Kirchnerismo (parte 1)

Para mí si hay partidos que están más a la izquierda que el kirchnerismo pero que son inviables. Ese es otro tema.

Y yo creo que sí que las ideas existen más allá de la inoperancia de los partidos. Y son las que retroalimentan los cambios de paradigmas. Los partidos no son más que los moldes donde diferentes ideas pueden canalizarse y hay veces que no se encuentran los adecuados y uno improvisa con el que está más a mano y que mejor cree que se adaptaría.

También noto un sobredimensionamiento de la burocracia, como si el único camino posible fuera mantener todas las estructuras del pasado.

Para mí ser de izquierda o decirse de izquierda es muy fácil, hasta el día en que te toca gobernar y generar riqueza, sostener el empleo y cuidar el patrimonio del país.

Depende de la moneda que haya.

Sabés qué pasa? La política es el arte de lo posible. No niego que, en abstracto, haya mil ideas mejores y más progresistas que el Kirchnerismo, pero lamentablemente no tienen correlato en la realidad, no tienen fuerza, no tienen representación. El problema histórico de la izquierda argentina es pensar que una idea en teoría superadora es lo mismo que tener representatividad democrática. Y que esa idea, pura e impracticable, los hace mejores que el partido que ostenta el poder.

Y del cual compra su osada vestimenta… Lo que bien describiste vos tiene nombre y se llama hipocresía o doble discurso, lo mismo que hace Chávez, con el cual tratan de hablar como izquierda (ya sabemos que ni se acercan) para poder obtener riquezas a toda costa gracias al capitalismo…

Soy absolutamente pragmático así que eso lo entiendo. Para mí se puede hacer MUCHO más de lo que se hace. Pero MUCHO más. Ni hablar de lo que se anuncia y no se cumple.

El tema con el kirchnerismo es que parte de él se asume como si fuera una revolución y los cambios de fondo no son tan grandes. Muchas de las estructuras de mierda históricas siguen vigentes, se apoya en cierto feudalismo por motivos electorales, el sistema impositivo sigue siendo más o menos igual de regresivo, hay monopolios u oligopolios a los que combate y otros con los que hace la vista gorda de manera grosera. Entiendo que hay que ir a lo posible pero no me vendas otra cosa que no sos. Y una cosa es pragmatismo y otra cosa es el conformismo absoluto que a veces se ve intentando justificar cualquier cosa.

Pareciera como que de varios hubiera un “ya fue, con esto estamos y ellos saben siempre lo que hacen” y hay muchísimo para mejorar todavía.

---------- Mensaje unificado a las 21:10 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 20:49 ----------

Para mí también es muy fácil cambiar de ideas a medida que un gobierno va a tomando medidas y disfrazar en una perorata rebuscada la falta de contenido. Yo defiendo ciertas cuestiones y no las cambio porque las haga tal o las haga cual.

¿Sostener el empleo? ¿De qué hablas? Desde 2008 que se habla de la misma cantidad de puestos de trabajo -y teniendo en cuenta el manejo del Gobierno de las estadísticas oficiales no sería raro que estén infladas-. ¿Se cuida riqueza dejando que desde el 2004 y al 2012 las mineras se lleven TODAS las divisas correspondientes a las exportaciones de mineral? (mirá que no te estoy pidiendo que prohiban la actividad…) Que yo sepa el Decreto 753/04 lo firmó Néstor Kirchner. ¿Es cuidar la riqueza fallar en los controles de los servicios públicos concesionados y reaccionar recién cuando la cosa explota porque los concesionarios eran amigos? ¿Cuando aprueba junto con otros bloques como el PRO la entrega a precio vil de tierras a IRSA? ¿Cuando permite el uso de glifosato a Monsanto para el tema de la soja y que el 64% de los cultivos de sojas que son el commodity más requerido por la Argentina esté sólo en manos de 4 empresas que son Cresud, Adecoagro de George Soros, LIAG y Grobocopatel)? ¿Hubo decisiones concretas para una reforma policial seria además de cambios de figuritas cuando pasa algún escándalo? ¿Es defender al pueblo mantener un sistema impositivo que regresivo que lleva varias décadas, que demora las actualizaciones de impuestos que pesan sobre el salario de los trabajadores (ni te pido que lo elimines)?

