Una historia increíble más en el “enfermo” fútbol argentino. En el estadio José Luis Meiszner, mientras el local jugaba un partido de Reserva ante Unión, la facción “Los Álamos” copó el espacio con 200 personas para darle el último adiós a José María Fernández, tocayo e hijo del ex líder del grupo violento.
El estadio de Quilmes fue el sitio elegido por un grupo identificado para llevar a cabo el velorio de José María Fernández, de 15 años, tocayo e hijo del ex líder de la Barrabrava del elenco del Sur de la Provincia de Buenos Aires.
Lo más irritante es que se desarrolló mientras el local jugaba contra Unión por la división Reserva.
Con autorización del club y hasta disparando al aire, unas 200 personas ingresaron a tribuna Omar “Indio” Pérez para pasear el cajón del simpatizante fallecido tras colisionar de frente con un patrullero que lo perseguía por cometer un robo a una pareja en la misma localidad.
obligaron al árbitro Sebastián Habib a detener el cotejo correspondiente y amagar con suspenderlo, aunque finalmente eso no sucedió porque los simpatizantes, cinco minutos después, decidieron abandonar las instalaciones luego de realizar su cometido tal como lo habían planeado.
Algo similar había pasado a principio de año, cuando el otro hijo del anterior jefe de la hinchada. Pero aquella vez, el cajón había sido ingresado a la fuerza al club.
Una historia increíble más en el “enfermo” fútbol argentino. En el estadio José Luis Meiszner, mientras el local jugaba un partido de Reserva ante Unión, la facción “Los Álamos” copó el espacio con 200 personas para darle el último adiós a José María Fernández, tocayo e hijo del ex líder del grupo violento.
El estadio de Quilmes fue el sitio elegido por un grupo identificado para llevar a cabo el velorio de José María Fernández, de 15 años, tocayo e hijo del ex líder de la Barrabrava del elenco del Sur de la Provincia de Buenos Aires.
Lo más irritante es que se desarrolló mientras el local jugaba contra Unión por la división Reserva.
Con autorización del club y hasta disparando al aire, unas 200 personas ingresaron a tribuna Omar “Indio” Pérez para pasear el cajón del simpatizante fallecido tras colisionar de frente con un patrullero que lo perseguía por cometer un robo a una pareja en la misma localidad.
obligaron al árbitro Sebastián Habib a detener el cotejo correspondiente y amagar con suspenderlo, aunque finalmente eso no sucedió porque los simpatizantes, cinco minutos después, decidieron abandonar las instalaciones luego de realizar su cometido tal como lo habían planeado.
Algo similar había pasado a principio de año, cuando el otro hijo del anterior jefe de la hinchada. Pero aquella vez, el cajón había sido ingresado a la fuerza al club.
José María ya había perdido a un hijo, Moisés, y aquella vez entró con el cajón al campo de juego. Ay…
José María Fernández, quien supo liderar la barra brava de Quilmes hasta 2010, cuando perdió la tribuna a manos de la gente del Monte, sufrió la pérdida de dos hijos en un año. A principios de año, lloró a Moisés, quien falleció tras ser abatido por un policía que estaba de civil, después de haberle querido robar su vehículo. La gente de Los Alamos, en represalia a lo ocurrido, quemó el destacamento policial de Villa Argentina, robando todas las armas. Y luego, antes del partido frente a Aldosivi el 2 de abril, cuando los del Sur militaban en la B Nacional, alrededor de 70 personas ingresaron por la fuerza al estadio y pasearon el cajón por el campo de juego.
Lo que ocurrió ayer en el Centenario, tenía un antecedente muy reciente…