Hay partes de este libro q están buenas…esta parte es una de esas…
Ser de River, Andrés Burgo –Editorial Sudamericana
Lo único que siempre me mantuvo al margen de la frustración fue River. River es otra cosa. River no pierde nunca. River es más fuerte que las angustias que llevo dentro. River le gana a los miedos que no le cuento a nadie. River siempre estuvo ahí cuando las mujeres me dejaron. River fue mi revancha cuando los jefes me basureaban. River era mi alivio semanal cuando tenía 19 años y un vacío existencial. River me fascinaba cuando yo me odiaba. River es un refugio para mí, que vivo en un PH en Belgrano, pero también para quienes alquilan una casita en Ezpeleta u ocupan un asentamiento en Ingeniero Budge. River es la revancha de quienes están en un hospital, una cárcel o una comisaría. River es el lujo de los que no tienen 1,25 para el bondi. River es nuestra garantía semanal de triunfo, de grandeza, de reivindicación. Te ponés un buzo de River y caminás por la calle, hasta cartoneás por la calle, como un campeón. Siempre fuimos eso: campeones. Los perdedores son otros
[/QUOTE]Que lindo la puta madre. Admiro a la gente que tiene la capacidad de escribir asi.
River me da la garantia de que va a estar siempre, algo que me va a acompañar mas alla del momento que este viviendo. Y si el momento personal acompaña, es todo extasis. Me paso que los años 2014 y 2015 fueron espectaculares en cuanto a logros y cosas que vivi, experiencias inolvidables y encima River pasando por todo lo que paso, magnifico todo. Los mejores años de mi vida por lejos
No hay palabras amigo, voy desde que tengo meses a la cancha como todos mis hermanos. Seguido o no, voy y estoy.
Seguí campeonatos seguidos y otros no, el último seguido fue el de Ramón, era cada partido volver re feliz como nunca, y terminamos saliendo campeones.
Los findes voy al museo a recorrer el adidas y después me voy a la costanera.
Ver la cancha, el barrio con los árboles pintados, no sé, se me pianta media lágrima y me pongo nervioso, nadie nunca lo va a entender la enfermedad esta.
Ver vídeos viejos de la libertadores 96, 86, campeonatos ganados, ver la gente festejando, la pelota naranja, el Beto, Ortega…
No sé que haría sin esta enfermedad en mi vida, camisetas, entradas, conjuntos de bebés, fotos, todo de River, así es mi casa.
Hace unos años atras, me hablabas mal de River y me boxeaba con cualquiera, no me importaba.
Hoy, en cambio, sigo siendo re contra fanatico. Pero deje de lado la pelotudes esa de putearme con todo el mundo.
Todavia me sigue pasando y creo que es algo que me va a pasar hasta que me muera. Si River pierde me CAGA literalmente la semana.
Ahh pero si ganaa! Agarrate! Soy el chabon mas feliz del mundo, no me la baja nadie. Le sonrio hasta al mas hdp.
Despues del empate de ayer… Mejor dejala ahi
[/QUOTE]Es increible como te cambia el humor! Te mejora o empeora la semana
Cuando gana River al otro dia uno va por la calle chocho por la vida y sonriendo jaja, yo igual cuando se da un mal resultado me embolo pero trato de que a los demas no les afecte porque no tienen nada que ver con eso. Y si hay cargadas o insultos a bancarsela nomas jaja, igual no cargo a nadie a menos que tenga confianza
Orgullo. La institución, los colores, el buen juego y los buenos jugadores, la rica historia, la inmensidad del estadio, el escudo, la camiseta. Pero sobre todo, me siento muy identificado con la línea que se baja hoy desde las principales caras visibles del club: el respeto, la unión, evitar los conflictos internos, tirar todos para el mismo lado y protegerse los unos a los otros. Esa es la única fórmula del éxito a mi modo de ver, y como yo entiendo que los grupos deben manejarse.
River es sin duda una parte importantísima de mi vida. Lo antepongo frente a muchas personas que forman parte de ella, no me avergüenza decirlo. Me di cuenta de eso en los años que River empezaba su horrible camino hacia el abismo. Antes no le prestaba mucha atención a decir verdad, pero siempre me ponía contento cuando ganaba, y ni hablar si salía campeón. Si no pasaba nada destacable, no le daba mayor importancia. Sin embargo, cuando se metió en esa vorágine nefasta que culminó en el descenso, me di cuenta que no podía soportarlo. Odiaba que a River le fuera mal, me entristecía y enfurecía en la misma medida. Sentía una impotencia indescriptible. Fue en los peores momentos en los que me di cuenta que siempre fui un fanático, cuya locura estaba oculta, dormida. La intrascendencia y pelear los últimos puestos liberaron esa faceta que no creía que tenía.
Estaba frustrado. No podía entender cómo algo tan inmenso se caía a pedazos. Por aquellos tiempos soñaba con ver un River ganador, dominante y respetado, como los que mi viejo me relató en numerosas oportunidades, y que yo no había podido disfrutar. Los que podía ver en vídeos, revistas, televisión y no mucho más. Necesitaba revancha, que los culpables paguen, que quienes bastardearon a River sufrieran las consecuencias de meterse con un gigante. Revancha que por suerte llegó, y más rápido de lo que yo esperaba. Luego del ascenso, el primer gran desahogo, vino la alegría, la verdadera alegría, la liberación, con ese campeonato de la mano de Ramón. Y luego apareció el Muñeco, quien nos llevó todavía más alto, al éxtasis. Ambos dirigiendo un grupo de jugadores totalmente entregados a la causa, con una mezcla de talento y fortaleza mental a la medida de la historia de River.
Todos estos últimos años los viví con una intensidad y una euforia especial, indudablemente por los oscuros momentos que los precedieron. Cada victoria valía doble. Y hasta hoy puedo sentir lo mismo. Es por eso que acompañar en los malos momentos siempre trae sus frutos. Luego el triunfo tiene un sabor mucho más gratificante. Y es por todo esto que hasta el último día de mi vida, nunca voy a soltar a River.
Es mi cable a tierra, nose si puede llegar a ser algo que se pueda explicar lo que siento. Siempre me pasa que cada vez que entro a la tribuna me acuerdo del primer dia que pise la cancha
Nunca voy a entender un hincha de river viendo a boca, es aburrido, genera asco, deprime, y hay que ningunearlos. Con partidos que no esta river me pasa parecido a pesar de amar el futbol.
Ver la banda genera enamoramiento, no hay otra palabra.
Mucho. Es algo muy propio, muy íntimo. Para mí River simboliza un sentimiento o un amor que te hace gozar o sufrir pero que siempre está ahí. Siempre está para decirme: “dale loco, levanta la cabeza que el domingo hay partido”. Algunas anécdotas:
Durante el tramo final de la b sufría tanto ver los partidos que el día que jugábamos con Central en Arroyito decidí que no lo iba a ver, y me fui a comer un asado. Mientras comía empecé a sentir un cosquilleo en el estómago, como de culpa; al final me fui a ver el partido, que fue bastante malo encima.
En la semifinal de la sudaca vs boca sufría cada vez que agarraban la pelota; sabía que si nos hacían un gol estábamos prácticamente afuera. Cuando terminó tuve una de las explosiones de alegría más fuertes de mi vida.