En mi opinión, están justificando la desidia y responsabilidad de funcionarios bajo el argumento de “lo posible”. Es un capitalismo de amigos y no me parece mal pero no quieran darle tintes revolucionarios porque no es serio.

No me refería en particular a este Gobierno, pero ya que lo llevamos a ese terreno dejame decirte que me parece que tu análisis pasa por alto ciertos hechos insoslayables como la crisis global, que si hablamos de sostenimiento del empleo esta gestión supo afrontar con políticas anticíclicas. En cuanto a los derechos de los trabajadores tenemos una de las legislaciones laborales más sociales del mundo. También hay que decir que las mineras dan trabajo a pueblos enteros, al margen de que estoy de acuerdo en que se deben rediscutir los términos de la concesiones. También hay que decir que cuando el Gobierno intentó establecer medidas redistributivas como subir las retenciones a los sectores más beneficiados, se chocó contra la pared del establishment.

Yo no le doy ningún tinte revolucionario a esta gestión, tengo clarísimo que apunta al equilibrio entre los distintos sectores, haciendo fuerte hincapié en el rol del Estado como actor central en la economía y garante del bienestar de la población. Después hay cuestiones más puntuales algunas de las cuales aplaudo de pie y otras de las cuales soy crítico.

Se ve que no te dolió para nada el comentario eh!

A que legislacion laboral especificamente te referis aleito?? La unica norma relevante que sanciono el gobierno en esa materia fue la 25877 y la reforma del art 66 de la lct referido al ius variandi… Se la paso agitando el mercachifle de recalde con que iba a volver la vieja lct pero nunca la modificaron… Y en cambio modificaron la deplorable 24557 haciendola mas perjudicial para el obrero… Digo escucho mil veces el panfleteo " nadie hizo mas por los trabajadores que este gobierno" sin embargo en los papeles no hubo demasiado… Esa legislacion laboral que declamas existe desde la epoca del general no es un logro de este gobierno ni mucho menos

Cuantas barbaridades, papa, cuantas!! La ÚNICA izquierda en la República Argentina es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, estimados… Todo lo demás, TODO… Es derecha y más ajuste, más miseria, más hambre, más malestar social… O alguien en su sano juicio cree que binner que tiene privatizado el puerto de Rosario y Santa Fe, que tiene el menor impuesto inmobiliario en una de las zonas agrícola ganaderas más importantes del mundo, que jamás oso ni por asomo realizar la reforma agraria y, que entre otras cosas tiene privatizado el juego y quiere seguir pagando la deuda externa es de izquierda?? Jajajajajajajajajajajajajajajaa, a volver a leer el manifiesto comunista, estimados!! Dejémonos e joder!! La ÚNICA Alternativa superador a a este gobierno nacional criminal, corporativo, ladrón, genocida, narcotraficante y continuidad del neoliberalismo de los noventa es el FIT. Lo demás es el fracaso

A vos ni que Brasil firme en tu jeta que nos regala todos los medios de producción para reindustrializar nuestro país que algo le vas a encontrar…

También sumaría el tema de la eliminación de los tickets canasta como remuneración y que se pague ese 10% en dinero pero en sí coincido, decir que este es el gobierno que más hizo por los trabajadores es puro slogan. A menos que estén contando el 50/50 que tiró Moreno.

Será un trabajo duro pero lo vamos a conseguir


De estrategia industrial
enero 21, 2013

Pablo Tonelli completa, y desarrolla, la nota sobre industria que había comenzado aquí. Encuentro que éste es uno de sus artículos más interesantes. No porque todos estarán de acuerdo con sus diagnósticos, y menos aún con las recetas – espero algunos comentarios, por ejemplo, de Mariano T, el Héctor Huergo de la blogosfera – sino porque encara la industria como lo que es: el conjunto de procesos productivos muy diversos. Y no la categoría general como es encarada por la mayoría de los economistas profesionales, aún los inteligentes y críticos, como Levy Yeyati aquí.

