Veamos… Vamos a asumir que la hinchada bostera y sobre todo la cancha esa de mierda que tienen tienen “mística” e intimidan a los jugadores rivales, que sería el mito.
Cuál fue el momento en el que está hinchada estaba en su clímax, cuando más intimidaba a los rivales, cuando más latió, cuando más se sintió el jolgorio, el festival y la “mística” de la hinchada bostera? Yo diría en el partido de ida de la final de 2018. Ya sabemos el contexto y el rival, pero a eso hay que sumarle la sed de revancha que tenían los bosteros contra el River de Gallardo. Venían de 3 eliminaciones sin siquiera meter un gol, y este era el mejor contexto de desahogarse. River arranco el partido metiendolos en un arco, pero en una jugada aislada Abila mete el 1 a 0. Debe haber sido el gol más gritado en esa cancha de mierda, por el rival, por el ya mencionado contexto y porque era una final de Libertadores. Qué mejor momento para presenciar la mística bostense? 40 y pico mil de bosteros gritando un gol como nunca en su vida, sin hinchas visitantes, pensando “ahora van a salir a buscar el empate, le metemos otro de contra y en el segundo tiempo liquidamos la serie y después damos la vuelta en el Monumental”. Puede haber una mejor ocasión para demostrar que los hinchas bosteros son “el jugador número 12”, como se hacen llamar? Yo al menos no me imagino. Y que pasó? En ese contexto, cuando la mayoría de los bosteros seguía gritando el gol, River sacó del medio, el Pity Martinez filtro un pase en diagonal, Pratto le ganó en velocidad al central bostero y la clavo al lado del palo. River les hizo un gol sacando del medio, cuando la hinchada bostera estaba en su momento de mayor esplendor. Hay mayor prueba que esa de qué es todo un mito y/o una movida de marketing promovida por los medios? Yo creo que no.
No obstante, voy a tocar el tema favorito de los bosteros, ell descenso de River. En 2012 también jugaron una final de Libertadores, mientras que River había ascendido pocos días antes. Conociendo a los bosteros, ganar esa copa Libertadores hubiera sido un festejo mayor que cualquier otro, y, aunque todo lo demás se hubiera repetido y le ganaramos la final de 2018, seguro pondrían la final de 2012 incluso más arriba que la intercontinental del 2000. Así que vamos a decir que ese fue otro contexto en donde se podría haber manifestado el “clímax” de la hinchada bostera. Que paso? Roncaglia metió un gol de rebote a los 73 minutos. Quedaban 20 minutos, bosta, empujado por la mística de su hinchada y de su cancha, tenía tiempo suficiente para meter un segundo gol y hasta liquidar la serie con un 3 a 0. Para colmo su rival era el Corinthians, un equipo grande de Brasil que nunca había jugado la final de Libertadores, imagínense la presión, el terror, el pavor que sentirían los jugadores de Corinthians en ese momento? Seguro les temblaban las piernas y estaban re cagados…y qué pasó? Les empataron en el en el minuto 83, después perderían 2 a 0 la vuelta.
Si con esto no alcanza para desmitificar la mentira creada alrededor de los bosteros, por suerte tenemos muchísimos ejemplos más.