Comparto una nota que hicieron los compañeros del EEK de Grecia
La ira popular contra la brutal austeridad impuesta a Grecia por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, ha estallado en las elecciones parlamentarias adelantadas del 6 de mayo, que llevaron a una aplastante y humillante derrota de los dos partidos de la burguesía en el poder, el derechista Nueva Democracia (ND) y el ‘socialista’ Pasok, así como a todos los sirvientes neo-liberales del Memorando de la troika. Los dos partidos que gobernaron el país durante décadas, luego de la caída de la dictadura militar en 1974, ND y el Pasok, se han convertido en una patética minoría, ya que en conjunto suman menos de un tercio de los votos. Por primera vez, luego de más de medio siglo, un partido de la izquierda, el reformista Syriza, con su retórica radical anti-Memorando y estilo movimientista, ha sido catapultado a la segunda posición, a nivel nacional, convirtiéndose en la oposición oficial en el país y el partido más grande en Atenas, la región de la capital, en Tesalónica, y en las principales ciudades de las provincias. Hay un giro evidente hacia la izquierda en la mayoría de la población.
Por desgracia, la miseria social, la polarización de las desigualdades y la humillación nacional -por no mencionar la ceguera política y la complacencia electoralista del reformismo, el estalinismo, y del centroizquierda- se convirtieron también en un campo fértil para la demagogia nacionalista de extrema derecha que condujo a un crecimiento espectacular, no sólo del grupo de extrema derecha ‘Griegos Independientes’ (una división del ND), sino sobre todo del partido abiertamente neonazi ‘Golden Dawn’ (Amanecer Dorado), que saltó de unos pocos miles de votos en 2009 a casi medio millón en 2012, entrando por primera vez en el Parlamento.
En general, además del triunfo electoral del Syriza, hubo un aumento relativo de los votos para la mayoría de los partidos de izquierda. El KKE estalinista, a pesar de ganar unos cuantos miles de votos más, perdió su primacía hegemónica entre los partidos de la izquierda y ha caído desde el tercer puesto, que tradicionalmente ocupaba entre todos los partidos parlamentarios, al quinto lugar. Las mayores pérdidas para el KKE fueron en las zonas proletarias en la región de Atenas y en Tesalónica.
En primer lugar, los estalinistas pagaron el precio de su grosero sectarismo y la vulgar hostilidad contra todas otras fuerzas de izquierda y contra todo movimiento social o de rebelión popular que no pudiera poner bajo su control burocrático (por ejemplo, denunciaron la revuelta de diciembre de 2008 como una… conspiración de la CIA; también desempeñaron el papel de policías al defender el Parlamento de la ira popular en la huelga general de octubre de 2011; separaron sus fuerzas de la gran concentración de un millón de personas que protestaban en contra del segundo Memorando en la Plaza Sintagma, en Atenas, el 12 de febrero de 2012, etc.).
Pero hay otra razón muy importante para su derrota en relación con Syriza. En la Grecia defolteada, la crisis del régimen ha puesto en la agenda la cuestión del poder de forma urgente. El KKE propuso vagamente la consigna de ‘poder popular de los trabajadores’ y la ‘socialización de los monopolios’, pero como una posibilidad remota en un futuro muy lejano porque, ahora, “las condiciones objetivas y la relación de fuerzas todavía no están maduras”, según afirman los estalinistas. Por el contrario, Syriza ha planteado la necesidad inmediata de ‘un gobierno de la izquierda’ (aunque sin un derrocamiento revolucionario del régimen burgués y del Estado). El slogan de ‘un gobierno de la izquierda’ ha recibido una gran respuesta popular, a pesar de su vaguedad y el encubrimiento de la naturaleza de clase del poder del Estado (Tsipras, el joven líder de Syriza, incluso mencionó como un ejemplo a seguir el precedente trágico del gobierno de Allende en Chile, defendiendo también la línea de Frente Popular del Komintern en la década de 1930). Sin embargo, como antes con la demanda de un régimen de democracia directa durante el movimiento de las ocupaciones de plazas en el año 2011, la respuesta popular a la perspectiva de un gobierno de la izquierda no sólo refleja una ilusión peligrosa, sino también una maduración de las condiciones subjetivas en la conciencia social de masas para un poder alternativo de los de abajo contra los que gobiernan desde arriba. Es un reflejo distorsionado y contradictorio de la necesidad inmediata de una lucha por el poder de la clase obrera.
