[SOLO INFO] Mercado de pases Invierno 2016

DIARIO OLÉ

¿Se dará el Impact?
Aunque en las últimas horas aparecieron otros equipos que lo quieren, Larrondo se muere de ganas de jugar en River. La idea de su círculo es que su futuro se defina antes del viernes. ¿Llegará?

En marzo de 2013, después de que hiciera su primer gol para la Fiorentina, acaso un hito etiquetado en el álbum de Facebook de su vida, decía: “Tengo una cuenta pendiente: River. Quiero vestir y defender la roja y blanca. Soy hincha del club y cuando estuve era muy chico, las cosas se dieron de otra manera”. Si en ese momento Marcelo Larrondo -él habla- ya pensaba en jugar en River, no hace falta imaginarse cómo hace tic y tac la cabeza del delantero mendocino por estas horas, mientras se entrena solo a la espera de una definición sobre su futuro y con la Banda cruzada en el medio de las posibilidades que tiene para continuar con su carrera en el exterior. Y es que si fuera por Larrondo, esta tarde ya estaría en la vuelta a los entrenamientos en el predio de Ezeiza con el CARP en el pecho. Por si no quedó claro: el ya ex jugador de Rosario Central es fanático de River.

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Pero obvio, no es tan fácil: el pase tiene miles de aristas, de interesados y de gente que presiona para que el goleador no juegue en Núñez. Desde ya, las presiones vienen desde Rosario, donde sacaron un comunicado en el que, con varios eufemismos, consideraban a Larrondo poco menos que un traidor (desde el lado del jugador aseguran que en reiteradas oportunidades le avisaron a Coudet y a los directivos que si no le mejoraban las condiciones del contrato se lo iban a llevar), y donde amenazaron con ir a juicio si el hombre de Tunuyán termina en Núñez, algo que para el círculo del jugador no tendría ningún asidero ni validez: no hay nada que avale esa postura porque, básicamente, su ficha ya no pertenece más a Central sino al Montreal Impact de la MLS, que ahora puede actuar a piacere y reubicarlo en el club que le plazca. Y, por supuesto, el Muñeco Gallardo no es el único que quiere contar con sus servicios, otro de los ribetes que hoy complican la situación: Sebastián Beccacece, técnico de la Universidad de Chile y ex ayudante de Sampaoli en la Roja, se comunicó con el punta a quien Pizzi había convocado justo en la semana previa a su lesión de meniscos: el padre de Larrondo es chileno y por eso no ocuparía plaza de extranjero en la U. ¿Más? También la apareció en las últimas horas una oferta del Alavés de Mauricio Pellegrino, además de la posibilidad de que termine en Bologna: Joey Saputo, dueño del Montreal Impact que pagó la cláusula de rescisión del delantero de 27 años también adquirió hace un par de años parte del club italiano.

Así y todo, el delantero se muere por jugar en River y su gente se mueve para ver si su llegada (o no) a Núñez puede cerrarse antes del viernes. Mientras tanto, a Larrondo tratan de preservarlo de las presiones que no sólo afectaron al jugador sino también a otras partes interesadas en esta novela. En el medio también hay gente que intenta limar las asperezas entre las dirigencias de River y Central para que desde Rosario no se abra fuego en el caso de que el delantero termine con la banda roja, la misma que vistió en Reserva durante 2007 y 2008: en las oficinas del Monumental no entienden por qué tanta beligerancia de parte del Canalla cuando River ofreció cerca de u$s 7.000.000 entre Montoya y Salazar, dos anhelos del Muñeco en este mercado de pases complicado y cambiante que, por diversos motivos, se terminaron quedando en Arroyito.

Hoy la situación no es simple y, más allá del apuro por intentar cerrar el pase esta semana, hasta acá los pasos se dieron lentos por lo complejo del caso. Lo que no va lento es la cabeza del propio Larrondo, que hace tic, que hace tac, y tic, y tac, como una bomba. Tic. Tac. Tic… ¿Cuándo llegará el Impact?