…”Nunca olvidaré ese momento. Me fui al segundo palo, a esperar el centro de Roque Alfaro. Salté y le di el frentazo a la pelota. Vi cómo la pelota naranja entraba al arco y salí corriendo. No sabía si reir o llorar, besaba y besaba la camiseta. Tenía ganas de gritarlo con todos, quería disfrutar el placer de hacer un gol en la Bombonera. Cuando veo la famosa pelota naranja, lo sigo disfrutando como siempre. Por eso, gracias Boca.”…
Con esas palabras el mágico Beto Alonso contó el día que lloró por un gol. Y cómo no llorar en esa tarde. Esas dos horas soñadas para todos los que llevamos la banda roja en el alma. Esa tarde en la cual se nos dio todo, en la cual los planetas se alinearon a nuestro favor. Quizás, y tal como lo dijo el recordado Spinetta, El capitán Beto esa tarde se fue por el espacio Lo cierto es que el sueño de miles se cumplía. La victoria y vuelta olímpica frente al eterno rival, y para colmo de sus males, en su cancha. ¿Se puede pedir algo más?. Inolvidable para tantos miles que aún conservan en sus retinas ese color naranja imborrable.
Debido a la cantidad de papelitos en el césped, esa tarde el árbitro Franciso Lamolina había decidido jugar con una pelota que resaltara, razón por la cual eligió la anaranjada. Primera vez que se usaba en un partido de fútbol y como no podía ser de otra manera, tuvo su debut en los pies de un eterno ídolo de River. Un 2 a 0 que significó la gloria en su máxima expresión. Será por eso que el mismo Beto Alonso cuenta que la alegría de aquel día le duró como una semana, que estaba en el aire, casi no podía dormir. Y estoy segura que no hizo falta haber jugado ese partido para que cada loco riverplatense se sienta como el Beto.
Hoy, 26 años después, quien vea una pelota naranja y no se acuerde de esa imágen del balón entrando en la red, no debe ser hincha de River. Imposible no remontarse a aquel 6 de Abril de 1986 y sentirse parte de aquella fiesta. Una tarde de esas memorables. De esas que se guardan en la historia mas grande del millonario. Una tarde que ni el momento más triste podrá opacar. Porque River es grande por su historia, por su gloria, por los ídolos que vistieron la banda roja. Porque la memoria se tiñe de naranja y nos transporta a aquella tarde en la Ribera. Porque renovamos nuestro pact0 de fidelidad eterna con River y tal como dice aquel tema de Ignacio Copani “Creemos en los que logran que aún gire la ilusión, y la magia gane por goleada… Con una pelota anaranjada.”
…”Nunca olvidaré ese momento. Me fui al segundo palo, a esperar el centro de Roque Alfaro. Salté y le di el frentazo a la pelota. Vi cómo la pelota naranja entraba al arco y salí corriendo. No sabía si reir o llorar, besaba y besaba la camiseta. Tenía ganas de gritarlo con todos, quería disfrutar el placer de hacer un gol en la Bombonera. Cuando veo la famosa pelota naranja, lo sigo disfrutando como siempre. Por eso, gracias Boca.”…
Con esas palabras el mágico Beto Alonso contó el día que lloró por un gol. Y cómo no llorar en esa tarde. Esas dos horas soñadas para todos los que llevamos la banda roja en el alma. Esa tarde en la cual se nos dio todo, en la cual los planetas se alinearon a nuestro favor. Quizás, y tal como lo dijo el recordado Spinetta, El capitán Beto esa tarde se fue por el espacio Lo cierto es que el sueño de miles se cumplía. La victoria y vuelta olímpica frente al eterno rival, y para colmo de sus males, en su cancha. ¿Se puede pedir algo más?. Inolvidable para tantos miles que aún conservan en sus retinas ese color naranja imborrable.
Debido a la cantidad de papelitos en el césped, esa tarde el árbitro Franciso Lamolina había decidido jugar con una pelota que resaltara, razón por la cual eligió la anaranjada. Primera vez que se usaba en un partido de fútbol y como no podía ser de otra manera, tuvo su debut en los pies de un eterno ídolo de River. Un 2 a 0 que significó la gloria en su máxima expresión. Será por eso que el mismo Beto Alonso cuenta que la alegría de aquel día le duró como una semana, que estaba en el aire, casi no podía dormir. Y estoy segura que no hizo falta haber jugado ese partido para que cada loco riverplatense se sienta como el Beto.
Hoy, 26 años después, quien vea una pelota naranja y no se acuerde de esa imágen del balón entrando en la red, no debe ser hincha de River. Imposible no remontarse a aquel 6 de Abril de 1986 y sentirse parte de aquella fiesta. Una tarde de esas memorables. De esas que se guardan en la historia mas grande del millonario. Una tarde que ni el momento más triste podrá opacar. Porque River es grande por su historia, por su gloria, por los ídolos que vistieron la banda roja. Porque la memoria se tiñe de naranja y nos transporta a aquella tarde en la Ribera. Porque renovamos nuestro pact0 de fidelidad eterna con River y tal como dice aquel tema de Ignacio Copani “Creemos en los que logran que aún gire la ilusión, y la magia gane por goleada… Con una pelota anaranjada.”
Como lo banco al Beto
Que grande el Beto, carajo!!
Roque Alfaro es DT de talleres de perico… uno de estos dias me voy a pegar un vueltita para darle la mano y preguntarle por esta jugada
q grande el beto, q lindo debio haber sido vivir eso
Gracias por tanto Beto!!!
Que jugador por favor!!! A mi Papá se le caen las lagrimas cuando me habla de él
lo que debio ser ese partido en vivo por dios
Para los que lo pudieron vivir sin dudas debe ser el mejor recuerdo.
imaginate como fue todo ese año 86…
Me da bronca haber nacido ahora y no 30 años antes. Grande beto, gracias por tanto.
gracias…eternamente gracias
Lo q recuerdo fue q nos cascotearon el rancho 90 minutos y con dos jugadas aisladas le ganamos el partido.
Increíble estar escuchando el partido sabiendo q te lo empatan en cualquier momento pero no, metés el segundo y liquidás el asunto.
Este tipo de cosas te hacen haber querido nacer antes, yo personalmente tenía dos años casi y mi viejo me cuenta que me la pasé riendo todo el partido (lo vio por la tele).
Al menos pude ver a River en los 90.
PD: Beto te banco a muerte.
Que hermoso debe haber sido vivir esto, no podés pedir mas nada…
Exactamente. Este SEÑOR fue el responsable de mantener el 0 en el arco. Lo que disfrute ese dia.
q hermoso por favor, contanos mas ricky q se sintio eso por dios.
Q edad de mierda me toco para ser hincha de River, todo lo peor vivi, pero por cosas como esta ser de River es lo mejor que le peude pasar a un ser humano
q lindo lo del 86, ensima la yapa de argentina campeon mundial. El beto es lo mas grande que hay, no?