Otra vez el Sarmiento ...

Xavier Melgarejo: “El maestro trata con lo más importante de un país, los niños”

Ahi tenes algo para ir tirando, vieja

Votar en forma orgánica a la conducción de su partido es una decisión de cada legislador, está en su derecho de elegir hacerlo u oponerse. Sobre lo de que no se presentan en sesiones, estoy de acuerdo, habría que hacer un mecanismo para garantizar un mínimo, de igual manera que a los maestros se les pide un mínimo de día de clases.

Y sobre lo otro, sí, es verdad, pesa más la rentabilidad del negocio y el poder de negociación de los sindicatos que la naturaleza o dificultad del trabajo que se realiza a la hora de pelear salarios.

El país de los maestros | Edición impresa | EL PAÍS

Mas material, capitan

No encontré ninguna referencia ahí a que un maestro gana igual o más que un diputado, a qué parte exactamente te referís ? De hecho fundamenta el nivel de Finlandia en otros factores.

No Maestro, acá estamos hablando de un país serio como la Argentina donde estas cosas se manejan en forma lógica y razonable, qué me venís con países falopa y corruptos como Finlandia . . . :twisted:

Insisto, en qué países pasa eso de que un maestro cobre lo mismo que un diputado o senador ?

¿No acaban de mencionar uno?

Sí, pero le pedí la fuente de donde sacó esa información y no me la supo encontrar …

Pedís demasiado para un domingo a la noche :). Mañana, una llamadita a la Embajada y te lo chequean. Aunque no me cuesta creerle.

Igual hoy está más entretenido debatir de maestros y diputados, que ver al Miillo . . . :evil:

Cetera gremio de carneros vendido al oficialismo quiere cerrar en 22% por que el gobierno “tiene buena voluntad”… Hacen paro por que se los estan llevando puestos las bases y los dirigentes estan cagados

---------- Mensaje unificado a las 23:03 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 23:03 ----------

Cetera gremio de carneros vendido al oficialismo quiere cerrar en 22% por que el gobierno “tiene buena voluntad”… Hacen paro por que se los estan llevando puestos las bases y los dirigentes estan cagados

Bueno, pasada la euforia por el merecidísimo triunfo del partidazo ( :smiley: ) del Millo, vengo envalentonado a cerrar esta discusión, sé que más allá de tu postura contraria al gobierno, sos un tipo que atiende argumentos, así que dejo los míos para derribar ese lugar común de la educación en Finlandia.

En Finlandia, el presidente recibe un salario anual de 160.000 euros, es decir, 13.300 euros por mes.
Un miembro del poder legislativo, recibe 5860 euros mensuales, es decir, 70.000 euros anuales.

Fuente: Parliament of Finland - Wikipedia, the free encyclopedia

En cambio, un maestro en Finlandia, cobra:

[b]Nivel primario, sueldo inicial: 29000 euros anuales
Nivel primario, 15 años antiguedad: 37599 euros anuales

Nivel universitario, sueldo inicial: 32000 euros anuales
Nivel universitario, 15 años antiguedad: 45000 euros anuales[/b]

Fuente: Teachers’ salaries - Education: Key Tables from OECD - OECD iLibrary

Si bien son buenos sueldos, está claro que es una falacia la leyenda que dice que un maestro cobra igual que un político.

Un interesante informa de La Nacion al respecto deja estas conclusiones:

“Uno de los reclamos de los maestros argentinos es la necesidad de que se jerarquice la carrera docente y de contar con sueldos dignos. ¿Gana bien un docente finlandés?, preguntó LA NACION: “La paga no es tan importante si comparamos con los sueldos de otros países. En Suiza es casi el doble. La paga, por sí sola, no explica la popularidad de la profesión en Finlandia y es difícil de explicar por una sola razón. Si bien los sueldos no son muy altos, ser docente da buenas perspectivas en la sociedad. Muchos docentes trabajan en casas de edición u otras profesiones”. La profesión docente, aseguró, es una de las más consideradas por los jóvenes que están próximos a finalizar la escuela media.”

La diferencia educativa está en las siguientes claves:

Diferencias:

El 95% del sistema educativo es estatal. Hay 4000 escuelas primarias y 580.000 alumnos.
La carrera docente es muy exigente y sólo ingresa el 20% de los aspirantes.
Todos los maestros pasaron por la universidad. El 80% son mujeres.

Similitudes:

La enseñanza es gratuita y obligatoria hasta los 16 años de edad.
Desde los años 90 las escuelas son municipales, con una fuerte ayuda económica del gobierno central.
Tanto Argentina como Finlandia destina el 6% de su PBI en educacion.

http://www.lanacion.com.ar/831289-finlandia-aposto-a-los-maestros-y-gano

Datos interesantes al respecto:

No, Teachers in Finland Are Not Paid Like Doctors | Cato @ Liberty

Como conclusion, me parece que el nivel educativo no depende tanto de una cuestión economica y su relación con el sueldo de los políticos, sino que esta mucho mas relacionado al nivel de exigencia, tanto para profesores como para alumnos.

