Eso de “si es peligroso no vayas”, con todo respeto, es menospreciar el sentimiento de muchos de nosotros que nos guste seguir a River a todos lados (siempre y cuando la plata nos alcance), que no tenemos ningún fin lucrativo con el club, ni negocios, ni nada, y que simplemente vamos por la camiseta a donde juegue River.
Y que digas, además, que los que nos tienen que defender son los policías, conociendo la inoperancia -por un lado- de los encargados de brindar seguridad a los ciudadanos en las poliarquías latinoamericanas, y la complicidad -por el otro- fruto de años de rechazo, ya sea dentro de nuestro país -entre la gente de Buenos Aires y la del interior-, y en el extranjero, en donde en muchos casos nos tienen un odio bastante importante, es como mínimo absurdo, puesto que es sabido que NUNCA la policía nos defiende en estas circunstancias, y en la mayoría de los casos son ellos mismos los que nos agreden (y lo he vivido en carne propia). Sin contar que la falta de educación, los no-valores, los bajos salarios, el resentimiento, etc. los tienen tanto los civiles como los policías.
Lamentablemente el flagelo de las barras seguirá existiendo hasta que no haya (y no la hay) voluntad política de erradicarlas (a las barras, no a la fiesta en las tribunas, cosa que se ataca constantemente). Y como, sin voluntad política de que desaparezcan, si a los pibes que manejan hoy en día la tribuna los sacan porque están complicando mucho las cosas con los últimos acontecimientos, volverán otros, los cuales yo no sé (me lo imagino) si nos tratarán mejor o peor que estos. Y a mi me salvaron de la muerte en varias oportunidades, en donde los organismos de (in)seguridad que vos tanto te jactás que tienen que defendernos, brillaron por su ausencia.
Por eso, mucha gente, los sigue bancando a estos pibes. Porque no nos dejan tirados, y muchas otras barras lo hacen, teniendo los mismos -o más- negocios que ellos.
Saludos.-