Creo que es interesante leerlo junto a la propuesta de alguien que no es economista profesional, nuestro comentarista MAGAM.
UNA ESTRATEGIA PARA LA INDUSTRIA NACIONAL

Pablo Tonelli, economista

Este artículo no se centrará en discusiones macroeconómicas, como por ejemplo el nivel del tipo de cambio competitivo para el desarrollo industrial o la vigencia de tipos de cambio múltiples, una cuestión que tiene enorme importancia desde ya, pero que constituye una condición necesaria, no suficiente para una estrategia industrial nacional. En ese sentido coincido con el economista argentino Eduardo Crespo quien afirma que “debe tenerse presente que los incentivos basados en precios relativos (en este caso el tipo de cambio) tienen restricciones y alcances muy limitados”.

Voy a partir de lo existente: El denominado Plan Estratégico Industrial Argentina 2020, que prevé, entre otros objetivos, un crecimiento anual del PBI de la Argentina del 5 %, del PBI industrial del 7 %, una tasa de desocupación del 5 % y un nivel de inversión del 27/28 % del PBI.

Independientemente de cualquier otra consideración está claro que las principales limitaciones para el desarrollo de este Plan son: una, la restricción externa con la que chocó este Plan en 2012, que introdujo fuertes limitaciones a la importación de bienes de capital e insumos y redujo la tasa de inversión a un nivel cercano al 20 % del PBI. La otra limitación es la crónica fuga de capitales, que el economista Ramiro Castiñeira estima en 2,30 % del PBI anual en promedio de los últimos años, parte del excedente económico que se evade y no se reinvierte.

Ahora bien, hagamos abstracción por un momento de la restricción externa y la fuga de capitales y analicemos los sectores que el Plan propone desarrollar: Los elegidos son diez: Alimentos, calzado, textiles y confecciones; madera, papel y muebles; material de construcción; bienes de capital; maquinaria agrícola; autos y autopartes; medicamentos; software y productos químicos y petroquímicos.

El Plan mereció las reflexiones del periodista Claudio Scaletta y del economista argentino Juan Shapiro en términos que comparto. En palabras de Scaletta “Más que pensar en ser globalmente competitivos en sectores dinámicos a desarrollar, parece destinado a apuntalar a sectores preexistentes con el objeto de mejorarlos en términos de exportaciones, sustitución de importaciones, agregación de valor y generación de empleo. La selección de bienes de capital y autopartes, en tanto, parece destinada a conjurar potenciales déficit comerciales”,

”La selección de sectores industriales para su promoción implica una definición del perfil productivo que se espera inducir a la economía, lo que a su vez marca su inserción internacional. Se supone que el Estado promociona sectores para que estos sean competitivos en el mercado global”. El Plan, en cambio, no lo hace, sus objetivos son “mucho más modestos”.

Diego Coatz, economista Jefe de la UIA (Unión Industrial Argentina) escribió junto a Fernando García y Sergio Woyecheszen un excelente trabajo sobre los desafíos para la densidad industrial de la Argentina. Su diagnostico sobre la actualidad industrial describe que “la estructura económica nacional continúa exhibiendo las huellas de una industrialización fragmentada y un tejido productivo afectado por décadas de desarticulación”. Su trabajo se centra en analizar los encadenamientos productivos, aquellos que muestran el síntoma visible de la destrucción productiva, ya que los encadenamientos muestran “las relaciones productivas que un determinado sector tiene con el resto. Dichas relaciones implican: Los encadenamientos hacia atrás, que comprenden a las relaciones que establece determinado sector como demandante de insumos, y los denominados encadenamientos hacia adelante que abarcan los vínculos que el sector establece como proveedor de bienes o servicios intermedios”. Dichas articulaciones cobran mayor importancia cuando la estructura industrial es más densa, por lo tanto más compleja. En términos del diagnóstico de este trabajo la Argentina “la matriz productiva refleja las características de una economía semi-industrializada, a medio camino entre los países centrales o desarrollados y las naciones más pobres”.

La fragmentación afectó a la Argentina en sus encadenamientos hacia atrás y potenció la vulnerabilidad de la industria, que ha sido desestructurada y que importa bienes de capital e insumos para su desarrollo, generando un creciente déficit comercial con el exterior. Pues el proceso productivo se abastece de productos importados y las importaciones crecen a un ritmo casi cuatro veces superior al crecimiento del producto interno.