Dicho todo esto, por supuesto esto no significa no reconocer:

a) Que el sistema educativo argentino tiene serias deficiencias ( que las tiene, y muchas, y si bien se está invirtiendo muchísimo en escuelas, universidades, infraestructura en general ), no se están atendiendo cuestiones referentes a la calidad educativa me parece.

b) Que el nivel actual de los salarios de los maestros en general es menor al que debería ser

c) Que si bien creo que es util moderar las paritarias como una de las estrategias para frenar gradualmente la inflación, es bastante cínico que la clase política no dé el ejemplo ella misma dandose aumentos estratosféricos y pidiéndole esfuerzos a la clase trabajadora

Saludos,

Ahi esta entonces tengo razon yo, papa, en Finlandia se gana mas que un funcionario… buena teka

---------- Mensaje unificado a las 03:59 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 03:59 ----------

Ahi esta entonces tengo razon yo, papa, en Finlandia se gana mas que un funcionario… buena teka

Dice exactamente lo contrario toda la información que posteé, estimado.

No se si igual que un diputado, pero que ganen mas que por lo menos un chofer de bondi o un camionero. Increible que esos tipos que no han estudiado un carajo ganen arriba de las 8 lucas y un maestro llega a las 5 lucas y gracias. Si es que llegan…

No encontré la información exacta para el rubro choferes, pero fijate en este link, llama mucho la atención ( y está buenísimo ) que hay muy poca dispersión salarial, fijate que no hay grandes diferencias entre lo que gana un político, un operario, un administrativo, esa puede ser una de las claves de tener una sociedad más igualitaria:

Tilastokeskus - Wages, Salaries and Labour Costs

Esta consigna es una forma de denunciar los bajos salarios de los docentes, y de todos los trabajadores; mientras los diputados solo por ser “representantes del pueblo” cobran un salario muchísimo más alto, y tienen grandes privilegios. Yo no creo que esa sea la solución, sí es una herramienta para denunciar que los diputados son unos forros de las clases dominantes, que cobran muchísimo dinero por decir huevadas, no ir a las sesiones y dormirse en ellas; mientras cualquier laburante que se levanta temprano, labura todo el día, hace un exfuerzo enorme, cobra una miseria. Esta es la sociedad que tenemos.
El cambio de fondo pasa por reorganizar el país en torno a un gobierno que sea de trabajadores, donde los trabajadores decidan, voten, discutan el futuro del país.

---------- Mensaje unificado a las 16:31 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 16:27 ----------

Totalmente. Una cosita en la que siempre trato de hacer incapié yo para no confundir, es necesario aclarar que la conducción de Ctera es la carnera, no el gremio.

Volviendo al tema original excelente y lapidaria nota de caparros sobre el tema

Vergüenza para todos

Por: Martín Caparrós | 23 de febrero de 2013

0003220069Hay momentos en que se pasan ciertos límites –y este fue uno de ellos. Que un señor pueda hacer una diferencia entre los “argentinos de religión judía” y los “argentinos argentinos” es perturbador. Que lo diga para discriminar a las víctimas del peor atentado de la historia argentina es indignante. Que lo haga en un debate de la más alta cámara legislativa, el Senado de la Nación, es sorprendente. Y que ese señor –un señor que define, en un discurso político, a los verdaderos argentinos por oposición a los que no lo son del todo, que discrimina de la manera más brutal y más boba, de puro idiota, sin querer, mostrando sin darse cuenta los recovecos de los intestinos con que piensa–, que ese señor sea un senador de la Nación, político de confianza de la presidenta, jefe de la bancada oficialista de la Cámara, es demasiado. Que, por fin, su frase nazi no provoque más que un módico pedido de disculpas –que no merezca el repudio de millones, que no merezca la vergüenza de otros tantos, que no merezca la renuncia inmediata y el retiro– demuestra de una vez por todas que somos un país de mierda.

Me cuesta, no sé muy bien cómo decirlo, pero voy a intentarlo una vez más: nos hemos dejado convertir en un país de mierda.

No podía dejar de pensarlo anteayer en la plaza de Mayo, cuando lo demostrábamos de otros modos: nuestra creatividad sí que no tiene límites. La plaza de Mayo, anteayer, viernes 22 de febrero de 2013, estaba más o menos concurrida. O, dicho de otro modo: no tan concurrida. Nunca fui bueno para calcular cantidades de personas, pero he estado en docenas de actos en ese mismo lugar que convocaron muchas más. Había, para entendernos, mucha gente en la mitad de la plaza del lado del Cabildo –y eso era todo, en el acto convocado para recordar y repudiar una de las mayores muestras del poder asesino del Estado en los últimos treinta años.

Supongo que se pueden esgrimir razones para explicar la poca gente, el desdén de tantos. Era viernes, era tarde; los organizadores habían insistido mucho en que no querían que fueran grupos políticos con banderas que los identificaran; muchas personas pueden haber tenido la impresión de que ya habían estado vía redes sociales y medios diversos. Pero yo creo que la razón principal es que solo fuimos casi todas las víctimas del tren y unas pocas víctimas del país dividido.

