan bárbaro.
-¿Te sorprendió?
-No, sabía cómo era. Lo negativo es que uno había venido con la ilusión de jugar la Champions o la UEFA y ese objetivo ya quedó descartado. Perdimos feo y se pinchó una ilusión.
-Y ahí surgieron los rumores de que volvías…
-Sí, los escuché. No sé de dónde salieron. Se habló de Racing, de Talleres, de Nacional, pero nada. Tengo claro que hasta diciembre voy a estar en el Beitar.
-¿Y después?
-Y después, si sigo de la misma manera con el tema familiar o el club interpreta que uno no favorece al equipo en lo deportivo por este tema, nos sentaremos a hablar. Yo quiero cumplir el año de contrato que firmé. Nadie me forzó.
-¿Pero sinceramente: la estás pasando bien?
-La llevo. Lo más complicado es el idioma. Pero en lo deportivo, quiero lograr lo que hasta ahora ningún club hizo: ser tricampeón. Ganar la liga, la Copa y la Toto, que es otra copa.
-¿Y ahí?
-Volver. Y a River a saldar una de las cuentas pendientes: la Libertadores.
Fuente: Olé