El EEK trotskista, al tiempo que criticaba fuertemente la línea del frente popular con el slogan ‘gobierno de izquierda’ y señalaba sus peligros, precisamente tomando en cuenta los trágicos precedentes en España, Chile y Grecia, insistió en la necesidad urgente de una salida socialista revolucionaria a la crisis capitalista, con el derrocamiento del régimen capitalista y el establecimiento de un gobierno revolucionario de los trabajadores y el poder de los trabajadores, como un paso hacia los Estados Unidos Socialistas de Europa, el cual será construido sobre las ruinas de la Unión Europea imperialista. Nuestro partido aumentó ligeramente su voto en cada distrito electoral en todo el país, especialmente en las zonas proletarias de la capital y de las principales ciudades, pero lo más importante es que se desarrolló aún más su influencia política y de organización entre la vanguardia de los trabajadores y la juventud.
Los maoístas del KKEml y de la ML-KKE, a pesar de que esta vez después de décadas unieron sus fuerzas en un bloque común, recibieron menos votos que la suma de los votos de ambos partidos en elecciones anteriores. La moderación de su programa político, restringido sólo a la defensa contra los ataques de la austeridad y en defensa de la independencia nacional, fracasó al no obtener mucha respuesta de un medio social muy radicalizado en los últimos dos años.
Antarsya, el ‘Frente Amplio anti-capitalista’ de diez organizaciones centristas, incrementó su votación respecto de las anteriores elecciones parlamentarias de 2009, pero se retrajo a nivel nacional en relación con las elecciones regionales de 2010, y cae desde más del 2% a poco más del 1%. Como los líderes de Antarsya han cultivado las ilusiones más infundadas acerca de su “ingreso seguro al Parlamento con ocho diputados anti-capitalistas”, haciendo campaña en contra de sus competidores de la izquierda, presentando como ‘un voto perdido’ el voto al EEK, siguiendo las peores tradiciones de electoralismo, ahora están profundamente decepcionados por los resultados, hundiéndose otra vez en una crisis.
Algunas de las organizaciones de este frente anticapitalista ya están mirando hacia Syriza, mientras que otros, sobre todo en el NAR (Corriente Nueva Izquierda) consideran a su “déficit en la estrategia y el programa” la razón de la derrota de sus expectativas electorales. Este ‘déficit’ ya fue señalado por el EEK: Antarsya y el NAR llaman al derrocamiento del gobierno burgués, pero ellos encuentran ‘inmaduras’ las condiciones para avanzar en el reclamo por el poder obrero; llaman (como lo hace EEK) a una retirada de la Unión Europea y el euro, pero vuelve al aislamiento nacional al rechazar la alternativa propuesta por el EEK para una lucha revolucionaria por la unificación socialista de Europa. Más de veinte años después de su separación del KKE, el NAR sigue siendo prisionero del legado estalinista, en particular en relación al Frente Popular y la perspectiva nacionalista.
Es de destacar que la mayoría de los problemas estratégicos centrales que enfrentan las posiciones del trotskismo y del estalinismo en el siglo XX: la revolución permanente versus el socialismo en un solo país, el frente de los trabajadores unidos contra el frente popular de colaboración de clases, la lucha contra el fascismo, la declinación de la democracia burguesa y la dictadura del proletariado, la necesidad de una Internacional revolucionaria, la cuestión del Estado, los peligros de la burocracia, etc., ha tomado una vigencia de carácter urgente en Grecia y se está discutiendo entre los sectores más combativos.
Como ahora se hace extremadamente difícil incluso la formación de un gobierno de coalición en Grecia y, finalmente, unas nuevas elecciones muy pronto no resolverían el problema del poder, la crisis política se intensifica en el país y en toda Europa. Las cuestiones de la estrategia y táctica revolucionarias, de un programa para la movilización sistemática de las masas en la preparación para la toma del poder por la clase obrera con el apoyo de las masas empobrecidas, de la organización de la vanguardia revolucionaria, son más urgentes que nunca.
Savas Michael-Matsas
http://po.org.ar/po1221/2012/05/10/las-elecciones-griegas/