Parecía claro: en la plaza, ayer, no estaban los dos sectores poderosos de la política argentina. No estaba el kirchnerismo: desde el principio, los oficialistas se tomaron cualquier referencia a la masacre de Once como un ataque a su partido. Lo es, de algún modo: está claro que su política de transportes fue la que lo produjo. Pero deberían haber encontrado el modo de dejar atrás esos reproches y solidarizarse con sus víctimas –hacerse con las víctimas como se hicieron con la Asignación Universal o el casamiento homosexual o la Ley de Medios, todas propuestas de otros que al principio rechazaron y después enarbolaron con fervor. No supieron –no saben– cómo hacerlo. La presidenta hace dos días les reclamó que no fueran impacientes, que el esclarecimiento de los crímenes de la dictadura había tardado 35 años. No es cierto, pero si lo fuera: ¿la doctora Fernández no debería evitar como la lepra cualquier acercamiento entre ese Estado argentino que cometió los peores crímenes y este Estado argentino que ella preside? ¿Comparar el tiempo de elucidación de los crímenes de la dictadura con los de la masacre de Once no es exactamente lo que no debe hacer: decir que la comparación entre ambas es posible?

No encontraron, decíamos, forma de hacerse con el tema, y lo rechazan. Por lo cual ni un funcionario, ni un militante kirchnerista en funciones fue a la plaza de Mayo. Pero tampoco estaba claramente el otro bloque: el aparato mediático Clarín-LaNación se puso al servicio de la difusión de la jornada de memoria –en la medida, supongo, en que cree que erosiona al gobierno–, pero sus seguidores habituales, esa gran masa que salió a la calle el 8 de noviembre, no creyó necesario hacerlo esta vez.

Quizá las muertes de Once les resulten muy lejanas. Los muertos fueron, al fin y al cabo, pobres que tenían que tomar transportes públicos. Nada más brutal en la Argentina actual que la división, instalada por el menemismo, perfeccionada por el kirchnerismo, entre usuarios de lo público y usuarios de lo privado. Es, supongo, el dato más claro para establecer una división de clases operativa en la Argentina. Los que usan las escuelas públicas, los hospitales públicos, la seguridad pública, los transportes públicos –el asistencialismo público– son unos 15 millones, mayormente separados de quienes usan las escuelas privadas, los hospitales privados, la seguridad privada, los transportes privados por barreras decisivas. Y la mayoría de los que salieron a cacerolear en 2012 son privados; los muertos de Once, en cambio, son las víctimas por excelencia de la degradación de lo público, una de las formas de la muerte que el Estado destina a quienes no tienen más remedio que depender de él para intentar sobrevivir.

No hay forma más brutal, más clara de poner en escena el fracaso criminal del Estado que el momento en que uno de los servicios que debería garantizar mata a docenas de personas. No hay forma más inocente, más decente de morirse que en un accidente de tren, una mañana de verano, yendo a trabajar. No hay mancha posible, no hay por algo habrá sido, algo habrá hecho –aunque el señor Schiavi haya intentado establecerla.

Las víctimas de Once son las víctimas por excelencia, sin la menor sospecha; en un país donde no hay condición más legitimadora que ser víctima, deberían haber convocado a miles y miles, millones de personas. Pero no; fue un acto pequeño, de interesados directos y muy pocos indirectos.

Fue un acto pequeño, lleno de la ausencia de los dizque progres kirchneristas, tan preocupados por las viejas violencias del Estado, y los dizque republicanos opositores, tan preocupados por otros abusos del Estado actual. Un acto, en síntesis, que puso en escena como pocos las dificultades de encontrar, en la Argentina actual, un lugar más allá del gobierno y de los cacerolos, del Estado de rapiña y los ciudadanos privatistas: una tercera posición, una primera.

Más fácil es encontrar un nazi en el Senado y tolerar que diga lo que dijo –porque, al fin y al cabo, somos un país de buena gente. Y, si sos pobre, que te pise un tren

Pamplinas por Martín Caparrós >> Blogs Internacional EL PAÍS

Muy mala la nota.

muy buena… y para que te no te tengas que tomar el laburo de leerla completa te dejo una parte sustancial

Nada más brutal en la Argentina actual que la división, instalada por el menemismo, perfeccionada por el kirchnerismo, entre usuarios de lo público y usuarios de lo privado. Es, supongo, el dato más claro para establecer una división de clases operativa en la Argentina. Los que usan las escuelas públicas, los hospitales públicos, la seguridad pública, los transportes públicos –el asistencialismo público– son unos 15 millones, mayormente separados de quienes usan las escuelas privadas, los hospitales privados, la seguridad privada, los transportes privados por barreras decisivas. Y la mayoría de los que salieron a cacerolear en 2012 son privados; los muertos de Once, en cambio, son las víctimas por excelencia de la degradación de lo público, una de las formas de la muerte que el Estado destina a quienes no tienen más remedio que depender de él para intentar sobrevivir.

La había leído completa.