El trabajo de Coatz y otros, ya mencionado, establece una tipología de los sectores industriales a partir de su relación entre sí, determinada por su modalidad de encadenamiento. El estudio está basado en el uso de la Matriz de Insumo Producto, técnica que permite identificar las interrelaciones sectoriales de la economía. Clasifica cuatro sectores: Sectores con altos encadenamientos hacia adelante, AED, que muestran encadenamientos hacia adelante superiores al promedio y encadenamientos hacia atrás iguales o menores al promedio. Sectores con Altos encadenamientos hacia atrás, AEA, que poseen mayores encadenamientos en este sentido que el promedio de la economía y menores o iguales hacia adelante que el conjunto. Sectores con alta integración nacional, AIN, que poseen mayores encadenamientos hacia atrás y hacia adelante que el conjunto de la economía y sectores con baja integración nacional, BIN, que poseen menores encadenamientos en ambos sentidos.

Los sectores con altos encadenamientos hacia adelante son los que producen insumos que se constituyen en materia prima de múltiples cadenas de valor. Los sectores con altos encadenamientos hacia atrás son en general productores de bienes finales (agroindustria e industria de alimentos y bebidas, calzado, cuero, metalmecánica, etc.). Los sectores con Alta Integración Nacional están representados por las ramas textil, plásticos, química, etc.). Los de Baja Integración Nacional están constituidos por las industrias extractivas y/o con alto componente importado como electrónica, automotriz, maquinaria.

El trabajo de Coatz no establece un criterio excluyente que priorice la promoción de un sector sobre otro, se centra en definir criterios de promoción susceptibles de ser aplicados a cada cadena de eslabonamientos, en esto coincidentes con el Plan Estratégico 2020.

Analicemos entonces los sectores que se incluyen en el Plan 2020 a la luz que aporta el análisis de los eslabonamientos productivos. En primer lugar tenemos que autos y autopartes, medicamentos y productos químicos y petroquímicos constituyen sectores con una baja integración nacional, lo que determina que el componente importado respecto al valor bruto de la producción del sector sea muy alto. Este coeficiente es del 46 % para los automotores, 38 % para las autopartes, 31 % para productos medicinales, 52 % para los productos químicos. En conjunto estos sectores explican la parte más significativa del déficit comercial industrial con el exterior, el déficit de las MOI, Manufacturas de Origen Industrial, que supera los U$S 30.000 millones anuales. La política de sustitución de importaciones es la clave para este sector fuertemente transnacionalizado El sector alimentos también forma parte de este grupo en lo que hace a la producción de materias primas con bajo valor agregado y el dato está dado por que “prácticamente la mitad del cultivo de frutas y nueces, y casi el 40 % del cultivo de cereales y oleaginosas se exporta sin mayor procesamiento, en el caso de la minería este porcentaje llega al 80 %”. En este sector las políticas recomendadas pasan por la generación de valor agregado local a los productos que se exportan en bruto.

El calzado, confecciones, muebles, bienes de capital, la agroindustria alimentaria, otros de los sectores elegidos por el Plan 2020, constituyen sectores con altos encadenamientos hacia atrás. Es un sector con fuerte arrastre en el empleo, formado por manufacturas de bienes de consumo no durable. El sector de confecciones y textil posee un elevado grado de integración que va desde la producción de indumentaria al uso de insumos nacionales para la producción, teniendo como ejemplo las hilanderías y tejedurías de algodón. La diversidad de la producción primaria provoca una fuerte integración hacia atrás en la industria agro alimentaria, como la industria láctea, carnes de todo tipo, panificados, etc. El mayor desafío lo aporta la cadena de semielaborados, en particular la producción sojera, en la que se exporta según los datos de Coatz “casi el 90 % del Valor Bruto de la Producción sin lograr una mayor transformación”. Por el lado de los bienes de capital se produce maquinaria agrícola, turbinas y compresores, estructuras metálicas (para la construcción, por ejemplo) vinculadas a la industria metalmecánica local. Nuevamente la política central es el apoyo de todo tipo a la generación de valor agregado local y apoyo a las exportaciones industriales.

Las industrias química, textil y de papel y cartón poseen una elevada integración nacional, aquí el desafío es ampliar su interacción con las industrias de insumos industriales difundidos por su incidencia en la competitividad de la economía.

