Estimado Sr. Pettersen:
Sepa disculpar mi impaciencia pero muchas veces pienso si los riverplatenses hemos tomado verdadera conciencia de la gigantesca mácula que le hemos impuesto a nuestra gloriosa Historia (con mayúsculas).
Me explico: hace 10 días que hemos descendido a dónde nunca debimos hacerlo. Hace 10 días que miles y miles estamos obnubilados, abúlicos, apáticos, ansiosos y hasta depresivos. Hace 10 días que los 5 vocales por la oposición siguen buscando, infructuosamente por cierto, que uno de los grandes responsables de nuestra situación les “conceda” (como una graciosa Majestad) una reunión de C.D. extraordinaria que, en mi modesto parecer, no lo hará. Sólo para que esos 5 vocales “cumplan” ante el socio de River con la “obligación” moral y ética que ese acto conlleva. Y, si tuvieran éxito en su cruzada, sólo sería un proceso declamativo que terminaría llegando a la I.G.J., dada la negativa rotunda que recibirán de Passarella y sus huestes para modificar algo de lo que pueda solicitárcele.
Expuesto ésto, hace 10 días que no se reúnen los miembros del órgano de poder más importante que tiene una Asociación Civil sin fines de lucro (por más que los usos y costumbres, en nuestro Club, hayan degradado nuestro Estatuto): los representantes de socios. Con 45 miembros, podríamos forzar de inmediato una Asamblea Extraordinaria para presentar,en la misma,un listado con 5, 10 o 15 propuestas superadoras de la realidad que nos agobia. Para que se traten en el recinto, para que cada uno muestre sus verdades y para que los representantes del oficialismo tomen conciencia de lo que pasó (si todavía no lo han hecho), para que reflexionen sobre las consecuencias nefastas de la genuflexión (hay varios que no soportan más convivir con ese karma), para que puedan asimilar los cambios que deben producirse de inmediato y para que puedan aprehender la necesidad de abrirse al disenso constructivo y a la construcción colectiva y solidaria para sacar a nuestra Institución del oprobio al que nuestro Ejecutivo nos ha conducido.
Y no sólo deberíamos reunirnos nosotros, los representantes. Es menester llamar a esa reunión, de manera urgente, a otros personajes destacados de la vida riverplatenses. Los D´Onofrio, los Caselli, los Kiper, los Lancioni, los líderes de las distintas Agrupaciones políticas y de los Movimientos que representan a cientos de asociados y, por qué no, a viejas glorias y varios notables que nos han precedido. Para que todos, y cada uno de los mencionados, hagan su aporte fundamental para alcanzar una salida abarcativa y superadora que nos conforme a la mayoría pero que sea, sobre todo, para el bien común de los que amamos y vivimos por y para este único y gran Amor (con mayúsculas, también).
Mientras tanto, y desde hace 10 días, estamos inmersos en un inmovilismo peligroso, desacertado, inadecuado e inaceptable. Me parece, y ojalá me equivoque, empiezan a perfilarse pretenciones personales por encima de las comunes. Por si no fui claro: no creo que tengamos que esperar más tiempo los verdaderos dueños del poder dirigencial de River (los representantes de socios), más allá de la perversidad de nuestro Estatuto que nos relega a “funciones” menores y/o intrascendentes, y generar esa reunión sobre la que me explayé más arriba. Tampoco estaríamos perjudicando las “acciones” tácticas de los señores vocales, ni en su faz técnica ni en su faz institucional, ¿no le parece? Máxime, si tenemos en cuenta que, de producirse lo que se producirá (encima el Sr. Passarella se va a Europa a “entregar” nuestras joyas), el camino de la Inspección General de Justicia será largo y sinuoso; amén de que no resolverá el tema de fondo… Se lo digo por experiencia, si me lo permite.
Bueno, hasta aquí mis consideraciones y expectativas personales. Espero sepa disculpar un e-mail tan largo. Pero, ¿sabe qué pasa?, ya han pasado 10 días; se lo repito: 10 días del bochorno imborrable que manchó a fuego nuestra Leyenda. Y la novia está en España… perdón, estará pronto en Italia.
Atte. Jorge Leone