seguido, da. (Del part. de seguir). 1. adj. Continuo, sucesivo, sin intermisión de lugar o tiempo. 2. adj. Que está en línea recta. 3. m. p. us. Cada uno de los puntos que se van menguando en el remate del pie de las calcetas, medias, etc., para cerrarlo. 4. f. Acción y efecto de seguir. 5. f. Cierto baile antiguo. 6. adv. m. [b]de seguida.[/b] a seguida. 1. loc. adv. [b]en seguida.[/b] de seguida. 1. loc. adv. Consecutiva o continuamente, sin interrupción. 2. loc. adv. [b]inmediatamente.[/b] en seguida. 1. loc. adv. Inmediatamente después en el tiempo o en el espacio.
□ V. [b]punto [/b][b]seguido[/b] [b]punto y seguido[/b]
Está bien de las dos formas, la Real Academia lo reconoce, en todo caso se juntaron las dos palabras por costumbre pero es más que claro que son dos palabras diferentes, juntas. Veo que están aburridos y se dedican a corregirme, vamos a dejar de desvirtuar este thread que es para homenajear al gobierno de Néstor y Cristina. Les dejo para que lean y se entretengan :mrgreen:
“Pájaros de mal agüero”
Por Luis Bruschtein
Lo que hasta hace poco tiempo estaba simbolizado por el corte de un puente entre dos países, ayer fue resignificado por un tren que unió las dos orillas del río Uruguay.
“Gracias, pueblo argentino, a veces hay pájaros de mal agüero que siempre están buscando por qué falta esto y por qué no destaparon este paso. Y por qué no tocamos a Dios con la mano”, afirmó el presidente uruguayo Pepe Mujica con ese estilo paisano que puede ser tanto uruguayo como entrerriano.
La referencia a los que incordiaban con esas preguntas, más bien exigencias, apuntó a las presiones que debió soportar en su país cuando, a diferencia de su antecesor, Tabaré Vázquez, priorizó las políticas de integración con Argentina en oposición a las tendencias de confrontación que pugnaban en el conflicto por Botnia y sobre todo por el corte del puente internacional de Gualeguaychú por tiempo indefinido. “Por qué no destaparon ese paso”, fue la frase que marcó Mujica que le decían.
Esa diferencia con Tabaré no fue leve. El corte del puente no se iba a levantar de un día para el otro. Mujica tenía que confiar en los esfuerzos del gobierno argentino para llevar hacia carriles razonables el conflicto surgido por la instalación de la papelera. La oposición desde Uruguay lo presionaba para que exigiera la represión violenta a los asambleístas. El gobierno argentino había dicho que no haría uso de la violencia y reclamaba a su vez medidas contra la posible contaminación en esa zona del río.
Si los dos gobiernos se hubieran dejado llevar en esa encrucijada por los criterios que orientaron las políticas regionales hasta los años ’90, el diferendo se hubiera convertido en un conflicto interminable. Mantener la intransigencia por ambas partes hubiera sido darle la espalda a la integración. En el caso uruguayo, hubo expresiones públicas para dejar atrás al Mercosur y encarar una especie de Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Eran los que presionaban más para obstaculizar cualquier acuerdo.
En Buenos Aires nadie se animó a tanto, pero estuvieron los que echaron leña al fuego para cerrarle el paso a cualquier solución consensuada con los asambleístas. Esa fue la manera local de jugar en contra de la integración y a favor de las viejas políticas de confrontación entre vecinos e iguales.
Solamente podían aguantar esas presiones, cada uno en su frente interno, si confiaban el uno en el otro. Los dos gobiernos sabían que destrabar las problemáticas de los dos lados exigía paciencia y tiempo. Tenían que negociar condiciones con la papelera y hacer lo mismo con los asambleístas.
Debían aguantar esas presiones, negociar y, al mismo tiempo, esperar que del otro lado también se actuara con la misma decisión y en el mismo sentido. Era cuestión de tenerle fe al otro. Eso dice la palabra confianza. Esa fe estaba más relacionada con una apuesta política estratégica que con la religión o la bonhomía. La apuesta fue por la integración, por la decisión política de destrabar, romper barreras integrar países, economías, historias y culturas.
Todo se sostiene si la apuesta sale bien, porque de lo contrario, en el caso de que el otro no cumpla, esa decisión propia será presentada como un acto de humillación. Eso se estaban jugando los dos gobiernos cuando negociaron, se dieron tiempo y confiaron. El resultado fue mejor que la confrontación. Se tuvieron confianza y no defraudaron al otro. De allí surgió una relación más fuerte que se trasluce en el trato llano entre Cristina Kirchner y Pepe Mujica.