En relación al software, que fue objeto de una ley de promoción específica, la cuestión se centra en el logro de una mayor integración local y la incorporación tecnológica de desarrollo nacional a las maquinarias, electrónica y autopartismo fabricadas por nuestra industria.

En resumen este esquema de políticas sectoriales que robustezcan los encadenamientos productivos se basa en lograr avances simultáneos que logren: siguiendo parcialmente a Coatz:

Generación y ampliación del valor agregado y los excedentes. Expandir la frontera de la producción, moderando cuellos de botella (sobre todo en la producción de los insumos industriales más difundidos). Regular el poder de negociación hacia dentro de cada cadena productiva (entre grandes empresas y proveedores pyme, por ejemplo). Promover la generación de encadenamientos y complementariedades para difundir innovaciones que permitan la sustitución de importaciones. Potenciar al mismo tiempo la diversificación de exportaciones de valor agregado, morigerando el déficit comercial en la industria y la presión sobre la demanda de divisas.

Luego de décadas de desarticulación industrial y de soluciones exclusivamente basadas en el mercado, el intento de fortalecer la industria existente es un paso en el sentido correcto. Un primer paso. Una elección estratégica de que sectores apoyar para ser globalmente competitivos es el segundo.

Juan Shapiro, al que ya he citado, menciona un comentario de Lester Thurow respecto a cuáles serán las siete industrias básicas claves para el desarrollo capitalista de las próximas décadas: microelectrónica, biotecnología, las industrias de los materiales nuevos, la aviación civil, las telecomunicaciones, los robots más las máquinas herramientas, los ordenadores más el software.

Elegir promocionar específicamente alguna de estas ramas, presentes, en nuestros encadenamientos productivos, o posibles de ser encadaras desde una planificación integral, constituye ese segundo paso.

y de donde va a salir la guita para ejecutar el maravilloso 2020 littl querido? de la soja que le vendamos al vietcongo?

De parte del pen me imagino (hasta el 2015 al menos) de donde se viene financiando (central, Anses, bid, etc) y de parte de la UIA, es hora que se hagan cargo como decía el gran Jauretche de su rol de burguesía nacional…

littl la guita que pone el bid no alcanza ni para hacer las veredas en villa sapito, la guita del central/anses son pesos no dolares necesarios para adquirir insumos industriales que no se hacen aca y que la uia ponga plata :lol:… es mas factible que saviola y dalesandro vengan a jugar gratis que eso pase… a veces littl querido tu voluntarismo y buena fe me enternecen

Reformas laborales durante la convertibilidad y la posconvertibilidad | Voces en el Fenix

  1. El período posconvertibilidad

A partir de mayo de 2003 cambió radicalmente el sentido de la normativa laboral, a la par que viró el sentido de la política económica y social.

El decreto 324/03 incorporó la asignación no remunerativa, que a ese momento era de 200 pesos, a la remuneración de los trabajadores, de manera progresiva mensual, totalizando la suma de 224 pesos que adquirían carácter remuneratorio, proyectando efectos sobre todo otro rubro a calcularse sobre la remuneración (Vg., horas extras); a la vez que, tratándose de una suma fija sin distinción de categoría, fomentó la negociación colectiva destinada a preservar la diferencia porcentual entre las categorías de convenio.

En marzo de 2004 fue sancionada la ley 25.877 que derogó la ley 25250 (Ley Banelco), destacando el Poder Ejecutivo en el Mensaje de Elevación, que “…no es posible mantener vigente una norma cuya legitimidad se encuentra cuestionada por la mayoría de los argentinos…”.

Pero no se limitó a restablecer la ética republicana; avanzó también derogando los lineamientos básicos de la normativa de los ’90. Así, restableció la indemnización por despido en un sueldo por año de antigüedad, llevó el mínimo indemnizatorio a un sueldo, limitó el período de prueba a un lapso improrrogable de tres meses previendo la obligación patronal de preavisar la extinción durante su curso o, en su caso, de abonar una indemnización sustitutiva, y derogó disposiciones flexibilizadoras de las leyes 24.467 y 25.013.

