En si, ninguna forma de hacer las cosas es mala. El tema es que acá no hay control, ya sea un club una S.A. o una asociación sin fines de lucro. Por lo tanto, hasta que en el fútbol argentino no se responsabilice a los que manejan los clubes sobre lo que hacen y no se controle realmente a dónde va la guita, no cambia en nada la forma en que estén manejados porque en definitiva que te toque un tipo capaz como presidente es una cuestión casi fortuita: no hay nada que lo obligue a manejarse de manera responsable.
Tampoco me parece que hoy por hoy el club sea de la gente. Me parece medio ingenuo pensar eso.