Hay decisiones que parecen difíciles por necedad o simplemente porque hay una cortina de prejuicios naturalizados que hacen aparecer difíciles decisiones que en realidad son más fáciles. Si son inteligentes, los gobiernos pueden ver a través de esa cortina. Si manda la mediocridad, no. Hace pocos meses, en esa zona uruguayos y argentinos despotricaban unos contra otros. Ayer, al paso del tren con los presidentes salían los chacareros para hacer flamear banderas de los dos países. Así fue al principio entre uruguayos y entrerrianos, entre José Artigas y Pancho Ramírez.
Ninguna movida. El contenido del tema era para General. Si se movio es porque Junin acepto nomas, sino no se movia nada porque era el pacto hecho y quedaba en Politica y Sociedad.
Nadie lloró, todo lo contrario, la cosa empezó como una joda, intentamos cumplir nuestro papel de contras que el propio Junin nos asignó (basta con ver sus firmas), pero evidentemente para algunos sí resultó ser un tema serio, sensible y trascendental, de manera que saltaron a la yugular con acusaciones como la tuya.
Lo cual no quita que el thread estuviera mal ubicado, y que algunos foristas dejaran de participar de los temas de política por las inconveniencias que generaba Junin en el subforo.
Che a discutir al Rincón, esto es para hablar del kirchnerismo. Estamos debatiendo peronismo en el rincón y sobre Junín acá, un poco de coherencia por favor, gente.
Tenembaum: “Cristina está en un momento brillante”
Ernesto Tenembaum, co-conductor de Palabras más palabras menos en TN, parece estar tomando una nueva oratoria -al menos fuera de la pantalla del grupo Clarín- con respecto a las políticas del Gobierno Nacional. Damián Freso // Martes 30 de agosto de 2011 | 16:15
Ayer, en una conferencia de prensa brindada en el Paseo la Plaza, afirmó que la presidenta se le reveló como “una dirigente de primer nivel” y no conforme con eso, deslizó: “El gobierno en el último año mejoró muchísimo; me cuesta encontrar un hecho que yo pueda objetar seriamente. Cristina está en un momento brillante”.
Al ser consultado sobre las políticas económicas llevadas a cabo desde el 2003 el periodista respondió: “A grandes rasgos las políticas económicas del gobierno me generan simpatía. Es una puesta por valores en los cuales, por lo general, yo coincido. Este gobierno ha hecho cosas bárbaras, como el desendeudamiento”.
Luego de los elogios a la actual mandataria tuvo tiempo también para realizar, al menos, tres meaculpa:
a) Al ser consultado sobre sus expresiones (en 2009) hacia al diputado Agustín Rossi en el cuál trataba al Kirchnerismo de ladrón, sectario y autoritario, reconoció: “fue uno de mis peores momentos en el ejercicio como periodista. Creo que no estamos para eso”.
b) En cuanto a sus escritos sobre el conflicto con el campo aseguró que, incurrió en un error al escribir con tal virulencia.
c) La tercera autocrítica viene de la mano del recordado informe en su programa de TN sobre el “Caso Papel Prensa”, en el cuál fueron puestas al aire declaraciones de Lanata y Fontevecchia asegurando que la presidenta pasaba por encima de los poderes (mientras la causa había sido mandada a la justicia y el proyecto al Congreso). “Fue una mirada muy sesgada”, aceptó el compañero de Zlotogwiazda.
Lejano parece haber quedado aquel Tenembaum que subrayó en el prólogo de su último libro: “Esto se empezó a escribir cuando la carroza se convirtió en calabaza. Estas páginas contienen una dosis de frustración, de desencanto, de pena y de bronca”. Ahora, si bien denuncia mentiras dentro del gobierno como las del INDEC, asegura que “el país está viviendo un momento muy bueno” y que la gente suma y resta cosas del gobierno y “la suma le da bárbara. Por eso lo votan”.
Por último, cerrando la conferencia aseguró: “Cristina va a arrasar en primera vuelta”.
En conclusión, Palabras más palabras menos, un Telembaum en la pantalla chica intentando, con su aliado Zlotogwiazda, remarcar y explotar al máxima ciertas debilidades del Gobierno Nacional para generar agenda negativa y marchar de la mano con los intereses del medio donde trabaja; y otro Tenembaum, fuera de la pantalla, reconociendo el momento por el cuál está atravesando el país y la mandataria sin condiciones mediante.
Tal vez, Gustavo Sylvestre haya sido un vanguardista. Y muchos, poco a poco, lo vayan acompañando.