Ahora, como digo, es muy relativo a lo que uno espera el tema de la vida.
Yo tuve una experiencia cercana a la muerte cuando era chico a los 9-10 años aprox y ese día pasaron dos cosas; primero que me chupó el mar y tragaba y respiraba agua hasta que dejé de sentir mi cuerpo y estaba como flotando en un abismo negro. La paz que sentí en ese momento es indescriptible, nunca en mi vida experimenté ni antes ni después algo así, y cuando volví “a tierra” sentí como si me hubiesen quitado y vuelto a poner una mochila de 200 kilos.
Y segundo que yo me desperté en la orilla, ni idea cómo no me morí, estaba llenísimo de gente y a absolutamente nadie le llamaba la atención mi situación, era como si no existiera. Tarde un buen rato en volver con mi familia que ni se habían percatado de que yo bajé a la playa y me metí al mar, me chupó y toda esa situación.
Ese día me cambió, para mal supongo, en dos aspectos; empiezo por el segundo porque es menos trascendental; nunca me sentí tan forreado y ninguneado en mi vida, y mira que me han hecho de todo. A partir de ahí empecé a alternar con un estado que me hace estar como anulado emocionalmente hacia las personas, un estado que desde hace poco se va volviendo menos frecuente y que estoy extrañando, porque me gustaría que fuese permanente.
Y segundo, que empecé a valorar mucho menos mi vida porque siento esa mochila pesadisima desde ese día y porque el día que me muera va a ser como si nada hubiese pasado y será solo como volver a aquel momento interrumpido por la “resurrección” para vivir una vida de cuánto sea que vaya a durar y que solamente debe de ser un estadío previo para lo que sea que venga después de vivir y que me está esperando en suspenso desde hace años. No espero nada de vivir, no lo valoro realmente, a veces me siento tan ajeno a mi vida que veo las cosas en tercera persona, y ya se lo que viene después (o bueno, no, en realidad solo conozco la puerta y el frente de la casa).
Cuando tengo momentos difíciles, esa experiencia del abismo negro es algo en lo que pienso bastante.