Jaja es como que el chiche arano se le pare de manos a Labruna.
Esos esperpentos (y con todo respeto a Abuelacho por las buenas) existen gracias al Muñeco
Jaja es como que el chiche arano se le pare de manos a Labruna.
Esos esperpentos (y con todo respeto a Abuelacho por las buenas) existen gracias al Muñeco