UNA MARAVILLA. Aimar, Ortega, Ángel y Saviola, los cuatro fantásticos que volvieron locos a los fanáticos riverplatenses.
[b]Con la vuelta de Ariel Ortega, luego de su paso por Europa, el 27 de agosto del 2000 el mundo River comenzaba a darse el gusto de ver a cuatro cracks en cancha: el Burrito, Pablo Aimar, Javier Saviola y Juan Pablo Ángel.
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Pasaron 15 años de aquel equipo que volvió locos a millones de hinchas del Más Grande. El jujeño regresaba, por primera vez, al club que lo vio nacer, después de haber jugado en Valencia, Sampdoria y Parma. El Millonario se medía contra Rosario Central, en el estadio Monumental.
Aquella tarde, el Burrito brilló con sus mágicos enganches y asistencias. Habilitó a Saviola en el primer gol, le puso un pase espectacular a Diego Placente para aumentar el marcador y luego le sirvió un gol a Ángel, quien después volvió a gritar. Fue 4-1 y paliza en el Antonio Vespucio Liberti, que deliró al ver tanto buen fútbol desplegado.
De esta forma, los cuatro fantásticos hacían su debut con el manto sagrado. ¿Cómo olvidar un equipo así? Con el emblema que River -históricamente- estuvo identificado, el de las 3G: ganar, gustar y golear.
UNA MARAVILLA. Aimar, Ortega, Ángel y Saviola, los cuatro fantásticos que volvieron locos a los fanáticos riverplatenses.
[b]Con la vuelta de Ariel Ortega, luego de su paso por Europa, el 27 de agosto del 2000 el mundo River comenzaba a darse el gusto de ver a cuatro cracks en cancha: el Burrito, Pablo Aimar, Javier Saviola y Juan Pablo Ángel.
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Pasaron 15 años de aquel equipo que volvió locos a millones de hinchas del Más Grande. El jujeño regresaba, por primera vez, al club que lo vio nacer, después de haber jugado en Valencia, Sampdoria y Parma. El Millonario se medía contra Rosario Central, en el estadio Monumental.
Aquella tarde, el Burrito brilló con sus mágicos enganches y asistencias. Habilitó a Saviola en el primer gol, le puso un pase espectacular a Diego Placente para aumentar el marcador y luego le sirvió un gol a Ángel, quien después volvió a gritar. Fue 4-1 y paliza en el Antonio Vespucio Liberti, que deliró al ver tanto buen fútbol desplegado.
De esta forma, los cuatro fantásticos hacían su debut con el manto sagrado. ¿Cómo olvidar un equipo así? Con el emblema que River -históricamente- estuvo identificado, el de las 3G: ganar, gustar y golear.
Igual veniamos del bicampeonato. Si no me equivoco le siguieron dos subcampeonatos. Esos 4 torneos los seguí de pe a pa a casi todas las canchas. Lindos recuerdos de esa tarde, era una maravilla ver atacar a River. 3 bestias más el ídolo de la infancia.
Lamento ir en contra de la nostalgia, pero fue un equipo descompensado, un 4-2-4, encima con un tipo como Berizzo que debimos improvisarlo como volante central por la venta sin reemplazo de Astrada a fines del año anterior. El distinto de ese equipo fue Husaín que jugó, los pocos partidos que estuvo en niveles Mascheranescos, jugó tan bien que insólitamente fue vendido antes de que termine el campeonato y el equipo sin él se desmoronó. Goleaba a los rivales flojos y chocó contra rivales ásperos. Similar al dream team que armó Diegote en Sudáfrica. Así como boca trajo a Tévez para tapar las eliminaciones ante nosotros y nuestros títulos, Pintado hizo lo propio trayendo a Ortega, cuando “el” refuerzo era Husaín, y era el jugador que se debió traer a principios de 2000 y después mantener.
Yo me imagino un equipo así: Barovero; Mercado, Pezzella, Funes Mori, Vangioni; Kranevitter, Ponzio; Aimar, Ortega, Saviola, Ángel. Ganamos cuatro Libertadores consecutivas.
Me acuerdo el día del regreso de Ortega, el 4-1 vs Central. Fue un baile descomunal, al final del partido Bauza dijo “es demasiado para el fútbol argentino”.
Después, el equipo empezó demostrar esa flojera anímica en los momentos calientes que un poco representa al River de la década del 2000, los mejores planteles siempre y la creencia de que se iba a ganar con nombres y lujos. Ese equipo del Apertura 2000 tuvo todo para salir tricampeón, pero en las últimas dos fechas sacó 1 punto de 6 (Huracán, Lanús), y se fue todo al joraca. Encima, Boca campeón de la intercontinental Y del torneo que debían ganar L4F.
Creo que para el Clausura 2001 ya se había ido Aimar. River hizo un campeonato espectacular, lo tenía servido en bandeja, perdió puntos normales, digamos, pero nadie iba a esperar que San Lorenzo de Pellegrini iba a batir el record de partidos ganados consecutivamente y cantidad de puntos en torneos cortos, y otra vez 0 pts de 6 en las últimas 2 fechas (Huracán, Lanús) y chau todo. Encima, nos quedamos afuera con baile 0-3 en la copa vs el rival que perdería la final vs Boca bicampeón de América.
Mucho lujo, mucha habilidad, mucho nombre, mucha fantasía, pero me quedo con el River de HOMBRES 2014-2015 de aquí a la eternidad.