En materia de convenciones colectivas de trabajo restauró la presunción de ultraactividad de los convenios colectivos, garantizó condiciones mínimas homogéneas para toda la actividad al disponer que la articulación de convenciones colectivas debía estar prevista y regulada por el convenio de ámbito mayor y al limitar los supuestos de descuelgue convencional a la existencia de crisis reconocida en un procedimiento administrativo, con la conformidad de los signatarios del convenio de actividad y por un lapso determinado; restableció la regla de la aplicación de la institución mas favorable de cada convenio colectivo en caso de concurrencia conflictiva de estos, y reemplazó la reglamentación de la huelga en los servicios esenciales por una nueva disposición legal ajustada a los criterios de la Organización Internacional del Trabajo.

En abril de 2006 se modificó (ley 26.086) la Ley de Concursos y Quiebras, restableciendo la competencia de los jueces del Trabajo para resolver las controversias laborales contra empresas en concurso o quiebra.
En el mismo mes se restableció el texto originario (1974) del actual art. 66 de la LCT (entonces art. 71) a través de la ley 26.088, reconociendo a los trabajadores una acción judicial para obligar al empleador a mantener las condiciones de trabajo frente al ejercicio ilegal del ius variandi cuando la modificación dispuesta por este alterara condiciones esenciales del contrato, fuera irrazonable o causara perjuicio material o moral; disponiendo expresamente que durante el juicio se deben mantener las condiciones de trabajo sin alteración.

La primera ley promulgada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue, precisamente, una ley laboral, que además de tener efectos concretos tuvo un valor simbólico: la derogación de la normativa que privaba de carácter remuneratorio a los vales de la canasta familiar y restaurante. Mediante ley 26.341 (diciembre 2007) se dispuso la incorporación gradual y escalonada –a fin de evitar un impacto intempestivo– del valor de los tickets a la remuneración, de forma tal que en el lapso de 20 meses se incorporaron íntegramente a esta. Ello tuvo efecto tanto en los derechos de los trabajadores –por cuanto tal valor constituyó base de todas las prestaciones salariales como en los futuros haberes previsionales– y en la recaudación previsional.

Diciembre de 2008 trajo dos nuevas leyes laborales: la ley 26.427 que reformó el sistema de Pasantías Educativas para que fueran realmente tales y no un fraude legalizado de contratación que encubriera relaciones laborales, y la ley 26.428 (art. 9 LCT) que restableció el principio in dubio pro operario en materia de prueba en juicio.

En enero de 2009 entró en vigencia la ley 26.474 que modificó el art. 92 ter de la LCT referido al contrato de trabajo a tiempo parcial, dirigida a evitar las situaciones de fraude a que dio lugar la incorporación de tal figura en el año 1995.

En diciembre de 2009 se sancionó la ley 26.574 que, al modificar el art. 12 de la LCT, dio seguridad jurídica frente a divergencias en torno al alcance del principio de irrenunciabilidad de derechos, estableciendo que también son irrenunciables para el trabajador aquellos provenientes de su contrato de trabajo que superaran los previstos en las normas legales y convencionales.
Mayo de 2010 dio tres nuevas leyes laborales: la ley 26.590 de gratuidad de las operatorias en las cuentas sueldo; la ley 26.592 que –también de un gran valor simbólico– restableció en letra de ley el espíritu de toda norma laboral incorporando como art. 17 bis el texto del ex art. 19 (1974) estableciendo que “las desigualdades que creará esta ley a favor de una de las partes, sólo se entenderán como formas de compensar otras que de por sí se dan en la relación”, y la ley 26.597 que incluyó a todo trabajador en los límites de la jornada máxima legal, dejando exceptuados sólo a directores y gerentes.
Simultáneamente, durante todo este período, se incrementó progresivamente el salario mínimo vital y móvil, mediante actualizaciones anuales que implicaron, en el período 2003/2010, un incremento del 920 por ciento.

Capo, te puse una nota donde hablan economistas de diferentes palos y me citás a mí, que como diría el gran Ricardo Iorio: “soy un pobre infelíz”…

¿De qué le sirve a la UIA no tener un país pujante e industrial? No veo por que no se los podría convocar para pensar un país en serio. Si no se los convoca a ellos, no se me ocurre a quien si no…

Vos sos un groso.

gracias gracias